Perro que mató en Artigas a 442 ovinos generó pérdidas por más de USD 60.000

La presencia de perros sin dueños sigue siendo uno de los principales inconvenientes que tiene el sector ovino de nuestro país.

Un perro que llevaba más de 442 ovinos, entre mordidos y muertos, en la zona que se extiende desde Javier de Viana a Topador, afectando en el proceso a un importante grupo de productores, fue finalmente muerto por otros canes después de ser visto nuevamente atacando a un majada en esa zona del departamento de Artigas.

Si bien se organizaron cuadrillas de búsqueda del can, el mismo era esquivo a productores y trabajadores rurales, que recorrían una vasta zona para ubicarlo.

Luego de varias recorridas, este fin de semana dos trabajadores en un predio de la zona, se dispusieron a buscar la majada para dejarla en un potrero cercano a la casa del predio, sostiene la información brindada por Faxlana. Al llegar al lugar se encontraron con el perro atacando las ovejas y teniendo en cuenta que no estaban armados, decidieron ahuyentar al animal. Al realizar esta acción, los perros del predio, que acompañaban a los trabajadores, salieron rápidamente a atacar al can y luego de una lucha entre los animales, los canes del establecimiento le dieron muerte.

En el recuento que se realizó por más de 12 productores de la zona, se afectaron hasta el fin de semana más de 700 ovinos, entre capones, borregos y ovejas, en algún caso preñadas. Teniendo en cuenta esta cifra, y que la gran mayoría estaba con lana y en el caso de las ovejas preñadas además del vientre también se perdieron los corderos, los productores estimaron que las pérdidas superan los U$S 60.000. Pérdidas que son irrecuperables, ya que el can no tenía un dueño responsable, ni quien se pueda hacer cargo de los perjuicios que ha causado durante todo este tiempo. Tenía un chip que lo identificaba, pero no había sido registrado en el sistema.

Esta problemática no es nueva y ha generado la salida de varios productores del rubro en distintos puntos del país. En las últimas semanas también se conocía el relato de Douglas Cortela, productor de Colonia, que padeció la misma situación pero con animales de plantel, con muchos años de avance genético, incluso animales que participarían en las exposiciones.