No hay otro tema

En algo sin precedentes para nuestras generaciones, un virus amenaza con hacer colapsar el sistema sanitario de todos los países –en especial de aquellos menos preparados– y de impactar de manera muy negativamente en la economía doméstica y global. El deporte mundial se ha detenido casi en seco por el coronavirus, o mejor dicho el COVID-19, un aspecto que delata claramente el pánico que existe alrededor de esta enfermedad contagiosa de la que aún no hay remedio ni vacuna. Y para redondear, se confirmó que el virus llegó a Uruguay.
Los espectáculos públicos, todo lo que conlleva aglomeraciones, están siendo suspendidos y ya en Europa, epicentro del virus según los expertos aunque haya salido de China, se observan grandes ciudades fantasmas, casi sin un alma en sus calles. Italia, por lo pronto –es el segundo país más afectado–, se ha declarado en cuarentena total y ha cerrado sus fronteras. Pasan las horas, los minutos y segundos, y en las noticias, en redes sociales, en las charlas comunes y corrientes, no hay otro tema. El coronavirus ya está haciendo historia, lamentablemente, de la muy mala.
En nuestro país se declaró Estado de Emergencia Nacional, la reacción ante la pandemia, como así lo declaró la Organización Mundial de la Salud, había sido lenta. Ante la falta de casos confirmados en todo el territorio nacional –hasta ayer–, el gobierno uruguayo avanzaba con parsimonia en cuanto a tomar alguna medida de prevención. Como pudo haber sido el cierre de fronteras, o el control a los ciudadanos y turistas que vienen de naciones afectadas por el virus. Se ha denunciado que pasajeros provenientes de Madrid han entrado a Uruguay sin que nadie les dijera nada y así mismo los cuatro infectados confirmados, que llegaron de Milán. El deporte también ha algunos recaudos como jugar los partidos, como el fútbol y el básquetbol, a puertas cerradas, aunque todavía no se habla de total suspensión.
La cosa es seria en todo el mundo y en cada momento surgen novedades. En España, se decretará hoy el estado de alarma durante 15 días para contener la expansión de la pandemia del coronavirus. Esta medida permite limitar temporalmente la circulación de personas pero no los derechos fundamentales de los ciudadanos. “Estamos solo en la primera fase del combate contra el virus. Nos esperan semanas muy duras. No cabe descartar que alcancemos los 10.000 afectados la próxima semana”, dijo el presidente español, Pedro Sánchez, en una declaración realista.
“La declaración del estado de alarma permite movilizar al máximo los recursos contra el virus, pero la victoria depende de cada uno de nosotros, el heroísmo consiste también en lavarse las manos y en quedarse en casa. Vamos a parar el virus con responsabilidad y con unidad”, insistió Sánchez ayer en una comparecencia en la que no admitió preguntas.
En Italia, lugar maravilloso si los hay, la situación es sumamente grave. Los fallecidos en este país por el coronavirus alcanzaron ayer los 1.266, lo que supone un incremento de 250 en las últimas 24 horas, informó el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli. El número de enfermos actualmente es de 14.955, 2.116 más en comparación con los datos del jueves, y las personas curadas ascienden a 1.439, 181 más en 24 horas. La cifra de contagios totales desde la detección del brote a finales de febrero es de 17.660, contando los enfermos, los fallecidos y los curados en Italia, el país europeo más afectado. La región más castigada es Lombardía (norte), con 9.820 contagios totales y 890 fallecidos, 146 más que el jueves.
Acá al lado, en Argentina, el movimiento para contrarrestar el coronavirus se incrementa. El gobierno argentino dispuso ayer que las suspensiones de vuelos procedentes de las zonas afectadas por el coronavirus decretada el jueves comenzará a regir de forma efectiva desde el próximo martes para permitir hasta entonces el regreso de los residentes en esta nación.
El ministro de Transporte, Mario Meoni, mediante nota a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), instruyó a las compañías aéreas afectadas por la restricción a operar hasta el lunes vuelos procedentes de zonas afectadas, como Europa y Estados Unidos.
Es así que el coronavirus, que saltó de algún animal al humano en la ciudad de Wuhan a finales de 2019, ha logrado, en apenas unas cuantas semanas, acaparar toda la atención mediática, científica y de la comunidad internacional. El 30 de enero, la OMS lo declaró una situación de emergencia internacional.
La epidemia está evolucionando de manera muy rápida y con ello, el conocimiento que tenemos sobre este nuevo virus. De no saber nada de él a principios de 2020, la comunidad científica ya ha logrado aislarlo, secuenciarlo, identificarlo y desarrollar pruebas para diagnosticarlo.
Sin embargo, como sucede con toda nueva epidemia, sigue habiendo muchas incógnitas que se irán resolviendo a medida que ésta evolucione y a medida que los científicos logren entender más sobre el comportamiento del virus. Para llegar a una vacuna pasará tiempo.
Por lo tanto, estará en cada uno de nosotros también en tomar medidas y de estar atento a las indicaciones de las autoridades. Ojalá que pase pronto esto que amenaza con ser una pesadilla mundial.