Variante ómicron es más contagiosa aunque no implicaría más peligroso

Hace algunos días la aparición en Sudáfrica de una nueva variante de coronavirus que presentaría mayor riesgo de infección, denominada ómicron, ha despertado el alerta mundial e incluso muchos países han optado por cerrar sus fronteras, cancelando vuelos desde aquellos países en los que se detectó. Más allá de que fue caratulada por la OMS como “variante de preocupación”, en mérito a que se trataría de una cepa con mayor capacidad de contagio, los expertos científicos se muestran más cautos, considerando que es necesario contar con mayor información e incluso la doctora Angelique Coetzee, que fue quien primero alertó a las autoridades sudafricanas de la posible existencia de una nueva variante, aseguró que los pacientes afectados solo han tenido síntomas muy leves.
“Lo que estamos viendo ahora en Sudáfrica –y recuerden que estoy en el epicentro–, es extremadamente leve”, dijo la presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica al presentador de la BBC Andrew Marr en conexión desde Pretoria. “No hemos hospitalizado a nadie aún. He hablado con otros colegas y el panorama es el mismo”, aseguró Coetzee.

En la entrevista, la médica explicó que el 18 de noviembre apareció un paciente de alrededor de 30 años que decía llevar días sintiéndose cansado y con dolor en el cuerpo. Tenía un poco de dolor de cabeza, picazón de garganta, sin tos ni pérdida de gusto u olfato. A Coetzee estos síntomas le resultaron inusuales, por lo que realizó un test rápido, en el que el paciente y su familia dieron positivo por COVID-19. De acuerdo a lo expresado por la profesional, todos tenían síntomas “muy, muy leves”.

Consultada sobre si ha sido precipitado tomar medidas restrictivas como las que adoptaron el Reino Unido, Estados Unidos o Israel, de cancelación de vuelos de Sudáfrica, opinó que “en este punto, sí, definitivamente. Quizá en dos semanas estemos diciendo algo diferente”.
La profesional no descartó que la variante ómicron ya circule por los países que están adoptando restricciones de viaje. “Sus médicos pueden estar enfocados en la variante delta y pasarla por alto, porque es fácil pasarla por alto. Si no fuese por el hecho de que nosotros en Sudáfrica no habíamos visto casos de COVID-19 en las últimas semanas, también la habríamos pasado por alto”, apuntó.

NO PASAR DE VIGILANCIA A ALERTA

“Hasta que no dispongamos de resultados de laboratorio y de datos epidemiológicos y de vigilancia genómica que nos demuestren una mayor transmisibilidad, o mayores posibilidades de escape frente a la respuesta inmunitaria, no es razonable pasar de vigilancia a alerta o, menos aún, a alarma. La razón esgrimida por la OMS para declararla como Variante de Preocupación (VOC por sus siglas en inglés) es que puede estar asociada a un mayor riesgo de infección, si bien no hay todavía información pública que respalde esta afirmación”, concluye por su parte el doctor Fernando González Candelas, catedrático de Genética, responsable de la Unidad Mixta de Investigación; Infección y Salud Pública; Fisabio-Universitat de Valencia en su artículo publicado en “The Conversation” y reproducido por la BBC en un informe.

El profesional explica que “la secuencia genómica de la variante ómicron (linaje B.1.1.529 en el sistema Pango, o linaje 21K de NextStrain) muestra 55 mutaciones respecto al virus original de Wuhan, 32 de ellas situadas en la proteína S o espícula, la más importante por su papel en la infección de las células y la respuesta inmunitaria. Muchas de esas mutaciones se han detectado previamente en variantes de preocupación (VOCs) o de interés (VOIs) del virus, como las mutaciones N501Y (presente en las VOCs alfa, beta y gamma), las T95I, T478K y G142D (todas en delta), o se ha demostrado su papel en la interacción con el receptor celular ACE2 (S477N, Q498R), o se encuentran en regiones de unión de algunos anticuerpos (G339D, S371L, S373P, S375F)”.

“Esta acumulación de mutaciones con efectos conocidos ya es motivo de interés y preocupación, pero todavía se tienen que realizar los experimentos adecuados para demostrar sus efectos cuando se encuentran simultáneamente”, agrega.

