A 30 años de haber sido izada por primera vez: “La bandera habla del orgullo de pertenecer a este lugar”

Se conmemoró ayer el trigésimo aniversario del primer izamiento de la Bandera de Paysandú, aun cuando la fecha exacta fue el lunes 8 de junio de 1992. Ese día, a las 10.20, los entonces escolares Verónica Salgado (Quinto Año, escuela 95) y Alejandro Kirchmeir (Sexto Año, escuela 34 de Buricayupí) izaron la bandera que hoy identifica al departamento. Ayer la ceremonia se realizó en el mismo lugar, el Monumento a los Defensores, en plaza Constitución, frente a la basílica. En aquel 1992, la ceremonia se cumplió sin lujos, ante los 2.000 evacuados debido a la creciente que golpeaba la zona portuaria, con el río a 8,48 metros sobre el cero.

El creador de la bandera, Silvio Giordano, estaba presente, sin poder ocultar la emoción. También autoridades departamentales encabezadas por el intendente Nicolás Olivera. A diferencia de lo ocurrido 30 años atrás, cuando el acto debió culminarse bajo el atrio de la basílica ante una fina llovizna, el sol brilló en la fría mañana de ayer.

Giordano dijo que “Paysandú festeja nuevamente la denominación de ciudad. Se festeja ser sanduceros, ser nosotros en un momento donde es tan común ver y adoptar costumbres que no son nuestras, hasta en un lenguaje que muchos no lo entienden. Paysandú celebra con su gente ser de este lugar, con el orgullo que nace del corazón. Este sentimiento posiblemente sea el que lleva a que tratemos de exteriorizarlo, mostrando nuestra bandera, estemos donde estemos, compitiendo o simplemente de viaje. Parece que no nos basta con ser simplemente uruguayos, queremos demostrar que somos sanduceros”.
“Sobre todo somos sanduceros”, destacó Giordano antes de subrayar que “nacimos aquí y con orgullo mostramos un símbolo que nos representa, nuestro lugar de pertenencia”.

“Justamente este lugar tan cargado de historia es nuestro terruño, el lugar donde Artigas tuvo ese Protectorado de los Pueblos Libres. Es allí, en Purificación donde hoy está ubicada la estancia El Hervidero donde Artigas izó la bandera que tomamos como base, que hoy nos representa, símbolo de nuestra grandeza, de nuestra decisión por la república y la sangre derramada para sostener nuestra libertad e independencia”, agregó más adelante.
Explicó que en la bandera, “en el centro se ubica la flor de mburucuyá, comúnmente conocida como la flor de la pasionaria, perteneciente a la flora autóctona y latinoamericana, con el color violáceo que toma en nuestro país, hemos tomado esta flor como símbolo de sacrificio. La pasionaria representa la muerte de Cristo, quien como Paysandú entregó su vida por sus semejantes”.

“Sus tres pistilos rojos quebrados al medio, representan las tres Defensas heroicas de Paysandú, los hechos gloriosos en la gesta de nuestro pueblo”, agregó.

“HABLA DEL LUGAR DESDE DONDE UNO VIENE”

El intendente Nicolás Olivera recordó al desaparecido Jorge Larrañaga, quien por entonces estaba al frente de su primer periodo como intendente. “Han pasado 30 años de no solamente quien se dedicó a pensarla que luego ganó en un concurso y hoy es nuestra bandera, sino también de quien llevó adelante y tomó la decisión como gobernante de darnos a los sanduceros un emblema más, realizado en la Administración de Jorge Larrañaga que llevó esta y muchísimas otras iniciativas que hoy nos definen”.

“Una bandera habla del lugar desde donde uno viene y transita su vida, habla del orgullo de pertenecer a este lugar, de sentirse parte. No solamente es un orgullo, también es una responsabilidad el vivir en el lugar”, resaltó el intendente.
Olivera hizo referencia a la historia sanducera, principalmente el general Leandro Gómez, quien defendió a Paysandú y terminó fusilado el 2 de noviembre de 1865 tras una férrea y heroica Defensa de 33 días, con apenas una guarnición de unas mil personas, ampliamente superada en número. “Por eso nos dicen la Heroica, porque resistimos”.

“Una bandera simboliza el recuerdo, una memoria, el ADN de lo que somos” y más allá de que los departamentos tengan su propia bandera “no sé si en otro departamento se vive tan intensamente el sentido de pertenencia como el que tenemos nosotros”, resaltó.
“Me encanta llevar la bandera y tenerla presente en cada lugar en el que estamos; Paysandú es el lugar más lindo en el mundo para vivir”, subrayó Olivera.