En primera etapa de gestación es necesario mejorar la condición corporal de la oveja

Ingeniera Agrónoma Josefina García Pintos.

El Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) la primera charla de la segunda campaña “Vamos por más corderos”. Recordemos que hace dos años se recorrió el país con charlas presenciales, en tanto que debido a la actual situación sanitaria la campaña tendrá este formato vía web, que contó con más de 600 personas acompañando online el evento a través del canal de YouTube de INIA.
El planteo de esta primera jornada fue el manejo de la gestación y principalmente la necesidad de mejorar la condición corporal de la oveja en el primer tramo de la misma, lo cual también permite influenciar en otros aspectos claves para la supervivencia del cordero al parto y también en la producción a futuro. Las presentaciones estuvieron a cargo de la doctora Georgett Banchero de INIA y la ingeniera agrónoma Josefina García Pintos del SUL.
“Lo que tratamos de plasmar fue lo que sucede durante la gestación, en las distintas etapas” dijo la técnica del SUL en diálogo con Faxlana. García Pintos señaló que existen dos etapas muy importantes durante la gestación, “una temprana donde se da el crecimiento de la placenta, lo que es muy importante para determinar el futuro peso de lo que son los corderos y su posterior desarrollo, y una segunda etapa en el manejo de la gestación que es lo que comúnmente llamamos el manejo preparto que es donde se da el crecimiento más explosivo del cordero, donde todo lo que es recurso va destino a la producción de cordero”.
La profesional señaló la importancia de lo que ocurre en los últimos 60 días previo al parto. Sin embargo destacó que al principio de la gestación es donde “se determinan muchas cosas, como son la producción de fibras musculares que después van relacionadas a la producción de carne de corderos y también parte de la producción de lana, parte de los óvulos de las futuras corderas que se están gestando”.
García Pintos dijo que es en esta etapa de la gestación donde “los recursos que la oveja va comer, parte van a ir destinados al desarrollo del cordero por supuesto, pero gran parte todavía van destinados a su mantenimiento y a su acumulación de reservas”. Por lo tanto destacó que es en este “momento” donde se debe trabajar en “mejorar el estado de las majadas, porque después cuando llegamos a ese último tercio de gestación, a esos últimos 60 días, va a ser imposible levantar las reservas y la condición corporal de la oveja”.
La técnica del SUL recordó que durante este último período la oveja sube su peso, “pero únicamente por un tema de carga fetal, no es que va a aumentar las reservas corporales”, además indicó que contrariamente a lo que piensan algunos productores con respecto a una mejora de la condición luego del parto, “siempre después de que la oveja pare, pierde condición corporal. El momento crítico no solo va a ser en el último tercio, sino también en la lactación temprana, porque ahí todos los recursos van a estar destinados a la producción de leche y también tratar de mantenerse, por eso la oveja no se va a recuperar”. García Pintos dijo que es “muy importante” realizar una buena planificación del manejo de la gestación del ovino “sobre todo en lo que es la encarnerada de otoño en marzo-abril-mayo”. Recordó que “todavía estamos en un período donde podemos tratar de recuperar el estado de las ovejas” para que las mismas puedan parir corderos que pesen “por encima de los 3,5 kilos que es donde tienen mayor probabilidad de sobrevivir ante la situación normal”.
La profesional prefirió no hablar de pesos específicos para alcanzar en el caso de las ovejas, tanto de parto simple como múltiple, porque el “peso de oveja adulta depende mucho de la majada y el biotipo de cada uno”, por lo que prefirió hablar de “condición corporal” (CC) donde la oveja debería llegar al parto con una CC entre “3 y 4, pero que 3,5 es lo ideal, porque después va a perder condición a 2,5, que sería lo óptimo”, explicó.