Cuenta regresiva para definir a las autoridades del fútbol

Manzor aspira a continuar en la Liga por otro período, pero ahora tendrá rival.

Si se tiene en cuenta que el actual presidente de la Liga de Fútbol de Paysandú, Nelson Manzor, lleva 10 años en el cargo, está claro que el hecho de que tenga rival para las elecciones del próximo lunes 8, es toda una novedad.
Ese día no solo se elegirán las nuevas autoridades, sino que además se pondrán a consdieración los balances de 12019 y 2020, y sus respectivas memorias.
En épocas de pandemia y sin que ruede la pelota, la mayor expectativa pasa por saber el resultado de esa elección.
Manzor tendrá como rival a Pedro Dávila Collazo, a quien algunos clubes buscaron como alternativa.
Lo que está claro es que los desafíos son muchos e importantes, teniendo en cuenta que habrá que levantar un fútbol caído, al que la pandemia complicó demasiado, sin que encontrara una rápida reacción de quienes dirigen al fútbol del Interior.
Por estos lados, al menos, los clubes decidieron el pasado año no jugar por motivos económicos, y teniendo en cuenta además la incertidumbre en cuanto a la posibilidad de contagios la pelota no rodó.
Esto generó uno de los grandes temas que deberá resolver quien gane las elecciones: la libertad de los jugadores, dado que sin competencia durante un año, los reglamentos dicen que quedan libres. Ese es solo uno de los inconvenientes que deberá resolverse, ya que el menú con el que se encontrará el presidente será variado. El tema económico, más allá de que Manzor ha asegurado que la Liga está saneada, preocupa. Sobre todo por la situación de los clubes, y la incertidumbre sobre cómo se podrán hacer frente a las obligaciones una vez que, como se espera, la pelota vuelva a rodar, teniendo en cuenta la situación por la que se ha atravesado.
Pero también hay otro tema importante, y en el que coinciden los dos candidatos: la reforma en la manera de conducción de la Liga.
Tanto Manzor como Dávila Collazo entienden que ya no es viable continuar con la participación de delegados que representen a más de un club, por lo que barajan posibilidades de conducción.
Y en ese tema aparece también la intención de los grupos de interés, es decir jugadores, árbitros y entrenadores, que entienden que es el momento de sumarse a la conducción del fútbol local. Sobre el tema, más allá de alguna conversación, no ha habido expresiones claras.
La expectativa es grande, y podría decirse a esta altura que la definición puede ser apretada, cabeza a cabeza. Al menos por lo que indican los dirigentes clubistas, y hasta los propios candidatos.
Teniendo en claro, eso sí, que si se toma en cuenta los trascendidos sobre la cantidad de clubes que apoyaría a uno y otro al momento de las elecciones, todo es tan parejo que hasta se supera la cantidad de clubes que conforman la Liga.