A El Rumbo no hay con qué darle; gana la Marcha de caballos Criollos por segunda vez consecutiva

A esta altura, a la cabaña sanducera El Rumbo de Gustavo Souza no hay con qué darle. Y el término está bien utilizado si tenemos en cuenta que con la Marcha número 51 ganada ayer en Florida con Payasa Rumbeadora –segunda consecutiva tras obtener la dorada del año pasado en Salto–, y las diferentes pruebas de Enduro obtenidas a lo largo de los últimos años, se ha convertido en el establecimiento criador de ejemplares de rusticidad y resistencia por excelencia de la raza Criolla.

Y la experiencia obtenida a lo largo de los años por Gonzalo Souza, más el cabal conocimiento del ejemplar criollo que cabalga, determina que se dé lujos como el de este domingo, de dejar que otros participantes salgan adelante y lleguen primeros a la meta, cuidando a sus más inmediatos seguidores y manteniendo el ritmo de la prueba a su gusto.
Desde el arranque de los últimos 40 kilómetros de este domingo, el jinete sanducero tomó las riendas de la prueba. Cuatro participantes arrancaron en punta y salieron a buscar diferencias, pero Souza, viendo la distancia en minutos que tenía con ellos, salió a buscar su ritmo procurando mantener la distancia con quienes en la general por minutos se encontraban más cerca.
Mientras algunos competidores pretendían mantener un ritmo al galope, el binomio sanducero por varios momentos de la prueba lo hacía al trote largo, administrando las fuerzas, y llegando al final de los 40 kilómetros recorridos a menos de un minuto de los que arribaron primero.
De esta manera, El Rumbo logra su octava Marcha Funcional ganada en Uruguay desde el año 2005, cuando Gonzalo Souza montó a Cuchu Rumbeador. En 2008 fue con Avispa Rumbeadora; en 2010 con Tormenta Rumbeadora; 2011 con Pimienta Rumbeadora; 2018 con Dorada Rumbeadora; 2021 con Roseta Rumbeadora, y la edición número 51 con Payasa Rumbeadora. Pero a estos logros hay que sumarle las dos internacionales obtenidas, una en Yaguarón, Brasil, y la otra en Gualeguaychú, Argentina.

PAYASA RUMBEADORA

Payasa Rumbeadora, la rosilla ganadora de la Marcha Funcional culminada en la víspera, tiene 13 años de edad y es hija de Iracundo La Invernada y Yayita, teniendo como abuelo materno a Juan Moreira.
Sobre sus antecedentes, Gonzalo Souza dijo a EL TELEGRAFO que “a fin de año había corrido una etapa del Campeonato de Enduro y la había corrido mi hijo, y participó de la prueba porque otra yegua –Gaitera Rumbeadora– la teníamos para la Internacional que fue suspendida”.
Acotó que “es hija de Yayita, la madre de la Trampa Rumbeadora, siendo esta última la ganadora de la Internacional en Yaguarón y segunda en la Marcha Funcional de Artigas”, además de subrayar que “la abuela, su hermana y ahora ella, son ganadoras de Marchas”.
Gonzalo explicó que las yeguas que están siendo entrenadas actualmente “son todas adultas y le va tocando a la que está en la escalera para salir, y en el caso de la Payasa sólo corrió un Enduro de 50 kilómetros y ahora la Marcha”.
Ganar una nueva prueba de resistencia y rusticidad, volvió a generar el emocionado recuerdo a su padre Gustavo, forjador de El Rumbo, a quien Gonzalo le dedicó el triunfo como lo hizo el año pasado en Salto.

POSICIONES

Payasa Rumbeadora con la monta de Gonzalo Souza se queda con la 51ª Marcha de Criollos con un tiempo de 65 horas, 52 minutos, 29 segundos. El récord de Marcha lo tiene el mismo criador cuando en 2021 ganó la prueba con Roseta Rumbeadora en 65:45:55.
Segunda a 2 minutos 47 segundos, se ubicó Sino La Calavera de cabaña La Calavera y la monta de Washington Rodríguez, que está a solo 36 segundos. Tercero fue Tava Rumbeadora de cabaña El Gaucho de Julieta Roux de Guichón, con Sebastián Ramírez de jinete.
Para destacar la excelente actuación del binomio sanducero de cabaña Santa Eduviges de Juan Masseilot. El propietario de la cabaña montó a Sanducera Rumbeadora y llegó en la novena posición a 39 minutos y 28 segundos del ganador. También del departamento de Paysandú, llegó en la décima posición Corralera 899 de cabaña Sarandí de Sucesión Carlos A. Dolz con Mario Silvera de jinete, a 45 minutos y 23 segundos. Décimo cuarto fue Zorrita Rumbeadora de El Gaucho con la monta de Julieta Roux.

En la categoría menores, el ganador fue Serena Don Salvador de cabaña Don Salvador de Pablo Paiva, con la monta de Francisco Teixeira; en segundo lugar Norteña de Los Cerros de Los Cerros de Gastón Araujo, con Gastón Araujo a 12 minutos 21 segundos y en tercer lugar Pulga Molles de cabaña La Lucila de sucesores de Horacio Castells, con Alfonso Angenscheidt de jinete a 37 minutos, 34 segundos.

TODOS LLEGARON ENTEROS

El comisario de la prueba Juanjo Costa, señaló a EL TELEGRAFO una vez cumplido los 750 kilómetros de la 51ª Marcha de Criollos, que “todo salió espectacular, llegando 45 de los 46 que se hicieron hoy (ayer) a la ruta”, indicando sobre la sanidad de los animales que “todos llegaron enteros, en tiempo y forma, manifestándonos los veterinarios que ninguno presentó problemas tras el arribo a la meta”.
Felicitó a los dueños de todos los caballos “que supieron como mantener y llevar estos 750 kilómetros en el lomo del caballo”. A su vez, enfatizó que “esto demuestra lo que es la prueba del caballo criollo, y el poder de recuperación y resistencia que no sé si hay en otro animal, que realiza una cantidad de leguas a un tiempo determinado y que demuestra el poder de recuperación”.

Sostuvo Costa que “lleva años poder llegar al entrenamiento que hoy tienen los criollistas que participan en este tipo de pruebas”. Y puso como ejemplo precisamente a la cabaña El Rumbo que el año pasado también ganó la prueba, “y Gonzalo sabe lo que es el trabajo y entrenamiento que lleva un animal, que no es de un día para el otro llegar a obtener un primer premio de esta categoría”.
Pero enfatizó que “del primero al último caballo que llega en esta prueba o que está en el campo, son todos ganadores, porque completar 750 kilómetros solamente con pasto y agua no es para cualquiera”.