Recorrió toda Sudámerica en bicicleta pero se la robaron en Paysandú, en la recta final de su viaje

Lleva dos años recorriendo Sudámerica y espera que abran el puente para poder volver a Buenos Aires.

Gabriel Peralta tiene 32 años y es oriundo de Misiones (Argentina). Es músico y artesano, un alma bohemia que busca vivir en modo libertad. Hace dos años emprendió un viaje por Sudamérica en bicicleta, para poder cumplir con sus sueños de recorrer diferentes lugares y conocer otras culturas. Para eso se compró una bicicleta Oxford Merak 1 con freno de disco hidráulico, valuada en unos 800 dólares, que le permitiría rodar todo tipo de terrenos, adecuándose a la topografía encontrada en cada destino.
Cuando ya estaba en la recta final de su viaje, que lo llevaría a su casa en Buenos Aires, Gabriel quedó varado en Paysandú debido al avance de la pandemia del COVID-19. Desde el Consulado de Argentina en nuestra ciudad se le informó que no podría cruzar por el puente Paysandú-Colón, por lo que ofrecieron ayudarlo con el hospedaje mientras espera concretar el retorno. El pasado lunes, cuando concurrió a la Basílica donde le han abierto las puertas para alimentarse, los “amigos de lo ajeno” le robaron su bicicleta desde la vereda. No solo se llevaron su medio de transporte sino también otros efectos de valor y sus documentos.

DOS AÑOS RODANDO

Gabriel Fer, como se lo puede encontrar en Facebook, salió hace dos años desde Buenos Aires hacia Colombia. “Salimos con mi novia. Ella consiguió un trabajo en Perú como profesora de educación física y se instaló allá. Yo quedé en Colombia y como siempre me gustó andar en bicicleta, hacer trekking, escalar montañas, pensé en hacerlo hasta Chile. A la vez se me ocurrió comprarme una buena bici, por lo que trabajé un mes y empecé a ahorrar para comprarme la bicicleta Oxford. Cuando la tuve arranqué con mi recorrido por todo Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Brasil y Uruguay”, dijo.
“Me llevó dos años porque yo no viajo con plata sino que llego a un lugar, trabajo de lo mío y a medida que junto para comer ya me muevo hacia otro lado”, agregó sobre su forma de vida. Su idea era poder a mediados de abril cruzar a Buenos Aires para ponerle una pausa a su extenso recorrido, y luego volver a rodar en bici por todo el sur de su país hasta las Malvinas. “Luego la idea es regresarme a Buenos Aires y de ahí tomar un vuelo, que me lo regala mi vieja, hacia México para poder hacer toda esa parte y Centroamérica en bicicleta”.

ESPERABA PARA CRUZAR

“Llegué a Paysandú hace diez días. Había hecho en bicicleta toda la costa de Uruguay desde Rocha, porque entré desde Brasil. Me vine hasta acá porque era la ruta que me había trazado para poder cruzar a Argentina e irme a casa”, contó a EL TELEGRAFO. Dijo que los policías que iba encontrando en la ruta le aconsejaban que tratara de llegar a un Consulado para poder solucionar su situación y no quedar varado en nuestro país.
“Me vine para Paysandú, donde estuve dos días acampando y el Consulado me solucionó de poder quedarme, ante la imposibilidad de cruzar por el puente. Mientras me quedaba en hotel París, la gente de la Basílica me daban el desayuno porque yo trabajo con música en la calle y vendiendo artesanías, y no se puede en este momento. El lunes estaba calentando agua para el mate y dejé la bici con carga cerca de la puerta del salón parroquial, cuando me la robaron”, indicó.
La bicicleta que le hurtaron, es una Oxford Merak 1 (todo terreno) de color celeste. Se trata de una marca que solo se comercializa en Chile y en Colombia, por lo que “es difícil que haya otra parecida en Paysandú que no sea la mía”.
“Más allá de lo económico es una bicicleta que tiene valor afectivo, porque es la que me acompañó en el viaje. Con esa bici llegué a Machu Picchi, a la Cordillera de los Andes”, contó.
Además de su fiel compañera de ruta, “me llevaron el celular, una cámara semiprofesional Nikon D1500 con lente que las tenía en unas alforjas, la carpa gigante Doite que es la que armaba en cada lugar que llegaba, una mochila Doite de 95 litros que es donde tenía toda mi ropa. Y también el pasaporte. Me quedé con una mochila chica con una muda y nada más”, relató el aventurero. Incluso perdió la comunicación, al quedarse sin celular. “Ahora solo entro a Facebook que me prestan en algún lado o voy a un ciber unos minutos para ver si alguien me mandó algo o estar en contacto con mi familia”, dijo.
Gabriel apela a la solidaridad de los sanduceros. Si bien radicó la denuncia policial del hecho, hasta ahora no ha tenido novedades al respecto. “Yo creo que son cosas que pasan y que me podría haber sucedido en cualquier parte, pero me queda un poco ese sabor amargo porque ya terminaba el viaje”, comentó.
“Confío en que si alguien ve la bici pueda ayudarme o si alguien tiene una bicicleta para que, cuando abran el puente, pueda irme hasta Buenos Aires”, dijo. Quienes deseen contactarse con Gabriel, lo pueden encontrar por Facebook como “Gabriel Fer”, o bien en el Estadio Cerrado, donde actualmente se está quedando a dormir.

La bicicleta que le hurtaron el lunes pasado es una Oxford Merak 1 que solo se comercializa en Chile y Colombia.