En busca de la mejor estufa para combatir el frío

Los días son cada vez más cortos y eso no es novedad. A medida que nos vamos acercando al invierno vamos dejando las remeras de manga corta, las sandalias, las ensaladas y los helados. De a poco le damos la bienvenida a una buena comida de olla acompañada con una barra de chocolate, buzos de lana y medias polares que nos calienten el cuerpo. Y cuanto más frío se pone, empezamos a buscar opciones que también calienten el ambiente en el que estamos. Estufas a leña, doble combustión, a gas, eléctrica ¡Hay tanta variedad! Y en Barraca Sanitaria Paysandú están todas. Pero ¿cuál elegir? A continuación veremos ventajas y desventajas de cada una de ellas, para que coloques la que más te convenga, sin gastar de más.

Las estufas eléctricas son una opción económica, liviana y fácil de transportar, apta para personas que sufren alergias. Sus principales desventajas son su consumo elevado y que, si la habitación es mediana o grande no logra calentarla por sí sola. No obstante, es un buen complemento para otras calefacciones. Si el ambiente es pequeño, la estufa eléctrica es ideal ya que no emite gases contaminantes que perjudiquen nuestra salud.

Las halógenas y los caloventiladores entran dentro de las estufas eléctricas. Ambas calientan más y más rápidamente que la estufa eléctrica común: la primera porque es alta y gira, llevando el calor a todo su alrededor; y el caloventilador porque, como su nombre lo indica, es un ventilador que emite aire caliente.
Si el ambiente es mediano, las estufas a gas son muy recomendables. Son de las preferidas por los uruguayos porque no son costosas, calientan rápido, y el combustible que utilizan es económico y está a un llamado de distancia.

Además son súper fáciles de instalar y de mover de un lado a otro porque tienen rueditas. No son recomendables en lugares pequeños ni muy cerrados, porque consumen oxígeno y liberan CO2, aunque vienen con un sistema de corte de gas en caso de detectar poco oxígeno en el lugar. También traen termocupla, que permite detectar cuando la llama se apaga y así cortar el suministro de gas. Sin perjuicio de lo cual recomendamos apagarlas antes de irse dormir.

La estufa más folclórica por lejos es la estufa a leña. Divina a la vista y apta para asar chuletas y choricitos, pero poco eficiente, ya que el calor se escapa por todos lados.

Sin embargo, si está bien ubicada, puede calentar un ambiente por sí sola. Utiliza gran cantidad de leña. Las hay de material, de hierro, de ladrillo. Requiere mantenimiento anual, como deshollinar la chimenea para evitar accidentes, y tampoco es recomendable tenerla prendida sin supervisión.

Y, si de leña hablamos, están las estufas llamadas de “doble combustión”, mucho más eficientes y más seguras que las tradicionales, pero que mantienen la calidez y la belleza del fuego. E incluso vienen accesorios que permiten usarlas para asar esas chuletas que tanto nos gustan. Son costosas, pero utilizan menor cantidad de leña que una estufa tradicional. A la larga, se pagan solas por su eficiencia.

Además, solo una de estas puede calefaccionar toda una casa sin necesidad de complementarlas con un electrodoméstico. No emiten gases ni humo, y son limpias, así que las personas alérgicas pueden colocarlas sin problemas. Y, al tener puerta, es posible dejarla prendida cuando nos vamos a dormir.

Hay mucha variedad de estufas bajo el sol invernal uruguayo. Así que, si aún te quedan dudas, pasá por el salón de ferretería de Barraca Sanitaria Paysandú para que un experto te asesore. También podés llamar por teléfono o visitar la web.

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