Empresas y Derecho: Cepal: turismo y COVID-19

En estos últimos días la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha difundido el informe “Medidas de recuperación del sector turístico en América Latina y el Caribe: una oportunidad para promover la sostenibilidad y la resiliencia”, el cual, entre otras consideraciones, sugiere algunas medidas para mitigar el impacto de la crisis y acelerar la recuperación de ese sector de la economía.
Según la Cepal, “el turismo es un generador clave de divisas, ingresos y empleo en toda la región. En 2019, representó el 42% y el 10% de las exportaciones totales (bienes y servicios) en el Caribe y en América Latina, respectivamente. (…) Este sector fue uno de los primeros y más afectados de la economía. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), las llegadas de turistas internacionales pueden disminuir entre un 58% y un 78% en 2020”. Es importante tener en cuenta que “las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) representan la mayor parte de las empresas turísticas. Por ejemplo, las mipymes representaban el 98,7% de las empresas relacionadas con el turismo en Costa Rica y el 99,8% en México. Estas relaciones son similares a las del conjunto de la economía latinoamericana, en la que las mipymes representan el 99% del sistema productivo y el 61% del empleo”.
Las medidas propuestas por la Cepal son las siguientes:
a) Protección del empleo y los ingresos de los trabajadores: “el empleo en el sector del turismo se caracteriza por altos niveles de informalidad y trabajo atípico, como el trabajo a tiempo parcial, temporal, ocasional, estacional, por cuenta propia e independiente. Los trabajadores que realizan tareas esenciales y los empleados de atención al cliente que trabajan en la primera línea han demostrado ser indispensables para el sector, pero la crisis también ha puesto de relieve su vulnerabilidad. Por lo tanto, los planes de recuperación deben basarse en el principio del trabajo decente para todos e incluir normas que abarquen los derechos laborales y de salud”.
b) Apoyar la supervivencia de los negocios, en particular de las mipymes, a lo largo de la cadena de valor del turismo: además de otorgarles apoyo inmediato (aplazar el pago de las facturas de electricidad y agua, etc.) “es importante preparar a las mipymes del sector turístico para el futuro, específicamente mediante el fortalecimiento de las habilidades digitales. Las plataformas de reserva y los medios sociales han permitido a los proveedores de servicios turísticos interactuar directamente con sus clientes, eliminando intermediarios y reduciendo las barreras de entrada. Los conocimientos digitales también abarcan otras tecnologías innovadoras, como los grandes datos para rastrear el comportamiento de los consumidores y pronosticar la demanda, y la inteligencia artificial para diseñar experiencias únicas”.
c) Facilitar la recuperación del sector a corto plazo: “El colapso de las llegadas internacionales ha puesto de relieve la necesidad de diversificación y ha llevado a varios países a promover el turismo interno para aumentar la resiliencia ante los choques. El turismo interno debería tener la doble función de reactivar la economía y reconocer la importancia del acceso a las actividades de ocio para todos (…) Algunas de estas estrategias pueden aplicarse más fácilmente si las empresas turísticas operan en clústers público-privados. (…) Las empresas organizadas en clústers tienen ventajas estratégicas para hacer frente a los retos inmediatos de la pandemia y definir los programas de reactivación. En Colombia, por ejemplo, hay 18 clústers turísticos en diferentes segmentos, entre ellos el turismo de naturaleza, de negocios, de salud y cultural”.
d) Promoción de la sostenibilidad y la resiliencia del sector a mediano plazo: “Las medidas de mitigación de la pandemia que se están aplicando actualmente en el sector del turismo podrían utilizarse para mejorar la sostenibilidad ambiental y social del sector” mediante la adopción de las medidas necesarias para ecologizar este sector, reduciendo considerablemente su impacto y atrayendo de esa forma a turistas más conscientes del medio ambiente.
e) Cooperación regional: “Los gobiernos de la región deberían intensificar la colaboración para mantener las redes de transporte transfronterizas lo más abiertas posible, prestando especial atención a la facilitación del tránsito y el intercambio de las tripulaciones de los operadores de transporte (operadores de cruceros, de aerolíneas y de logística). Además, las autoridades deben abstenerse de adoptar medidas que restrinjan el tráfico en tránsito, salvo las medidas necesarias para salvaguardar la salud pública. Para ello, se deben promover soluciones digitales que limiten el contacto físico en las fronteras y protejan la salud de los trabajadores.
Dr. Rodrigo Deleón