Nadie podía esperar que peleara por el título siendo, sin lugar a dudas, el combinado más amateur del torneo. Pero sí que el hecho de haberse colado nada menos que para jugar el Mundial de Egipto le permitiera a la selección de handball de Uruguay sumar experiencia que seguramente capitalizará a futuro, propiciando el desarrollo de la disciplina en nuestro país.
Ayer, los celestes cerraron su participación con una nueva derrota, en este caso ante Brasil por 37 a 17, pero no es una contradicción si se señala que el equipo que orienta Jorge Botejara hizo un excelente trabajo en esta primera e histórica participación mundialista.
Brasil, que tenía pensado llegar más arriba en el torneo y no pudo clasificar a los playoffs en los que se colaron los ocho mejores, demostró ante los celestes por qué es potencia a nivel del continente. Si bien ganó con claridad, Uruguay le hizo fuerza durante los primeros 15 minutos de partido, manteniéndose a dos goles de ventaja gracias a la buena actuación de su golero, Felipe González.
Luego, los brasileños comenzaron a rotar el plantel y a marcar la diferencia, mientras que a Uruguay le faltó juego y efectividad. En desventaja por 18 a 7 se retiró al descanso, Brasil siguió con la tónica en el complemento hasta que Uruguay pudo volver a marcar, y luego el trámite se hizo parejo, aunque dentro de la lógica superioridad brasileña.
Uruguay anotó por intermedio de Gabriel Chaparro (3), Gerónimo Goyoaga (3), Sebastián Vecino (3), Federico Rubbo (2), Alejandro Velazco, Gabriel Spangenberg, Bruno Méndez, Rodrigo Botejara, Diego Morandeira y Facundo Listón.
Uruguay se despidió con la cabeza en alto, realizando excelentes partidos ante Polonia y España en esta segunda fase, el main round, que cerró ante los brasileños. Antes, en la serie clasificatoria, había perdido ante Hungría y Alemania, y vencido sin jugar a Cabo Verde, que se retiró del torneo por el contagio de coronavirus de prácticamente toda la delegación.
