La familia Rodríguez sí que sabe de inseguridad, trámites administrativos con la Policía y demás vueltas ya que el almacén que poseen en la zona sur fue blanco de malvivientes en 36 oportunidades. También tiene una lista larga de gastos que les ha demandado la visita inesperada de “los amigos de lo ajeno”. Cansados de la situación, piden que haya más presencia policial patrullando ya que, si bien los móviles pasan, “sigue siendo tierra de nadie”.
“¿Cuándo fue la última vez le robaron?, ¿qué le robaron?, ¿te hicieron mucho? Mi familia ya no responde a ninguna de esas preguntas, en cambio, decide responderse con otra. ¿Cuándo será la próxima vez que vuelvan? Por aquello que todos los padres luchan para que a sus hijos no les falte nada, con sacrificio, humildad y por sobre todas las cosas con mucho laburo se pierde en un abrir y cerrar de ojos”, comienzo diciendo Marco Rodríguez en representación de su familia.
“La persona que por desgracia ha sufrido la misma situación que viene atormentado a mi familia por tres años consecutivos, sabe de lo que estoy hablando. Esa sensación de impotencia, rabia y desazón de ver la mirada perdida de tus seres queridos, con los ojos llenos de lágrimas por el cansancio y por que una vez más fueron víctima de una delincuencia sin límites y sin respuestas por parte de nadie”, comentó.
Dijo que no culpa al delincuente porque “sería demasiado egoísta de mi parte”. “Cómo voy a culpar a alguien que por diferentes motivos no tuvo ni la posibilidad de que lo educaran en la casa, mucho menos en una escuela o en alguna institución no formal. Si culpo al sistema, a los mandatarios que sentados con calefacción escriben las leyes sin empatía, sin conocer las infinitas realidades del pueblo, a esos que creen que por sentarse detrás de un micrófono y decir, lo que la mitad del pueblo que lo puso en ese lugar quiere escuchar, piensa que está haciendo las cosas bien o peor aún creyéndose superior. No hablo de partidos políticos, es una cuestión absurda que aún no he llegado a entender como el ser humano puede llegar hasta fomentar la violencia por ser de un partido u otro”. “Lo material sigue siendo material y se suple. Pero hoy tengo miedo y temo por la salud de mi familia y con estas palabras no hablo solo por la mía, sino por muchas familias más víctimas de inseguridades con la misma respuesta de ‘no podemos hacer nada’ (…)”, dijo.
Asimismo detalló que el almacén fue robado 36 veces. “Trigésima sexta y no, no son Semanas de la Cerveza. Son las veces que han usurpado el comercio de mi familia, que nos levantamos de madrugada para asegurarnos de que nos encontramos bien. Las veces en que te hacés de valor y abrazás a tus viejos para decir que vamos a salir adelante”.
“A mi barrio lo llaman Nueva York, tradicionalmente el barrio sur, por avenida San Martín o Tropas, en las cercanías de los barrios Tatuses y Chapita donde orgullosamente me crié y jugué toda mi vida sin prejuicios ni nada por el estilo. Hoy me siento triste por aquellas personas que pueden y tienen los recursos para cambiar algo injusto y que aun así no lo hacen. Mis viejos me enseñaron que siempre hay que lucharla, que nunca se deja a nadie sin ayudar, así yo tenga poco o menos que nadie, porque nunca se sabe de quien necesitarás esa ayuda en esta vida y esa es la mayor herencia que me pueden dejar y la que de alguna manera u otra intento recompensar, siendo buena gente”.
En tanto, Rodríguez dejó en claro que tampoco culpa a la Policía. “Sé que la mayoría, no todos, son rehénes de un sistema obsoleto y sin argumentos válidos. Tampoco exijo dictadura para que salga la autoridad a la calle. Hace tres años venimos pidiendo un patrullero, uno que recorra nuestro barrio en las horas donde más se necesita que es a la noche. Que recorra nuestras calles vacías y sin alumbrado público y seguramente con miles de carencias más, pero con gente humilde, trabajadora, que intenta salir adelante y lucha por ser cada día un poco mejor”, indicó Rodríguez.
