Murió Raffaella Carrá, primera gran estrella que actuó en Paysandú en los años ochenta

Así se veía el Estadio Cerrado la noche del show de Raffaella Carrá.

Raffaella Carrá impactó a buena parte del mundo hasta con su muerte, registrada ayer y anunciada por su pareja, Sergio Japino. Vivía en Roma desde que se declarara el confinamiento por la pandemia de COVID-19. La causa de su muerte aun es misteriosa, pero según Japino llevaba algún tiempo soportando una enfermedad no identificada. De hecho, no se sabía de esa situación, razón por la cual su fallecimiento fue una verdadera sorpresa. El pasado 18 de junio cumplió 78 años. Había nacido en plena Segunda Guerra Mundial, en Bolonia, norte de Italia, en 1943, como Rafaella María Roberta Pelloni.

La noticia, de inmediato, rescató vivos recuerdos del 11 de marzo de 1981 (Administración Walter Belvisi). Han pasado 40 años y poco menos de cuatro meses de aquella noche en la que no quedó lugar ni para poner un alfiler en el ECM (entonces se lo llamaba así, Estadio Cerrado Municipal, hoy 8 de Junio). Fue en la que Raffaella Carrá presentó su show Rafaella año 2000, la noche que –como escribió luego en EL TELEGRAFO José A. García Dantaz– Rafaella “veni, vidi, vici”. Fue el primer gran show internacional en el estadio cerrado, seguido por un ciclo a lo largo de varios años, aproximadamente hasta 1984, del que participaron artistas internacionales de primer nivel. Pero especialmente aquella noche, una multitud ocupó cada espacio posible –y varios casi imposibles– del estadio. Nunca más se lo vio tan repleto. La cancha convertida en platea VIP, el escenario en la tribuna Norte, construido ahí mismo, para ese show de la blonda italiana. El resto de las tribunas abarrotadas, incluyendo los pasillos superiores.

Era otro mundo, eso sin dudas. Ni Internet, ni smartphones, ni coronavirus, ni mil cosas más. Sí estaba, aunque ya en proceso de caducidad, la dictadura; y ese mismo día asumía Augusto Pinochet en Chile. Ver a Raffaella Carrá, escuchar sus canciones en vivo, ver su cuerpo de baile, la escenografía, las luces “pintando” el escenario, era una oportunidad que no podía perderse. Los N$ 50 que costaba la entrada general no fueron impedimento. Familias enteras, parejas de novios que hoy probablemente tendrán nietos.

Tras actuar en Salto el 10 de marzo, vino a Paysandú y estuvo con la prensa en la Dirección de Cultura, en la sala hoy llamada Elsa Morales. Tenía entonces 38 años y era una gran diva, no solo en Italia sino también en varios otros países europeos y América. En Paysandú expresó un deseo que nunca pudo cumplir: “Yo pienso trabajar dos años en esto, no más porque es muy difícil y me encantaría dejar todo este momento mágico, este camino estupendo pero irreal, porque la vida real es hacer las compras y todo eso que yo no hago. Por eso termino esta carrera y pienso ocuparme a nivel creativo”.

Pero lo que vino después fue la parte más sólida de su carrera, especialmente en la televisión italiana y española. Paysandú no la olvida, especialmente por ser el comienzo de una era de grandes espectáculos internacionales. “Raffaella Carrá deslumbró a todos”, escribí por entonces. “Cada época trae consigo sus triunfadores. Gente que, luego, queda dentro de ese período, contribuye a definirlo. Carrá es un ejemplo”, apuntó García Dantaz.

Y ahora, de pronto, la diva se ha ido “a un mundo mejor” como anunció Japino. Indudablemente, hizo cantar y bailar a millones de personas. No tuvo una voz particularmente notable. Mas su valor es incuestionable en sus líricas. “Lucas” es un ejemplo claro, prohibida en Argentina, que platea con claridad la homosexualidad. También “enseñó” a las mujeres a ser libres en sus dormitorios, con canciones que hoy son una especie de himnos pop sexuales como “Tuca tuca”, “En el amor todo es comenzar” y “Feliz cumpleaños”. Y, por supuesto, “Hay que venir al Sur”, con una letra –para entonces– de fuerte contenido sexual, donde aseguraba que “Lo importante es que tu vayas cuando quieres tú”, defendiendo la libertad de opción sexual.

Hizo teatro, cine y televisión, además de recorrer con sus canciones los escenarios del mundo. Le ofrecieron un contrato de 5 años en Estados Unidos y lo rechazó. Tenía razón. Su programa “Fantástico” en la televisión italiana, tuvo una audiencia promedio de 25 millones de personas. Fue una artista completa, que queda reflejada en “Explota, explota”, la comedia musical del director uruguayo Nacho Álvarez a punto de estrenarse en Uruguay.

“Por si acaso se acaba el mundo/ Todo el tiempo he de aprovechar” canta al inicio de “Hay que venir al Sur”. Lo cumplió. Una verdadera estrella, que se fue en silencio, pero será recordada siempre. En Paysandú, los miles de personas que estuvieron en aquel show del 11 de marzo de 1981 con un sabor especial. El siempre vigente “Yo estuve allí”. E.J.S.