El frío no incide en la manga de langostas pero “sí lo hace en el movimiento y desplazamiento”

La manga de langostas en Argentina tiene muy preocupados a los productores.

Mientras en Argentina vienen causando estragos a su paso, en Uruguay se aguarda con expectativa y preocupación, la llegada de una manga de langostas de aproximadamente 10 kilómetros de largo y 10 kilómetros de ancho, que ya están en la provincia de Entre Ríos y se acercan a Uruguay.
Para la entomóloga de la Facultad de Ciencias, Estrellita Lorier, “la baja temperatura es beneficiosa porque no se van a desplazar tanto”. La experta indicó a EL TELEGRAFO, que “lo que se conoce de registros históricos, es que cuando llegaban en esta época, lo que sucedía en esos casos era que esas langostas aún no estaban maduras para reproducirse y poner huevos”, aclarando que “esas migraciones no generaban grandes problemas”.
Pero cuando llegan más cargadas de huevos, con suficiente material nutritivo y el peso de los ejemplares es mayor, el frío “no las mata, pero sí incide en el movimiento y desplazamiento”, y cuando eso sucedía “continuaban el ciclo aquí”.
Expresó que durante el ciclo, las etapas más susceptibles “son las primeras etapas. Los primeros grupos etarios que se llaman las mosquitas, el tercer etario son las más susceptibles a cualquier tipo de tratamiento, se requiere menor cantidad de insecticidas y son más efectivos, y es el mejor momento para hacer un control”.
Ya cuando son ninfas más grandes, “se movilizan más y comen mucho, es más difícil el control, y cuando llegan al estado adulto es muy poco lo que hay por hacer”, enfatiza Lorier. “Primero porque los adultos son más resistentes a los insecticidas, se desplazan más rápidamente, y si alguien se acerca para fumigarlas inician el vuelo o saltan, huyendo con más facilidad”.
Reconoce que en Argentina “hacen aplicaciones, más localizadas en el momento que bajan, porque esa manga que vuela a una altura importante para poder volar necesita temperaturas por encima de los 20 grados; cuando llega la noche baja y generalmente los especímenes se depositan sobre troncos de los árboles, ramas y el suelo”. Y puntualizó que “en ese país aplican químicos en horas tempranas de la mañana”.
Consultada sobre con qué se alimentan, la profesional indicó que a su paso “no tienen preferencias y comen de todo. Están reportadas como plagas de cultivos como maíz, trigo, centeno, lino, sorgo, cebada, tomate, papa, alfalfa, caña de azúcar, y en árboles como eucaliptos, tenemos los cítricos, árboles frutales, peras, durazneros y pasturas”, dijo.

MONITOREO CONSTANTE

Ante la invasión de langostas que afecta la región, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, está realizando un monitoreo constante del movimiento de la plaga en articulación con Argentina.
Si bien se cree que, debido a los pronósticos climáticos, es poco probable que ingrese a país, se trata de una plaga que afectaría la producción agropecuaria uruguaya. El MGAP solicita que ante el avistamiento de la plaga en el territorio nacional se realice a la brevedad la denuncia correspondiente. En tal caso dirigirse a los funcionarios territoriales de la Dirección General de Servicios Agrícolas del departamento o al Sinae, quienes implementarán acciones correspondientes para evitar su propagación.
El ministro Carlos María Uriarte, consideró que “la probabilidad de que alcance el país existe, pero debido a los pronósticos climáticos que manejamos, de dónde van a estar los vientos y las heladas, los fríos y las lluvias que se anuncian, es que consideramos que si bien hay posibilidades es poco probable que llegue al menos con la dimensión que está hoy en Argentina”.
Uriarte indicó que lo que se interpreta es que se trata de un “fenómeno natural que ocurre en la naturaleza una vez que las condiciones climáticas se dan para estas explosiones demográficas: a la Argentina entró por el Chaco, que es más bien tropical”.
Para su ingreso, todo depende de la cuestión climática de las próximas horas, sobre todo el viento. Respecto al daño que pueden producir, una manga de langostas de 10 kilómetros cuadrados equivale a 350.000 personas comiendo.
“Según el monitoreo climático realizado por especialistas argentinos, la plaga debe continuar hacia Uruguay”, indicó el comunicado recogido por Metsul.
Debido a la proximidad con Brasil, el ministerio emitió una alerta para que “se tomen las medidas apropiadas de monitoreo y orientación a los agricultores de la región, especialmente en el estado de Rio Grande do Sul”.