“Recibimos un gran instrumento, pero desafinado”, dijo Ignacio Ifer

La oficina departamental del Mides mantiene el protocolo de atención con los usuarios y lo hace a través de las ventanas de la dependencia.

El director departamental del Ministerio de Desarrollo Social, Ignacio Ifer, evaluó que las cooperativas sociales conformadas dentro del organismo no contaban con un seguimiento que les permitiera un desarrollo sostenido y la posibilidad de continuar por sí mismas. El jerarca local reconoció que no tuvo una adecuada transición con la administración anterior y confirmó la continuidad de los programas, pero adaptados a la realidad de cada departamento.
“No nos dio el tiempo, como ministerio, para hacer la transición que hubiésemos querido. El designado para esa transición fue Pablo Curbelo, que hizo un buen trabajo, porque necesitábamos a alguien de carrera y que estuviera dentro. Incluso por algunos temas, porque no queríamos como gobierno ni mover los pases a comisión ni que ingrese nadie. Posteriormente hubo una decisión política de tener a alguien con ese perfil al frente del ministerio y así asumimos”, dijo a EL TELEGRAFO.
Luego de su asunción, “en medio de una pandemia”, la oficina adaptó la atención a los usuarios de acuerdo al protocolo sanitario, con la atención de las personas “por una ventana de la oficina”. Según Ifer, “en cuanto a balance, no debemos olvidar que la secretaría general, encabezada por Nicolás Martinelli, realiza una revisión exhaustiva, de punta a punta, para ver en qué estado se encuentra el ministerio. Sobre aquello que nosotros observamos o nos despierta dudas, hacemos un informe y lo pasamos directamente a Martinelli para que le de el trámite correspondiente. Pero, a grosso modo, lo notamos algo desorganizado”.
Explicó que “el Mides es un gran instrumento, propuesto por el Frente Amplio con mucha certeza que, en el año 2005, fue votado por todos los partidos. Así como fue creado en el período 1990-95 el Ministerio de Vivienda, porque era necesario. Cuando fue credo el Mides, el país salía de una crisis, pero después se desvirtuaron los fines”.
En su opinión, la secretaría de Estado “debe ser un bastón para la gente que no puede sostenerse en pie, pero después que queda erguida y puede caminar sola, ese bastón debe retirarse”.

COOPERATIVAS SOCIALES

A nivel local, más de 40 cooperativas sociales permanecen activas y junto a su equipo, Ifer planifica el despliegue de acuerdo a las especificidades de cada una.
“Hay un funcionario que es muy bueno, viene del gobierno pasado y sabe mucho de cooperativas, como es Juan Pandolfo. Con él revisamos el sistema de las cooperativas sociales porque es algo que me interesa mucho, al igual que el monotributo, porque puede ser el eslabón de pasar de la informalidad laboral a la formalidad”.
A través del Mides, “hay unas 46 o 47 cooperativas vivas. El tema es que algunas están vacías de contenido porque falta articulación. No olvidemos que si bien el ministerio lleva adelante la política social, es necesario articular con el ministerio de Ganadería, por ejemplo. Necesitamos un soporte técnico en los emprendimientos hortícolas de los pequeños pueblos, como en Guichón, Porvenir u Orgoroso”.
En esta última localidad, ejemplificó que “los vecinos hacían una huerta en la escuela y hoy está llena de chircas. Ahí buscamos que funcione como cooperativa o emprendimiento”. Informó que solicitó una evaluación con los técnicos en ese rubro, “porque el tema es la competitividad y cómo ofrecer sus productos en el mercado. Muchas veces se planea el proyecto, sin ver si hay destino para la producción. Hay que tener una cadena, donde los emprendimientos hortícolas de diversas localidades, se junten y coordinen la producción a fin de no quedar sin abastecimiento”.
De acuerdo a Ifer, “el gobierno pasado nos entregó un gran instrumento, pero desafinado. Las cooperativas sociales no son un fin en sí mismas, sino que deben organizarse para que funcionen y se emancipen del Mides”.
Enumeró que de ese total, “hubo unas 20 que pudieron tener un vuelo propio. Pero el Mides no se animó a soltarlas para que sigan su paso comercial. Tampoco van a tener un tutor del Estado siempre y que les haga de coadministrador de su emprendimiento privado”, enfatizó.

RELACIONAMIENTO CON INSTITUCIONES

El director departamental corroboró que la oficina del Mides tiene “una cantidad de interrelacionamiento con otras entidades estatales que se hacía por teléfono, o sea, de palabra. Eso no puede pasar en la función pública, porque rige el principio de la escritura. Tiene que haber un marco en la tinta y el papel que regule los límites de cada uno”.
En este sentido, señaló que “pasa mucho con la Intendencia, donde hay varios acuerdos escritos y otros no. Ahora comenzamos a trabajar muy formalmente con el Plan Frío Polar y lo hicimos mediante un convenio que da garantías para todas las partes, inclusive para el usuario”.
Otros casos ocurren en el Interior del departamento. “El municipio de Piedras Coloradas tiene seis funcionarios y el resto de los servicios los presta una cooperativa social de nuestro organismo. Están un poco ambiguos los límites de su funcionamiento. Es decir, se hizo con mucha voluntad pero un tanto desprolijo. O sea, hay que organizar, emprolijar y encausar el Ministerio de Desarrollo Social, sus aristas y vinculaciones con demás organismos del Estado”.

URUGUAY TRABAJA

Consultado por la continuidad del programa Uruguay Trabaja, Ifer aseguró que “es uno de los planes que se está evaluando, pero la idea es que no desparezca como programa. Desde antes de asumir decían que iba a desaparecer el Mides como ministerio, sin embargo, se potencia”. Explicó que el objetivo de la actual administración “es reencausar el ministerio. Hay vacíos legales, hay concentraciones de poder mal hechas. Yo soy un jefe territorial con funcionarios en mi dependencia, pero a algunos puedo dirigirlos y a otros no, porque se dirigen desde Montevideo. Entonces, se ve claramente la visión centralista del gobierno pasado”.
Aclaró que para los programas como Uruguay Trabaja, Uruguay Crece Contigo y otros, “se debe tener el conocimiento del terreno en cada departamento. Qué mejor que el director departamental para evaluar el desempeño de sus funcionarios y los programas. Sin embargo, hay cosas que se siguen decidiendo desde allá porque fue la impronta del gobierno pasado. Esas cosas se irán estructurando y tratando de mejorar”.