Barranquilla, el efecto pandemia y un deporte que no es fútbol

Más allá del potencial que pueda tener Colombia y de lo que mostrará el viernes ante Uruguay por la tercera fecha de las eliminatorias, está claro que no es menor el hecho de jugar en Barranquilla
La Celeste no ganó nunca allí, aunque rescató un empate en su última visita, en las eliminatorias anteriores. No hay que olvidarse que en aquella ocasión llovió, lo que disminuyó la insoportable temperatura.
“La humedad y alta temperatura en este lugar al que Colombia adoptó como sede fija, es una ventaja a favor del equipo rival, que especula con eso y trata de forzar el partido en función de las dificultades de los equipos que no están habituados a jugar con estos calores”, dijo el técnico de la selección uruguaya, Oscar Tabárez, a la hora de contestar ayer las preguntas enviadas por WhatsApp de periodistas uruguayos y colombianos.
El maestro dijo que, con respecto a esa situación, “no podemos hacer nada, más de las cosas que hicimos en partidos anteriores, de tratar de buscar las formas de refrigerar, enfriar a los jugadores, y tener una actitud que supongan la gran oposición a esas dificultades. La altura y el calor han sido siempre grandes dificultades para nosotros, pero el problema existe y no al punto de que sea totalmente independiente del juego. Vamos a tratar de tomar esto como una oportunidad de sumar puntos”.
Más adelante, agregó sobre este tema que “en otro tiempo la selección de Colombia jugó en Bogotá, Antioquia… Hace un tiempo que la sede es Barranquilla. A algunos partidos los juegan de noche, como ante Venezuela, y ahora a las 15.30, donde la cosa es quizás más dura. No lo critico desde el punto de vista del derecho que tiene un equipo de fijar los detalles de un partido, pero las condiciones para el rival son diferentes, más dificultosas”.

Maldita pandemia

Repasar las listas de convocados de Uruguay desde el inicio de este camino rumbo a Catar 2020, es encontrar ausencias de manera permanente.
Tabárez remarcó que “no digo que estoy preocupado, porque ya lo estuve y adquirí una postura en este tema”, y que “la realidad del mundo en cuanto a la pandemia se están viendo, e influye en cómo se está jugando la eliminatoria”.
El técnico destacó que “la frecuencia en que sus ligas los futbolistas compiten, muchos partidos en poco tiempo, y vienen las lesiones. Está la incertidumbre de qué pasa en el futuro, de si son muchos más los casos de jugadores indisponibles, por esta epidemia”.
La situación llevó, por ejemplo, a que Uruguay convocara de apuro a tres jugadores del medio: Rolín, Irrazábal y Neves.
“Sus citaciones han sido circunstanciales por las causas que ya sabemos. Puede ser una oportunidad de mostrarse en la selección. Dentro de los jugadores del medio local todos los que estaban en cuarentena por haber jugado en el ámbito internacional en las últimas semanas no pudieron ser elegidos, pero podría haber habido alguno. Tratamos de citar jugadores a los que hemos visto en buenos momentos en el torneo local, y deben dar su aporte. Ya pasamos por circunstancias similares, aunque no en eliminatorias. No me va temblar la mano para darle la oportunidad, porque no vienen a llenar el banco”, destacó
Y repitió, además, de que el deporte que se practica en medio de la pandemia no es fútbol, por la ausencia de público lo que, además influye en los resultados.
“El hecho de que no haya público no se le da la justa valoración, para mí no son partidos de fútbol. Habría que ahondar por qué se dan los resultados sorpresivos, las goleadas. ¿No tendrá influencia la presencia o no del público? Equipos como Real Madrid, Manchester United, Barcelona, Bayen Munich, aun siendo visitantes llenan los estadios. Y cuando eso no ocurre, más allá del potencial que tienen, que habitualmente es superior a la mayoría de los equipos de sus ligas, a veces vienen unas jugadas sorpresivas, uno o dos goles, y no está el respaldo invalorable del público. Y el rival también lo siente. Es un deporte totalmente distinto”, sentenció.