Restan detalles para terminar la nueva sede de UTEC en Paysandú

El 8 de marzo comenzará un nuevo año lectivo en la Universidad Tecnológica y en Paysandú todo parece indicar que para ese entonces se dispondrá de las nuevas instalaciones que se han estado construyendo en el antiguo local de la fábrica Paylana, sobre avenida Salto.
EL TELEGRAFO realizó junto a la coordinadora de la licenciatura en Análisis Alimentario, Anabella Estévez, una recorrida por las nuevas instalaciones, a las que apenas restan detalles para su finalización. Tanto, que ya se ha colocado parte del mobiliario que se empleará en el centro educativo.
Desde avenida Salto se accede a una luminosa recepción, donde también funcionará una secretaría, hay un área de transición en la que todavía se observa parte de las antiguas instalaciones industriales y luego se pasa a un largo pasillo en el que se dispusieron islas de asientos tipo puff, por el que se llega a lo que por ahora es una burbuja de modernidad en el contexto de la vieja fábrica. También cuenta con un elevador para servicio de las personas con problemas de movilidad.

PLANTAS PILOTO

En el centro del nuevo local hay una serie de mesas rodantes, que serán plantas piloto de operaciones unitarias, son seis estaciones, cada una con un equipo y diferentes conexiones. “Cada una de estas estaciones es como una miniindustria, que se va armando y desarmando según la clase que se va a dar, si es evaporación, separación de fases, todo eso”, indicó Estévez.
Todavía falta la decoración con ploteos que harán referencia a los alimentos con los que se trabajará en cada una de las salas que rodean ese espacio central, la primera desde la entrada, y en sentido horario, es la del Departamento de Tecnologías de Miel, luego está la sala Sensorial. “Cuando se diseña un alimento se crean paneles sensoriales, con gente, paneles entrenados para probar el diseño de un producto, una hamburguesa nueva, por ejemplo, se prueba a ver cuál es el mejor producto, cuál les gusta más, y hay distintas técnicas estadísticas, que se usan para elegir el producto más aceptado”, describió.
También hay salas de este tipo de Hortifruticultura, de Cárnicos y de Cererales, donde también habrá una cocina comunitaria. Se montó también un aula como para clases presenciales y en el mismo lugar también funcionará un laboratorio.
“Acá van a venir los más chicos a algunas clases teóricas, y venimos a las plantas piloto”, dijo la coordinadora.

COCINA

La cocina comunitaria es un lugar “que va a estar a disposición de pequeños emprendedores que no puedan acceder a una habilitación, es un lugar habilitado en el que pueden pedir agenda para venir a elaborar sus productos”. A estos efectos, cuando esté funcionando “se va a hacer difusión; a partir del curso (que se dicta a emprendedores junto al Centro de Competitividad) ya se han anotado varios, se les dará una hora, un día o dos, lo que necesiten según la producción”.
En los distintos ambientes también habrá espacios de convivencia, mesas con varias sillas, donde estudiar e intercambiar. Dispone también de espacios para depósito y en uno de ellos se conservó una escalera caracol original de la fábrica. En el área de servicios hay baños, incluso uno de ellos accesible, una kitchenette y una sala maternal con un sillón especial.

CAMBIOS

Estévez indicó que en esta primera fase la mayoría de las asignaturas quedan todavía en el Polo. “Acá vienen las de los más chicos, son básicamente teóricas, con algún práctico puntual”, señaló.
En las próximas etapas de obra, que todavía no tienen fecha, se construirán los laboratorios y el área administrativa, que hoy funcionan en el Polo de Nuevo Paysandú. Todavía no tienen fecha de realización.
“Acá estamos esperando que nos entreguen la llave, suponemos que después de Carnaval, había algunos detalles que cerrar todavía y nosotros empezamos las clases el 8 de marzo, esperamos que para esa fecha ya podamos empezar acá”, dijo.