Ayende contraataca: apela auditoría decidida por intendente, la que califica de intervención

Ramiro Ayende, alcalde del municipio de Porvenir.

El alcalde de Porvenir presentó un recurso de anulación de la auditoría interna determinada por el intendente Nicolás Olivera, por considerar que se trata en realidad de “un golpe de Estado técnico en el Municipio de Porvenir so pretexto de llevar a cabo, en el mismo, una auditoria interna”.
Por otra parte, en las últimas horas, Ayende tuvo un entredicho con una cuadrilla de una empresa privada que realizada tareas de bacheo por encargo de la Intendencia de Paysandú en La Lata, en el camino que lleva a Porvenir.

ALCALDE DENUNCIA ATAQUE A SU INVESTIDURA

El alcalde de Porvenir Ramiro Ayende interpuso un recurso administrativo a la decisión del intendente Nicolás Olivera del 11 de enero pasado, que estableció una auditoría interna en el Municipio de Porvenir. Su intención es que se anule la ejecución de la misma.
El recurso fue presentado ante la Intendencia de Paysandú y además ante la Corte Electoral, a través de la Junta Electoral de Paysandú. Pero si no se obra acorde a petición, Ayende deja abierta la posibilidad de ir a la Justicia Penal.
En el recurso –firmado por la abogada Martha Yanet Richard Rattin– Ayende, por un lado, niega que exista una deuda millonaria con la empresa Sipai y por otro asegura que un abogado no puede llevar adelante la auditoría, sino que esa tarea debe corresponder a un contador público, por lo que considera una intervención del municipio lo realizado por la Intendencia de Paysandú.

“NO EXISTE DEUDA ALGUNA”

El alcalde de Porvenir, en su escrito, establece que la medida del intendente Olivera se tomó considerando “el reclamo de supuestos créditos por parte de Francisco Cabillón en representación de Sipai Uruguay; y por otro lado la queja de un conjunto de concejales del Municipio de Porvenir”.
Pero asegura Ayende que “no existe deuda alguna con el mencionado proveedor, las que –de existir– deberían estar documentadas en debida forma. Corresponde pues, al acreedor, la prueba de sus dichos mediante la exhibición de la documentación correspondiente aun no cancelada o impaga”.

MUNICIPIO INTERVENIDO

En la parte central del documento, el alcalde de Porvenir no duda en calificar de “una intervención con remoción o sustitución de un alcalde electo por la ciudadanía por un funcionario municipal elegido a dedo por el Intendente”. Se refiere al abogado Roque Jesús, quien en el anterior período fue asesor del Municipio de Porvenir.
Ayende subraya que “tratándose –toda auditoría– de un procedimiento de carácter eminentemente contable, la misma debería llevarse adelante por un contador público sobre los documentos contables del municipio y no por un abogado a quien se le encarga –en cambio– ‘por un término inicial de 150 días, las tareas de verificar y garantizar el cumplimiento del marco normativo vigente en el Municipio de Porvenir, atribuyéndole las más amplias facultades de actuación en las áreas de dicho municipio, como representante del Ejecutivo Departamental’”.
El documento presentado por Ayende sostiene que la decisión del intendente Olivera está viciada de “nulidad absoluta, por falta de la debida legitimidad, la sustitución –en los hechos– de un representante elegido por el pueblo por un interventor puesto a dedo por el señor Intendente con un encargo particularmente difuso (por su amplitud) por completo ajeno a lo que debe entenderse, racional y técnicamente por una auditoría interna”.

ANULACIÓN, APELACIÓNO SUSPENSIÓN

El alcalde Ayende pide que el intendente Nicolás Olivera tome una de tres decisiones. Que “anule la resolución impugnada, por su palmaria inadecuación de la medida dispuesta”; o que en su defecto “se eleven los autos en apelación para ante la Junta Departamental a todos sus efectos de orden constitucional legal”; o que “se otorgue carácter suspensivo, notificándose en todo caso a la Corte Electoral la situación planteada a todos sus efectos”.

PODRÍA HACER DENUNCIA PENAL

Finalmente Ayende establece que “me reservo el derecho de denunciar penalmente por difamación tanto al representante de la empresa Sipai así como a los concejales del Municipio de Porvenir que me imputan sometiéndome a escarnio, al odio y desprecio público así como a tener que padecer el procedimiento correspondiente a la inmerecida investigación administrativa en curso que me tiene por sujeto pasivo, obstaculizando el ejercicio –por mi parte– de la función para la que fui electo o votado por la ciudadanía de Porvenir sin razón objetiva alguna que lo justifique”.

NO CORRESPONDE A LA JUNTA

El presidente de la Junta Departamental, Braulio Álvarez, aseguró a EL TELEGRAFO que “no corresponde al cuerpo actuar en casos como estos, por convocatoria. En realidad, una vez transcurrido el plazo legal que tiene la Intendencia para responder el petitorio, no lo hace o su respuesta no satisface, el caso puede ser elevado a la consideración del Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA)”.
“La Junta sí puede actuar por acción propia, si un edil hace un pedido de informes o se pretende un llamado a sala”, agregó Álvarez.
Entredicho con cuadrilla
Una cuadrilla de la empresa Gofinal se encontraba realizando tareas de bacheo en La Lata, en el camino de acceso a Porvenir, cuando su presencia fue apreciada por el alcalde Ramiro Ayende, quien dijo a EL TELEGRAFO que “no sabía por qué estaban ahí, haciendo tareas de bacheo. No eran municipales y cuando la Intendencia envía personal siempre avisa al municipio. No pide permiso, avisa por cortesía para que todos estemos al tanto de las obras y lo que se lleva a cabo”.
“Como iba en mi auto particular, no me creyeron que era el alcalde cuando le pregunté al capataz qué estaban haciendo, por qué cortaban el tránsito y trabajaban en el camino, tapando baches, aunque no tenían aplanadora, lo que me llamó la atención”, agregó.
“Simplemente siguieron trabajando, lo que me pareció mal porque el municipio –la autoridad territorial– no sabía nada. Así que di parte a la policía para que interviniera, porque estaban haciendo un trabajo que nadie sabía por qué. O al menos a mí no me lo dijeron”, dijo luego Ayende.
De acuerdo al alcalde de Porvenir, “la Policía vino y habló con ellos y vi que decidieron irse. Eso fue todo, no hubo insultos ni nada. Estoy seguro que fue un error, probablemente del Departamento de Obras y nada más”.
Por su parte, el director general de Obras, Horacio Mársico, dijo que “es cierto, nos olvidamos de avisarle a la alcaldía, pero vimos el camino poceado, armamos un equipo y lo enviamos a hacer el trabajo. Nadie se había quejado porque le hiciéramos los trabajos, pero bueno, no hay problema”.
También destacó “la excelencia profesional de la policía, que fue llamada y actuó en todo momento muy bien, comprendiendo la situación y haciendo una intervención fluida”.