Cómo están actualmente los acuerdos comerciales buscados por Uruguay, más allá del TLC con China

(El País)
En los últimos tiempos está sobre la mesa el posible TLC con China, pero la apertura al mundo que pretende el gobierno de Lacalle Pou también pasa por otros acuerdos. Uno en que el gobierno de Tabaré Vázquez hizo más hincapié en su momento fue el de Mercosur-Unión Europea, que avanzó en sus negociaciones. Incluso se dieron por concluidas, pero no se llegó a firmar.

Los analistas señalan que Uruguay “ha hecho todo y más” para la firma de ese acuerdo sin el éxito final esperado, y actualmente las perspectivas de que entre en vigor están muy lejos, según todos coinciden. Existen múltiples razones por las que la Unión Europea aún no ha firmado, desde su política agrícola a preocupaciones medioambientales, pasando por diferencias entre los gobiernos de Francia y Alemania con la política del presidente brasileño Jair Bolsonaro en esta materia.

Todo indica que mientras Bolsonaro siga en el poder, las chances de que la Unión Europea retome este acuerdo son pocas, pero están.
La asociación estratégica entre el Mercosur y la Unión Europea implicaría la integración de un mercado de 800 millones de habitantes, con más de 100.000 millones de dólares de comercio bilateral de bienes y servicios.
La Alianza del Pacífico es, eventualmente, otro escenario para Uruguay. Esta alianza, integrada por México, Perú, Colombia y Chile es una iniciativa de integración regional, en pro de un mayor “crecimiento, desarrollo y competitividad” de las economías de sus países miembros.
Dicho esfuerzo conjunto es considerado uno de los procesos de integración más exitosos de la región y ha generado interés internacional. Sin embargo, en la medida en que Uruguay ya mantiene acuerdos con algunos de esos países (México y Chile), esa alianza nos sería un foco de especial atracción.
Más ambicioso sería apuntar al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés), el cual busca rebajar las barreras comerciales, reforzar estándares de derecho del trabajo, derecho ambiental y establecer un marco común de propiedad intelectual, entre otros frentes. Se trata de uno de los mayores tratados de libre comercio que funcionan en el mundo, entre varios países de la Cuenca del Pacífico, Claro, Uruguay tiene que priorizar y organizar sus necesidades e identificar las posibilidades reales.
Por último, durante la Cumbre Climática COP26, el gobierno uruguayo aprovechó la oportunidad para avanzar en acuerdos comerciales con Estados Unidos.

DETECTARON 166 CASOS; DOS FALLECIDOS

(SINAE)
Este sábado que se llevaron a cabo 8.579 análisis y se detectaron 166 nuevos casos de COVID-19. De los 166 nuevos casos, 53 son de Montevideo, 45 de Canelones, 23 de Maldonado, 13 de Tacuarembó, 8 de Rocha, 7 de Colonia, 4 de Treinta y Tres, 3 de Durazno, 2 de Cerro Largo, 2 de Florida, 2 de Salto, 1 de Artigas, 1 de Lavalleja, 1 de Paysandú y 1 de San José.
Se registraron dos fallecimientos con diagnóstico de SARS-CoV-2. Hasta el momento son 6.112 las defunciones con diagnóstico de COVID-19.
Actualmente hay 2.015 personas que están cursando la enfermedad, 14 de ellas en centros de cuidados críticos.

DIFIEREN SOBRE ADELANTO DE HORA

El ministro de Turismo, Tabaré Viera, dijo que es partidario de adelantar la hora en verano y anunció que la cartera consultará a los operadores turísticas sobre la pertinencia de la medida.
Viera aseguró en el programa Quién es quién de Canal 5 y en Diamante FM que está a favor de adelantar una hora siempre que haya “argumentos probados”, ya que “es lo que tiene que hacer el gobierno”. “Justamente trabajar técnica y científicamente para tomar decisiones acertadas”, sostuvo.
Por su parte, Silvia Emaldi, presidenta de UTE, dijo que adelantar la hora durante el verano “no es algo que modifique o cambie” el consumo. La jerarca dijo que años anteriores se cambió porque había un déficit.
“No es algo que modifique o cambie en nuestro consumo; se desplazará a otros horarios, sobre todo al tener las tarifas inteligentes ese efecto no debe sentirse tanto tampoco”, declaró a la radio Universal.
Comentó que cuando se instaló el cambio de horario, entre 2006 y 2014, fue para ahorrar energía porque en Uruguay se producía la energía eléctrica “con el petróleo o con las represas hidráulicas, el petróleo estaba muy caro, e implicó ahorrar en una temporada entre ocho y 10 millones de dólares”.