María Ruba: “No sé ni cuándo podré volver a mi país”

En Porto, María Noel Ruba cruza los dedos para poder volver a Paysandú.

Está sola. En octubre viajó a Portugal para hacer su segunda experiencia en el vóleibol de aquel país, y la pandemia de coronavirus la encontró en la ciudad de Oporto.
Ya no hay competencia ni entrenamientos con el Leixões. Y hace 20 días que está en cuarentena por las medidas tomadas en Portugal ante la pandemia de coronvirus. Los números hablan de 11.278 casos en el país y de 295 fallecidos.
Pero María Noel Ruba prefiere no pensar demasiado. Esta voleibolista sanducera prefiere vivir el día a día, aunque sueña con poder volver a casa lo antes posible.
“Las cosas acá se pusieron bastante complicadas en menos de una semana, hasta que se tomaron medidas y se empezó oficialmente con la cuarentena. Hoy está un poco más controlado, pero hoy hace 20 días exactamente que estoy en casa, el torneo fue suspendido y no creo que vuelva a retomarse. Y de las cinco extranjeras del equipo la única que falta por irse soy yo, que tengo contrato hasta el 30 de abril”, relató.
El coronavirus cambió todo, aunque “nadie acreditaba la gravedad de esto hasta que en menos de 24 horas aumentaron los casos y ahí se empezaron a tomar medidas. Igualmente costó que la gente fuera consciente y hoy sí puedo decir que no anda nadie en la calle y que se está controlando de a poquito”. Ruba inició así una rutina impensada, lejos de la cancha. Atrás quedaron los dos viajes diarios a la ciudad de Matosinhos, donde está su club, para entrenar.
“Se suspendieron los entrenamientos un jueves y nunca más retomamos. Se pensó que volvíamos hasta que de un día para otro se dispararon los números, se cerraron escuelas y comenzó toda esta locura”, contó a EL TELEGRAFO a la distancia.
Dicen que el torneo se retomaría en agosto. Pero “es difícil porque en esa época comienza la preparación para la próxima temporada, las jugadoras cambian de equipos y no va a ser fácil hacer todo a la vez”.
El Leixões quedó afuera de las semifinales de la temporada que espera por finalizar. “Íbamos a disputar play off del 5 al 8, faltaban dos play off más para terminar con la época, me tocó venir en un año que se hizo mucho recambio de jugadoras, cinco extranjeras que tenían que conocerse en menos de un mes y eran el 90% del equipo”; reflexionó en cuanto a lo deportivo.
Por eso afirmó que “fue difícil en muchos sentidos, tanto dentro como fuera de la cancha”, aunque remarcó, fiel a su estilo, que “realmente crecí mucho como persona y ahora con todo este tema del virus aun más: valorar a las personas cuando hoy estoy lejos y no sé cuándo podré volver”. A María Noel le cambió todo. A eso se suma la lejanía y la incertidumbre de si podrá pegar la vuelta a casa antes del 30 de abril, cuando se termina su contrato.
“Es difícil decir hoy qué pasará, porque no sé ni cuándo podré volver a mi país. Pero si hay algo de lo que estoy segura es que quiero seguir con mi carrera deportiva donde sea. Pero creo que también es cuestión de dejar pasar todo este caos, ver cómo se recompone el mundo y qué destino toma mi vida. Lo que tenga que ser será”, señaló.
Mientras, entrena en su casa donde, lo más importante, está acompañada. “Entreno en casa esperando algún vuelo para volver. Dentro de todo lo que está pasando doy gracias de estar en una casa que tiene patio enorme y a su vez una cancha de voley en el pasto. Vivo en un apartamento anexo a una casa de familia que en estos siete meses fue y seguirá siendo por siempre mi segunda familia”, remarcó.
Y reconoció que “tengo mis espacios y mucha contención”, lo que sin dudas “en estos momentos literalmente me salvó la cabeza, porque no me siento nunca sola”.
Mantenerse físicamente es importante (“siempre con la pelota en mano para no olvidar cómo se juega al voley”), pero sobre todo “mantener mi cabeza ocupada, ya que considero que la salud mental y la tranquilidad en esta instancia, en mi situación actual, es muy importante. Te diría clave”.
¿Fácil? Para nada. Pero la pilotea lo mejor que se puede. “Lo único que puedo hacer es enfocarme en alimentarme bien, estar físicamente bien y esperar”, destacó. “Y reflexionar sobre esta lección que nos da la vida y repensar muchas cosas”, sumó.
Lejos de casa, la tecnología la mantiene más cerca. Por eso confiesa que “me agarro rabietas porque sé que ahí aun no se cumple la cuarentena al 100% y las cosas se están dificultando, mientras que acá mejoran. Y si cierran las fronteras de conexión no voy a poder volver; entonces a veces también es pensar no solo en uno sino en todos”.
Del otro lado del Atlántico, esperando poder volver, María Noel quiso transmitirle a los sanduceros que “sé que es difícil acreditar la gravedad de esto cuando, como buenos uruguayos, no hacemos caso a las cosas hasta que pasan. Pero yo ya estuve en esa situación, no se tomaron y cumplieron las medias a tiempo, se descontroló y hoy está todo sumamente complicado”,
“Cuídense y cumplan con todo lo que se pide. Seamos inteligentes y aprendamos de los errores de los demás. Pero además de todo esto, aprovechemos a mirar a nuestro al rededor y reflexionemos sobre nuestra vida, nuestras actitudes y nuestra propia persona. ¿Estamos valorando la vida como debe de ser valorada? ¿Estamos viviendo? ¿O simplemente estamos en una rutina de la que hoy sentimos falta? ¿Somos felices con lo q tenemos? Al menos yo, acá lejos de todo, he pensado mucho y solo les puedo decir abracen, digan lo que tienen que decir, vivan la vida todos los días como si fuese el último, porque esto qué está pasando hoy nos dio una bofetada que nadie esperaba. Yo me muero por abrazar a mi familia, por estar con ellos. Y sin embargo estoy del otro lado del mundo. Cuídense y seamos un equipo, aportemos todos un granito de arena para sobrepasar esto”, sentenció.