Atención de la Diabetes: el rol del equipo de salud para educación del paciente y posibilidad de autocontrol

La Diabetes es una de las enfermedades crónicas no transmisibles de mayor prevalencia en nuestro país y en el mundo entero. “Es la mayor causa de ceguera en personas jóvenes que padecen la enfermedad, también la causa más frecuente de amputaciones no traumáticas de miembros inferiores y la primera causa de deterioro de la función renal en muchos países del mundo”, afirmó la doctora María del Pilar Serra, coordinadora de la Diplomatura en Diabetes, un posgrado de especialización que se cursa en el Cenur Litoral Norte.
La profesora aportó que se calcula que existen unas 270 mil personas con diabetes en Uruguay. “Más del 80 por ciento tiene la forma más común denominada Diabetes Tipo 2, que aparece generalmente en el adulto, siendo factores predisponentes mayores para el desarrollo de la enfermedad: la obesidad, el sedentarismo, la alimentación elevada en azúcares, harinas y grasas además de desproporcionada en nutrientes adecuados y los antecedentes familiares de obesidad y diabetes, siendo éstos últimos factores los únicos que no podemos voluntariamente cambiar”.
La otra forma de Diabetes que destaca por su frecuencia es la denominada Diabetes Tipo 1, “que suele aparecer en la infancia, adolescencia o adulto joven y con mucha menor frecuencia en el adulto mayor. Esta forma es la que requiere de manera indispensable el uso de insulina inyectable para poder sobrevivir, mientras que en la Diabetes Tipo 2 la mayoría pueden ser tratados sólo con dieta, así como otros requieren medicación oral y algunos insulina inyectable”.
Los diabéticos entonces, son un grupo de personas que tienen alto riesgo de padecer enfermedades en los ojos, en los riñones, en los miembros inferiores, por nombrar algunas de las repercusiones más frecuentes, siendo la causa cardiovascular la que determina la muerte en la mayoría de ellos. “Este hecho también sucede en la población no diabética de nuestro país, pero en los diabéticos la incidencia en la causa de fallecimiento se encuentra multiplicado por dos en los varones y por cuatro en las mujeres”. Para Serra podemos asegurar “que esta enfermedad puede determinar discapacidad y muerte prematura en las personas que la padecen y no podemos dejar de mencionar que estos hechos son generadores de altos costos, vistos éstos desde un punto de vista general y no socioeconómico, sino también en lo personal, psicológico, laboral, familiar, social, etcétera. Además desde el punto de vista de las instituciones de la salud, su asistencia también genera una gran carga económica, por el costo de la misma”.

Las complicaciones se pueden prevenir

Como aspecto relevante la doctora Serra resaltó que es fundamental destacar “que las complicaciones se pueden prevenir” y que la forma óptima de lograrlo “es con buen control metabólico (esto es manteniendo niveles adecuados de azúcar y grasas que circulan en la sangre, manteniendo un peso adecuado, además de cifras de presión arterial aceptables para la edad y abandonando hábitos perjudiciales como el tabaco y el consumo excesivo de alcohol)”.
El énfasis para el abordaje en los problemas que desencadena la diabetes están en “los cambios saludables en el estilo de vida: buena alimentación, actividad física, en los casos que se requiera medicación y autocontrol, además de los controles con el equipo médico tratante (integrado por médico, nutricionista, enfermera y otros especialistas) de manera periódica según lo requiera cada paciente”.
La especialista y profesora resaltó que “sin dudas que el pilar más importante para manejar los pacientes diabéticos y auto manejarse aquellos que tienen esta enfermedad, es tener conocimiento sobre los porqués de su enfermedad, sus consecuencias y el conocimiento de cómo manejar su estilo de vida, su alimentación, su medicación si la requiere, y el saber qué debe esperar con cada modificación que realiza. Esta condición de vasto conocimiento sobre su enfermedad es indispensable por el hecho de que una vez que se diagnostica, la enfermedad acompañará a la mayoría de las personas el resto de su vida”. Haciendo foco en ese punto y con el cometido de evitar que sea la enfermedad la que controla la vida de las personas “es indispensable la educación que debe impartirse a todo paciente diabético, siendo los mediadores de la educación fundamentalmente cada uno de los integrantes del equipo de la salud que los asisten”.