Liquidación de Caputto no implica el cierre, según el abogado de Lideco

El responsable de los servicios jurídicos de Lideco, Fernando Cabrera.

El negocio de cosecha, empacado y exportación –o fábrica de jugos– que desempeña Citrícola Salteña S.A., de la familia Caputto, no se detendrá por la solicitud de liquidación que hizo la Justicia, según explicó a EL TELEGRAFO el responsable de los servicios jurídicos de la Liga de Defensa Comercial (Lideco), el abogado Fernando Cabrera Damasco.
“Es una sentencia del Juzgado del 15 de mayo, que si bien fue apelada no tiene efecto suspensivo, según establece la propia ley. El Juzgado dio al síndico 10 días hábiles para presentar un plan de liquidación”, aunque la liquidación no significa el cierre de la empresa y que “se va a llevar adelante la zafra, por lo que por ahora no habrá cambios”. Sin embargo, enfatizó que la empresa mantendrá su ritmo de trabajo en la medida que no dé pérdidas, ya que no se pueden sumar déficits a la deuda ya acumulada.
En cuanto a la posibilidad de la liquidación, dijo que “la ley de 2008 prevé que se haga la liquidación de una empresa en su conjunto”, por lo que aunque esté la disposición de liquidación por parte de la Justicia, no necesariamente se hará cerrando la actividad, sino que se mantendrá trabajando.
“Hay que diferenciar lo que pasaba antes de 2008, cuando una liquidación se hacía desguazando la empresa y liquidarla por partes, que era la ley anterior del siglo XIX, mientras que la nueva normativa prevé la venta en bloque y de esta manera se salvaguarda el valor de la empresa en su conjunto, se mantienen los clientes y la fuente de trabajo. En ese caso el emprendimiento cambia de manos libre de deudas y gravámenes”.

SIN PLAZO PARA LA VENTA

Otra de las aclaraciones que hizo el abogado es que no hay un plazo determinado para vender la empresa, sino que “después de un acuerdo con los acreedores haremos una propuesta de cuál sería la forma y se dan distintas etapas. Hoy no estamos considerando el momento, lo que hacemos es analizar la oportunidad concreta de continuar trabajando. El martes se va a tener un marco de cómo hacer la liquidación en líneas generales”, afirmó.
Consultado Cabrera sobre cómo se maneja la empresa en estas circunstancias con el síndico a cargo, cuando deben tomarse decisiones sobre temas específicos de trabajo, dijo que “el directorio de la empresa fue desplazado y no está en funciones, pero sí los demás empleados de la empresa, que están cumpliendo sus funciones, y nosotros estamos utilizando las estructuras gerenciales”, por lo que la línea de trabajo sigue igual. Los que vamos a adoptar decisiones empresariales somos nosotros, pero escuchando y siendo asesorados por la plana gerencial. Ellos nos van a decir, por ejemplo, tenemos que cosechar las mandarinas de esta variedad de tal quinta, para eso necesitamos tanta gente, nos va a costar tanto y necesitamos tanta plata”.

CONSIGUEN EL CAPITAL

Preguntado si cuentan con el capital de giro necesario para cubrir esos costos, dijo que “para eso requerimos de algunos compromisos por la ley del fondo citrícola, y le requerimos al Banco República que haga la cobranza, y le pedimos al BPS que no retenga el producido de la venta. Quien cobra (por ejemplo una exportación) es República Fondos Fiduaciarios para el Fondo Citrícola, y después que cobra vuelca la plata a la cuenta que le indican”. Por lo tanto, la posibilidad de seguir trabajando con capital para el pago de costos es real, y “si bien existe, nosotros pedimos que se nos aseguren los extremos contemplados, porque queremos estar seguros que ese flujo de fondos, si llegamos a la mitad de la zafra y no alcanzan, tenemos que ver que pasó, qué falló”. Para esto, “vamos a hacer controles semanales”.
En cuanto al pago de los jornales y costos laborales, Cabrera dijo que “el Fondo Citrícola da el préstamo, que es para cubrir los costos, porque se comienza a vender pero las primeras cobranzas no alcanzan para cubrir los costos, hay un desfasaje que después se va recuperando, y ese dinero es para cubrir ese desfasaje. No es que con este préstamo se vayan a pagar solo los montos salariales”.
En cuanto a qué sucedería con los montes de naranja en caso que el negocio no fuera rentable, dijo que “en todo momento se habla de hacer el mantenimiento necesario”.

VENTA POR LICITACIÓN

La venta del emprendimiento, de ser necesario, se haría por licitación. De esta manera, el pliego determinaría la forma de venta con las correspondientes garantías de cumplimiento, considerando eventualmente el paquete empresarial completo, que en el caso de Citrícola Salteña comprende por ejemplo la planta de empacado, la fábrica de jugos y las chacras con montes de naranja, por ejemplo.