“Lola” Moreira, entre Tokio y el oro de los Panamericanos

Dolores Moreira disfruta de los últimos días de tranquilidad, sabiendo que el 7 de enero comenzará con una intensa pretemporada pensando en lo que se viene.
¿Qué tiene proyectado la velerista olímpica sanducera? Por el momento en la agenda solo figura la disputa del Sudamericano de Laser Radial a desarrollarse en marzo en Punta del Este, y la posibilidad de en febrero competir en Mar del Plata.
“La verdad es que todavía no sabemos qué campeonatos vamos a hacer. En principio está el Sudamericano, pero queremos hacer algún campeonato antes”, dijo “Lola” a EL TELEGRAFO haciendo referencia a su equipo de trabajo.
El motivo de que esa agenda esté holgada es que “no hay nada confirmado a nivel internacional por todo ese rebrote de Covid; directamente no se confirmó el calendario internacional y, por ejemplo, del Circuito Mundial no hay novedades”
Es por eso que “vamos a intentar movernos dentro de Sudamérica”-
Este 2021 que está a horas de bajar la persiana fue más que positivo para “Lola”, que vivió una nueva experiencia olímpica y terminó la temporada con el oro de los Juegos

Panamericanos Juveniles.

Pero la sanducera no quedó conforme con lo que fue su presencia en la cita olímpica de Tokio.
“El año fue bueno y malo a la vez porque siento que los Juegos no reflejaron todo el trabajo que hicimos durante todo el año. Pero más allá de eso tuve otros buenos resultados como el Sudamericano y el Panamericano Juvenil. Estoy cerrando contenta el año porque los últimos campeonatos fueron muy buenos, pero los Juegos fueron difíciles”, reconoció la velerista sanducera.

Esa espina llamada Tokio

La realidad es que Tokio es una espina que “Lola” no puede sacarse.
“Me sacaron mucha ventaja en el tema físico y no podía hacer nada. Tuvimos viento todos los días. En los últimos cuatro meses hicimos un plan para subir de peso pero no llegué al peso que están todas. Igual, lo bueno es que aumenté en el último año ocho kilos en masa muscular”, contó, Igual, “todavía estoy unos kilos abajo, así que hay que seguir trabajando”.
Hay una realidad, que para muchos es impensada: la tarea de preparación de Moreira fue durísima e incluyó “el acostumbrarme a tener que comer”.

Cuestión de peso

“Había días que no podía terminar el plato, así que esperaba un rato y cuando bajaba un poco la comida, seguía, porque tenía que cumplir con lo que me mandaba la nutricionista. Incluso iba al gimnasio y me mandaban todos los días a llevar maní y frutos secos para comer mientras entrenaba”, recordó. Y sí: “fue un año durísimo en lo físico”.
“Había días en los que hacía tres turnos de gimnasio. Fue difícil. costó mucho. Cuando tuve una semana que era pico –nunca entrené tanto como en esa semana–, terminaba muerta y dormía 12 horas por día porque el esfuerzo era enorme”.
Pero rindió sus frutos. “Se notó en los Juegos Panamericanos. Charlotte (Rose, estadounidense) me sacaba mucha ventaja en Lima (en los Panamericanos de 2019), al punto que quedó primera en la medal race y yo última, lejos. Y ahora me alejé yo, le saqué ventaja. Se notó el trabajo, y el equipo estaba contentísimo. Y en Cali ¡se sopló todo!”, resumió.
Por eso, reconoce que “si hoy fueran los Juegos estaría mucho más tranquila”, aunque no deja de reconocer que “en Tokio cometí muchos errores tácticos, no le atribuyo solo a lo físico los malos resultados. Pero la realidad es que teniendo un buen estado físico cercano a lo que sería lo ideal, es como un problema menos. Se pueden cometer errores pero recuperarse”. Ahora, “la idea es poder mantener el peso e incluso intentar subir más. Arrancamos el 7 con dos semanas de reacondicionmiento físico y luego pretemporada en Punta del Este”.