Una jauría de perros atacó en la pasada madrugada al ganado de una productora de la zona de Quebracho, hiriendo gravemente a una vaca y lastimando otras vaquillonas, y generando mucha preocupación, en un tema que es reiterativo todos los años y las autoridades pertinentes aún no le han encontrado solución.
La ingeniera agrónoma Virginia Caravia relató a EL TELEGRAFO lo acontecido ayer, explicando que “es el mismo tema de todos los años, solamente que en esta oportunidad comenzó más temprano”.
“Estos perros me han estado corriendo vaquillonas durante toda la semana, lastimándome una en los cuartos y cerca de la ubre, la que se salvó. Tengo alambrados y puertas rotas, con el ganado que está muy arisco y cansado de que los perros lo corran”, precisó la productora.
Comentó que en la víspera y cerca de las 4.30 horas, “comencé a sentir ladrar los perros a lo lejos y desde casa tiré unos tiros para tratar de que se fueran. Cuando amaneció fui hasta el lugar y vi una vaca grande y fuerte, que la cansaron de correr y cayó, y ahí la lastimaron en la parte de atrás. No se si se salvará porque está deshecha en el ano y vagina”.
Caravia sostuvo que “luego seguí recorriendo el campo y me encontré los perros, que se dirigían al basurero, conté por lo menos 15 perros, tal vez son más”, citó muy molesta por la situación.
Consultada sobre si había efectuado la denuncia, la profesional indicó que “la policía no puede hacer nada, la Bepra tampoco y la Cotryba generalmente va contra el dueño, y no se sabe qué hacer con este tipo de perros que no tienen dueño”.
Reconoce que “los puedo matar dentro del campo, pero tengo que encontrarlos en el momento y matarlos, pero yo en el campo no ando armada, porque recorro el campo con matabicheras para sanar el ganado, y no con un arma”.
Se pregunta: “si sabemos que hay decenas de perros en los basureros, ¿no habrá una forma de matarlos y punto? Habría que poner un aviso a ver si alguien tiene perros en el basurero, y si alguien los quiere. Si nadie responde, hay que matarlos porque no tienen dueños y no son de nadie”, finaliza diciendo muy preocupada por la situación que no es nueva en predios de la zona de Quebracho y nadie soluciona.
Es importante recordar, que en un amplio radio de Quebracho y otras localidades ya no hay ovinos, la especie más susceptible a las jaurías de perros. Los productores desestimaron seguir con esta producción por el constante ataque de perros sin dueños, y quienes procuran volver o lo intentan, deben hacerlo con animales de guardia, y en donde el perro Maremma parece ser la herramienta más conveniente para la estrategia de seguridad.
