La situación en el mercado local no ha variado. La mayor preocupación se concentra en “la falta de demanda”, señaló a EL TELEGRAFO, José Luis Trifoglio. Desde el sector exportador, tanto de lana sucia como de lana lavada y peinada, lo que preocupa es la ausencia o menor “demanda desde el exterior, y esto lo vemos reflejado en las cifras de exportaciones”, agregó.
Esta situación, se traslada al sector productor “y por ese motivo la paralización en la comercialización interna es casi total”, explicó el responsable del departamento de lanas de la firma Zambrano y Cía.
Es la realidad de un mercado que no encuentra una señal clara para plantear precios de referencia para los distintos tipos de lana, por lo que se continúa sin operativa en el mercado interno.
Al igual que la semana anterior, se han escuchado algunos valores en el mercado para las lanas medias, de 28 micras tipo Corriedale que no alcanzan los U$S 2, valor que estaría muy lejos de lo que el productor uruguayo pretende por sus lanas, sostiene por su parte Faxlana.
Consultado un industrial en la semana, dijo que es un número que se plantea por algún operador, pero que no es una referencia concreta de la industria, porque en este espiral descendente que tiene el mercado y sin una demanda firme desde el exterior, es muy difícil que se pueda proponer algún valor firme como para hacer negocios.
La propuesta es esperar a que se reactive el mercado internacional de tal forma que se logre una referencia de precio por las lanas uruguayas y de esta manera tener una información más clara del mercado para luego tomar una decisión respecto a la venta del lote, dijo el industrial.
EXTERIOR
El mercado lanero australiano, después de cinco semanas consecutivas de cierres negativos, culminó las ventas programadas para esta semana por encima de los valores alcanzados la semana pasada. Durante la primera jornada de subastas, se observó que varios sectores de la demanda salieron a comprar los lotes que se ofrecían a la venta, pero al día siguiente, ya se observó una cierta desaceleración, que provocó que el mercado perdiera algo del terreno ganado el día anterior.
La oferta fue reducida, lo que colaboró para alentar a algunos compradores en adquirir materia prima. Por otra parte, la moneda local se desvalorizó frente al dólar americano y a otras importantes monedas.
El Indicador de Mercado del Este subió 12 centavos de dólar americano, (1,9%), respecto al cierre de la semana pasada y se ubicó en U$S 6,43 por kilo base limpia.
Analizando el comportamiento de los precios de los diferentes micronajes, “observamos que todas las categorías de lana para peinar que se vendieron, registraron aumentos, excepto los vellones de 16,5 micras que bajaron levemente”, acotó Trifoglio.
Si bien el sector que mostró mayores porcentajes de recuperación fue el de 26 a 30 micras que venía muy golpeado con bajas importantes, las variaciones positivas se ubicaron entre 0,5% (17 micras que cotizó nominalmente) y 12,3% (los vellones de 30 micras).
Se ofertaron 19.600 fardos de los cuales se vendió el 94,3%. Las próximas subastas se llevarán a cabo los días 15 y 16 de setiembre y hay inscriptos 33.500 fardos.
En el marco de la situación actual, y ante el aumento que se registró en la primera jornada de subastas, algunos operadores australianos les están pidiendo precaución a los productores. Los operadores sostienen que los niveles de oferta deberán gestionarse con cuidado y en ese sentido, el rol de los consignatarios será fundamental, ya que se ha demostrado una y otra vez que en los niveles actuales de oferta (en el entorno de los 20.000 fardos) es un volumen manejable cada semana, pero 40.000 es demasiado y probablemente no permita que los precios se recuperen. La semana próxima, ante el aumento de la oferta y teniendo en cuenta como culminó esta semana el mercado, será un momento de testeo general para ver si la demanda puede absorber esa cantidad de fardos con un nivel de precios relativamente sostenido o retoma la tendencia a la baja de semanas anteriores.
LOS MÁS AFECTADOS
Mientras que los precios de todas las fibras textiles se han visto afectados por la pandemia de COVID-19, los precios de la lana han sido los más afectados, según informó el economista Chris Wilcox, director ejecutivo del Consejo Nacional de Consignatarios de Lana de Australia.
Si bien la caída en las cotizaciones de la lana ha golpeado a todos los sectores de la industria, un resultado positivo de esta mayor caída es que la relación entre el precio de la lana y el algodón; y los sintéticos ha caído en forma significativa desde el pasado mes de marzo. La caída de la relación entre los precios de la lana ha sido importante, especialmente frente al algodón. Las relaciones de precios actuales de la lana de 21 micras y 28 micras frente al algodón son las más bajas desde mayo de 2011, mientras que la relación de precios de la lana de 18 micrones es la más baja desde marzo de 2014.
En los tres casos, las caídas, son las más significativas, desde los picos alcanzados a fines de 2018 y principios de 2019. Este es un elemento que permite ser optimista (dentro de un panorama aún incierto) de cara al futuro, cuando se comience a recuperar la propensión al gasto del consumidor final, teniendo en cuenta que la lana es el 1,1% en la producción mundial de fibras (según el último informe oficial publicado a principios de año por la IWTO).
Al mantenerse esta baja relación de precios y teniendo en cuenta las características naturales de la lana, es probable que se comience a aumentar la utilización de fibras naturales contra el uso de fibras sintéticas.
