Una alimentación saludable en Navidad y Año Nuevo, para sobrevivir a elevadas temperaturas

La costumbre lleva al consumo de excesos de grasa, sal y calorías que pueden sustituirse por carnes magras y verduras.

Uruguay recibirá la Nochebuena y Navidad con altas temperaturas, ausencia de precipitaciones y una ola de calor que continuará, en tanto los registros de la semana anterior se repetirán en los próximos días.
Este viernes 24, las temperaturas se ubicarán en torno a los 40ºC al norte del río Negro, y el 31 se mantendrá la tendencia, con baja probabilidad de precipitaciones.
Con la llegada de las fiestas tradicionales, aumenta la ingesta de alimentos y la combinación con otros que contienen altas calorías, además de exceso de sodio o azúcares. En forma paralela, se incrementa el consumo de alcohol y refrescos, que no aportan a una correcta hidratación.

De otro hemisferio

La licenciada en Nutrición y Jefa del Servicio de Alimentación de Comepa, María Rotti, puntualizó que “nuestras costumbres no son acordes a la estación que vivimos en estas fiestas, sino que corresponden al hemisferio norte, donde el clima es otro. En realidad, consumimos por tradición, algo que no es acorde a nuestro organismo”.
La primera recomendación apunta “a hidratarse y tomar mucha agua por las altas temperaturas. Tratar de que las comidas sean lo más frescas posibles y elegir las carnes blancas, como pollo o pescado, que son más fáciles de digerir que las carnes rojas. Por tradición se comen carnes rojas o de cerdo, si bien hay que tener en cuenta que el carré –por ejemplo– es bastante magro”, dijo a EL TELEGRAFO.
Entre las preferencias del público uruguayo, se encuentran el clásico asado, cordero o lechón. “En lo posible hay que tratar de acompañarlo con ensaladas frescas y no llegar con tanta hambre. Ese día de Navidad o Año Nuevo, debe ser un día común y respetar las rutinas de desayuno, almuerzo y cena, además de las colaciones. Y no comer como si no hubiésemos comido en todo el día”.
Las previas y las sobremesas forman parte del menú habitual, tanto al mediodía como a la noche. “Es habitual comenzar por las picaditas y después vienen los platos principales. Pero es importante que se elaboren con alimentos más livianos”.
Sin embargo, la costumbre indica que las picadas se caracterizan por su alto contenido de sodio, como embutidos, quesos, fiambres o snacks. “Sugiero agregar otro tipo de cosas, como los bastones de zanahoria o palmitos. Y cambiar el maní salado por el maní sin sal. Consumimos muchos productos con sal, cuando en realidad deberíamos suprimirla porque impide que se produzca la hidratación en el organismo”.
Los refrescos, que suplantan a los jugos naturales y el agua, contienen elevados niveles de azúcares. “Y en este caso también se consumen con exceso por el calor, pero puede suplantarse por agua saborizada de elaboración casera”.
Los postres transcurren entre turrones o budines de fruta abrillantada que “son sumamente calóricos y también se consumen en Europa porque el invierno lo amerita”. O con el alcohol, en cuya mezcla se confunden bebidas destiladas con fermentadas.
“Con el alcohol, la mezcla es tremenda. Siempre es mejor empezar con una y terminar con el mismo tipo de bebida. Tampoco es necesario tomar mucho debido a las altas temperaturas. Y ni que hablar si hay que manejar un vehículo al terminar el encuentro. Es decir, son días de exceso que se ven en los días siguientes con los problemas gastrointestinales”.

Sugerencias de menú

Rotti sugiere que el 25 y el 1º, “se opte por ensaladas frescas, un salpicón de pollo o algo elaborado con atún. También es necesario el consumo de frutas y verduras que deberán lavarse muy bien, porque vemos habitualmente pacientes con diarrea por saltarse el paso de un buen lavado. Durante estas fechas, tratar de mezclar las carnes rojas y blancas, que es una recomendación para cualquier época del año. Evitar las frituras que, en realidad, hay que evitarlas siempre”.
Y en el caso de rutinas de ejercicios, “no suspenderlas, pero si eligen caminatas, evitar hacerlo en horas inapropiadas. En la sobremesa evitar el exceso de alcohol y usarla para hacer la digestión y no acostarse enseguida”.

Vulnerables

Rotti destacó que la población con mayores vulnerabilidades requiere mantener sus dietas habituales. “Si son diabéticos o hipertensos, estos días son cruciales. Es necesario ser prolijo y no abusar. Debemos recordar que es Navidad o Año Nuevo, pero que no se termina el mundo”.
Y para todos, en general, la hidratación correcta se consigue de una única forma. “Es puramente agua. Ni siquiera el mate o el té. Es sólo agua. Ese es el líquido para hidratarse y nunca esperar a tener sed para tomar agua porque es un síntoma de deshidratación”.
La licenciada en Nutrición recalcó que “se debe tener en cuenta que los adultos mayores y los niños se deshidratan fácilmente. Hay que ofrecerles agua cada una hora, porque lo ideal es el consumo de dos litros diarios”.