“Fortalecer para articular las propuestas de carácter formativo que tengan impacto en el ámbito profesional”

Oscar Castro, el nuevo director del IFD.

El educador social Oscar Castro asumió la dirección del Instituto de Formación Docente (IFD), haciendo su primera experiencia al mando de la institución luego de haber trabajado como articulador de su carrera durante cinco años.
Desde que tomó el cargo hace ya algunas semanas, el nuevo director ha llevado adelante una serie de reuniones con la directora saliente, Rossana Pérez, quien le ha realizado una puesta a punto del estado de situación del instituto. Han hablado sobre aquellas cuestiones de corte administrativo que están en curso y algunas otras que están pendientes.
Castro llegó al cargo luego de haberse presentado a un concurso de oposición y mérito de direcciones que llevó adelante el Consejo de Formación en Educación (CFE), en donde además debió presentar un proyecto de cómo sería la gestión. Fue allí que trazó algunas líneas de trabajo que intentará cumplir en este año.
“Algunas cuestiones tienen que ver con pensar la formación de educadores en marco del CFE, en donde hay ciertos lineamientos a los que uno adhiere tendiendo hacia una lógica universitaria”, explicó el nuevo director a EL TELEGRAFO.
“A partir de distintas frustraciones que ha tenido el CFE en cuanto a la formación de la universidad de la educación, se mantiene en carácter de terciaria no universitaria, pero ha habido algunos hitos en este último tiempo que de alguna forma van perfilando la formación en educación con algunas de las características que tiene la formación de carácter universitario”, añadió.
En este sentido, el Consejo se ha caracterizado en priorizar la enseñanza por encima de lo que es la investigación y extensión como pilares formativos. “Creo que hay que poder pensar la formación en educación tratando de valorizar y poner sobre la mesa las necesidades de poder investigar en educación y poder generar propuestas de extensión a favor de que los distintos institutos y el CFE tengan un acumulado de generación de conocimientos, que hasta el momento no lo tiene a la escala que debería tener”, indicó Castro. Más allá de que haya algún proyecto de investigación y de extensión en curso, “es ahí en donde hay que poner el acento”, remarcó.

MAYOR ARTICULACIÓN

Para el nuevo director, hay que intentar romper con la lógica de compartimentos que en los diferentes institutos se dan. “Hay ámbitos de actuaciones profesionales que a priori nos encuentran a todos los profesionales que egresamos del Consejo de Formación en Educación que no necesariamente –en el marco de las formaciones– se conjugan a favor de una interacción entre los estudiantes, lo que generaría una posibilidad mayor de aprendizajes en la interrelación que los distintos estudiantes tienen en las carreras”, señaló. Por otro lado, se deben “generar propuestas que son más interesantes para la población con las que trabajamos”.
Castro dijo que en varias ocasiones se llegan a los espacios de prácticas que son coincidentes en algún punto pero “no necesariamente articulamos en el marco de la formación de acciones que podamos generar y producir mayor riqueza en las propuestas educativas que se brindan y proponen”.
“Ese es otro de los puntos a trabajar”, indicó el director, “fortalecer para articular las propuestas de carácter formativo que tengan algún impacto en el ámbito profesional”. Si se genera esta mayor interacción entre todas las formaciones existentes, habría un efecto en términos de profesionalización de los egresados de la formación en educación.
En este sentido, Castro remarcó que es un buen momento para poder generar estas acciones dado que en los últimos años el Consejo ha realizado llamados a concurso de efectividad de docentes, lo que genera una lógica distinta a los interinatos que existían en la mayoría de los docentes anteriormente. “La efectividad produce mejores condiciones para producir este tipo de cosas”, indicó.

ENSEÑANZA, INVESTIGACIÓN Y EXTENSIÓN

Esta propuesta no tiene como objetivo desvalorizar la enseñanza, sino que tiene que ver con que la formación de carácter universitario tiene necesariamente estas tres patas que deben articularse: la enseñanza, la investigación y la extensión.
“Eso en el marco de algunas instituciones resulta bastante más sencillo en términos de definir las formas de cómo hacer esto”, señaló el director. “En el marco del CFE –y del IFD en particular– hay que poder comenzar a articular en el marco del desarrollo de las prácticas cómo las distintas formaciones producen un corte del conocimiento que nutra nuevamente a la formación de los educadores”, explicó. “Ese es el pilar de la gestión”, remarcó.

ENRIQUECER LA GESTIÓN

Castro es educador social, y esa mirada tal vez choca con las tradicionales direcciones de los institutos de formación, que generalmente se basaron en profesionales egresados de las carreras de magisterio o profesorado.
“Eso va a influir de alguna forma en la manera de generar y producir una práctica de dirección, entre otras cosas que hay tradiciones que pesan sobre los hombros de la formación”, dijo Castro.
“Desde mi profesión y formación hay miradas particulares que pueden llegar a enriquecer –o no– a la gestión de un instituto, incluso en el marco de este momento histórico de cómo nosotros podemos mejorar, profesionalizar o establecer condiciones distintas a las actuales para todas las formaciones”, señaló.
Para el director, “hay que pensar el compromiso social que una profesión debe tener y eso se genera de los propios procesos de formación de los profesionales, si uno no genera unas prácticas de formación tan lineales como en Uruguay ha habido, hay mayor posibilidad de que el profesional sea mejor cuando egrese de un centro de formación”.