Llanes: un período positivo para preparar bien “el siguiente paso”

Archivo-i85188 Francisco Llanes le encontró aspectos positivos a este período de pandemia.

La pandemia por el coronavirus le extendió el período en el que pensaba descansar. Luego de haber tomado parte del equipo de Uruguay que jugó la Copa Davis en Austria en marzo, el tenista sanducero Francisco Llanes tenía previsto unos días de reposo para luego hacer una pretemporada que no había podido acometer. Pero la nueva realidad, lo obligó a cambiar de planes. Como a casi todo el mundo.
“Iba a descansar, porque venía de una seguidilla de torneos desde enero. Fui a Australia, hice la gira en Sudamérica, luego Austria por la Davis, y cuando volvía me tocaba descansar. En el momento en que saltó todo (lo del coronavirus en Uruguay, el 13 de marzo) ya llevaba unos días sin jugar”, relató Llanes a EL TELEGRAFO.
Su idea era tomarse 10 días y luego empezar la pendiente pretemporada que no pudo llevar adelante entre diciembre y enero. Tras las vacaciones, tenía en la mira afrontar torneos Futures, el primer escalón del profesionalismo, para así avanzar esta temporada y sumar puntos ATP. “Se frenó todo y no llegué a jugar ninguno”, dijo.
Llanes, que entrena en el Carrasco Lawn Tennis de Montevideo, llegó justo a Paysandú ese viernes 13 de marzo, cuando se supo de los primeros casos de coronavirus en el país. Con la declaración de la emergencia sanitaria, y con el impedimento de practicar en complejos y clubes, “tocó improvisar un poco en casa”. “Había traído las raquetas por las dudas, porque ya tenía armado algo acá para esos días”, afirmó Toto que acaba de pasar unos días en la ciudad para estudiar y rendir un par de exámenes.
“Me encerré y pasé dos meses y medio sin jugar al tenis. Más de dos semanas en el tenis no se descansa. Nunca había estado tanto tiempo sin jugar, fue una eternidad, parecía que no terminaba más”, reflexionó respecto a ese tiempo en el que tocaba guardarse. Más tarde, con el protocolo aprobado por las autoridades para el regreso de los entrenamientos, Llanes pudo por fin volver a disfrutar del juego en cancha.
“Pensaba que la vuelta iba a ser más dura, pero había tantas ganas y había visualizado tanto, con tantas charlas por Zoom con los entrenadores, que al jugar todo estaba como aceitado”.
El tenista dijo que saca cosas positivas del tiempo de aislamiento. “Me vino bien”, afirmó. “Pude preparar bien el siguiente paso, como ver muchos partidos míos, observar aspectos a mejorar. Eso sirvió un montón en el período de cuarentena en el que ver ciertas cosas con tranquilidad, porque no tenía ningún torneo a la vista. No existía la presión de cambiarlo rápido”, explicó.
“Me vino al pelo para ajustar un poco ciertos detalles. Venía jugando de una manera, sobre todo de intensidad mental, que la tuve que bajar un poco y ser más flexible conmigo mismo”, continuó en el mismo tono reflexivo. Le sirvió para “no pasarse de rosca”, afinar aspectos del juego, en la manera de pararse en la cancha y en el rendimiento en los entrenamientos.
En Montevideo, y ante la actual situación, coincidió en los entrenamientos con el otro sanducero, Juan Martín Fumeaux, los hermanos Pablo y Martín Cuevas, entre otros. “Eso no pasa nunca, de poder mecharnos y jugar partidos entre nosotros. Generalmente estamos desperdigados. Entrené mucho con Pablo (Cuevas), los primeros días sobre todo”, contó Llanes.