“Los efectos de dos mutaciones no son siempre aditivos y las interacciones (epistasias en lenguaje técnico) pueden ser tanto en sentido positivo (aumentando el efecto de cada una) como negativo (disminuyéndolo)”, aclara.

LAS MISMAS HERRAMIENTAS

En cuanto a cómo cuidarnos para protegernos de esta nueva variante, el especialista asegura que “por el momento, tenemos las mismas herramientas que contra las demás: vacunar, usar mascarillas, mantener distancias, ventilar los recintos cerrados, es decir, reducir al máximo la exposición y circulación del virus, aumentar la población inmunizada en todos los países del planeta, limitando las oportunidades de que aparezcan nuevas mutaciones en el virus”.
“Aunque pensábamos que tras la variante delta sería difícil que aparecieran variantes de preocupación, la variante ómicron nos ha vuelto a sorprender. Con independencia de que tenga o no las graves consecuencias que justifican su declaración como VOC, es evidente que la evolución del SARS-CoV-2 puede seguir deparando sorpresas. Cuanto antes reduzcamos esas posibilidades, mejor para todos”, sostiene.

“TOCA SER PRECAVIDOS”

“Que el virus cambie es perfectamente esperable, pero esta variante ha acumulado más mutaciones que otras, y nos preguntamos por qué; se especula con que Sudáfrica es un país donde hay mucha incidencia del Virus de Inmunodeficiencia Humana y muchas personas con un sistema inmunodeficiente. En esas condiciones, el virus ha podido evolucionar más libremente. Con un sistema inmune más potente el virus cambia menos”, explica por su parte la doctora Isabel Sola en entrevista con EFE, al ser consultada sobre si era previsible o no la evolución de este coronavirus. La profesional trabaja en el Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y codirige el grupo de coronavirus en este centro, donde lidera, junto a Luis Enjuanes, uno de los grupos que busca una vacuna contra el SARS-CoV-2.
Respecto a si el presentar muchas más mutaciones que otras variantes, la vuelve más letal o virulenta, la especialista responde que “no tiene por qué. Han aparecido más cambios. Eso quiere decir que el virus ha tenido más libertad para cambiar, y esas mutaciones le dan al virus una ventaja. Pero algunas de esas mutaciones pueden ser neutras, y no dar lugar a ningún cambio de comportamiento. Otras pueden, sí, dar lugar a un cambio de comportamientos, pero no tiene por qué ser más virulento; y sería posible incluso que el virus se atenuara y perdiera virulencia. La atenuación es una posibilidad bastante lógica en la evolución de un virus”.
Sobre cómo prevenirnos, Sola asegura que “las medidas no farmacológicas que ya conocemos (mascarilla, higiene, distancia o ventilación) son efectivas frente a cualquier variante. Las vacunas posiblemente conserven efectividad también”.
“Ahora toca ser precavidos, y conviene mantener la vigilancia para ver cómo se comporta, cómo respira el virus”, sostiene.
Preguntada sobre si se justifica desde el punto de vista científico la reacción de alerta y de alarma que se ha desatado en muchos países ante esta nueva variante, considera que “sí, porque el virus ha cambiado y hay que saber en qué se traducen esos cambios. Hay que pensar que cualquier cambio que se produce en un virus es porque al virus le viene bien. Se podría pensar, es una posibilidad, que el virus se va a transmitir mejor. De momento, y ante eso, cuidado, alerta, y la guardia bien alta”.
En cuanto a si las vacunas que se están administrando son efectivas contra la nueva variante, Sola respondió que “se está ya comprobando en los laboratorios”.
En su visión, “diría que con las mutaciones que ya tiene el virus podría ser que disminuyera algo la efectividad de las vacunas, pero que no la pierda del todo y sea similar a la que tenemos ahora, pero son conjeturas, porque hay que basarse en los resultados experimentales que ya se están haciendo. Y eso tampoco significaría que las vacunas ya no funcionan, porque la inmunidad son los anticuerpos y más cosas, pero nos darían ya una idea muy buena de cómo puede el virus escapar a la inmunidad que ya tenemos”.