Colectivos locales organizaron el recorrido Marcas de la Memoria

Una de las paradas fue en la esquina de Ituzaingó y Treinta y Tres Orientales, donde se encontraba anteriormente el Batallón de Infantería N°8.

Al acercarse el cuadragésimo noveno aniversario del golpe de Estado del del 27 de junio de 1973 y del inicio de la huelga general que se extendió a lo largo de 15 días por todo el país, la Comisión por la Memoria y la Intersocial Paysandú llevaron adelante la actividad “Marcas de la Memoria”, en la que, a través de un recorrido en ómnibus, se visitaron lugares de enorme importancia histórica, con el objetivo de rememorar hechos que marcarían una época en nuestra ciudad, hace ya casi medio siglo.

Al comienzo del recorrido en Plaza Acuña, la profesora Carla Bernardoni dijo que “vamos a escuchar testimonios de los protagonistas de la huelga general, cuando ya pasaron casi 50 años de eso. Hay historiadores que plantean que la memoria colectiva es esto que vamos a compartir hoy, un tiempo donde las memorias se dan apoyo y constituyen la historia. Se trata de volver a una historia más vivencial, más íntima, dejando de lado aquella visión tan positivista de la historia. Es necesario remontarse a la violenta década del 60 y entender que desde muchos años antes del golpe las fuerzas armadas venían tomando un protagonismo mayor, empezando a combatir un enemigo interno que asumía distintos rostros. La pérdida de derechos que veníamos sufriendo se concreta con la declaración del Estado de Guerra Interno y los allanamientos y el atropello a la Constitución. Acá hubo un golpe de estado civil y militar, donde el papel de los civiles puede haber quedado eclipsado, pero fue importante, porque sectores de la sociedad tuvieron participación importante en el golpe”. Al llegar al lugar donde se encontraba anteriormente el Batallón de Infantería N°8, en Ituzaingó y Treinta y Tres Orientales, María Topolansky comentó que “bajo la actuación de las fuerzas conjuntas, el batallón se convirtió en lugar de detención, de interrogatorios y torturas de hombres y mujeres. El 27 de junio de 2016, se pudo colocar una placa conmemorativa en el lugar”.

Rosana Cabillón, quien estuviera detenida en el lugar en su infancia, contó su experiencia: “siendo apenas una niña de 13 años, un allanamiento en mi casa terminó con la detención de mi madre, junto a ella fuimos trasladadas mi hermana y yo. Sin saber a dónde íbamos, terminamos aquí en el batallón. Nos interrogaron siendo menores para que diéramos una supuesta información que por supuesto, no manejábamos”.

En el Puerto de Paysandú, se recordó a los presentes que la Administración Nacional de Puertos le cedió uno de los tres galpones de acopio a las fuerzas conjuntas para que se usaran como centros de detención. El predio fue cercado para tapar la visión y en noviembre de 1972, con la bajante del río, los galpones se utilizaron como centro de detención y torturas. Uno de los galpones funcionó como cárcel hasta marzo de 1973. Topolansky, quien estuvo detenida allí, contó que “en el puerto teníamos un sólo baño y todo el galpón tenía una especie de balcón desde el cuál se nos vigilaba. Ese verano de 1973 en el depósito fue tórrido y lo único que nos consolaba era una pequeña abertura a través de la cual veíamos la puesta de sol en este maravilloso río”.
Luego el recorrido se dirigió a la sede del Frente Amplio, que anteriormente fuera la casa familiar de Graciela Estefanell, sanducera víctima del terrorismo de Estado. Zully Curbelo subrayó que “en octubre de 1971 Graciela se exilia en Chile y se radica allí hasta el golpe de Estado de 1973. Luego se va a Buenos Aires, desde donde la secuestran, torturan y trasladan a Uruguay, donde la fusilan en diciembre de 1974. Su cuerpo apareció en Soca, Canelones. En Paysandú, Graciela había formado parte del Centro Único de Estudiantes Sanduceros (CUDES). Su asesinato continúa impune, pero existen testigos”.

También se visitó el Liceo 1, IFD y Adeyom Cuando el recorrido llegó al liceo, se recordó a Nelsa Gadea, quien fuera estudiante de la institución. “Nelsa formó parte del CUDES y militó en la FEUU. Con su esposo, viajaron a Chile y allí trabajó en la construcción de viviendas populares. La detienen en Santiago en diciembre de 1973 y continúa desaparecida. El Estado Uruguayo no pidió cuentas por ella” comentaron desde la Intersocial Paysandú.
Los organizadores de la actividad recordaron que existe la intención de colocar una placa en el edificio del Instituto de Formación Docente, lugar donde estudió Raquel Culñev. En la vereda del Instituto, recordaron que “Raquel es detenida el 30 de junio de 1972, procesada por pertenecer al MLN y trasladada al establecimiento militar de reclusión Nº1. Allí comenzó con sus problemas digestivos, que no recibieron mayor análisis y estudios. Su salud continuó desmejorando hasta que muere en junio de 1977, con sólo 26 años”.
La actividad se cerró en la sede de Adeyom, en donde Carla Bernardoni volvió a hacer uso de la palabra para compartir una reflexión final. “En 1973, la huelga general se cumple incluso antes del llamado de la CNT, es decir, había una convicción firme de que esa debía ser la respuesta del pueblo trabajador. Los protagonistas de la huelga dieron lugar a un hecho histórico, y en el caso de Paysandú hicieron honor al atributo que se nos ha adjudicado como La Heroica. Hoy, sus actores, hombres y mujeres, dan un testimonio imprescindible sobre aquellas horas, entonces reconocer a esos militantes anónimos es clave. Es un deber ineludible de la memoria local rescatar esos testimonios, por sus aportes a la historia de Paysandú y del país”.
Y agregó que “la huelga general fue la respuesta del pueblo todo contra el autoritarismo y la pérdida de la democracia que tiene su punto culminante en el golpe. Fue un grandioso acto en defensa de las libertades. El autoritarismo de la década de 1960 hizo madurar la idea, en el seno del movimiento obrero, de actuar de manera contundente frente al quiebre institucional. En esa madrugada del 27 de junio del 73, comenzó la ocupación de los puestos de trabajo, en una medida que nos distinguió como país ante el mundo. Paylana fue ocupada durante 16 días. Paycueros y Norteña acompañaron. Se destacaron algunos dirigentes como Hermes Pastorini y tantos otros. Debe destacarse también el papel de estudiantes y docentes. Pienso que la huelga en Paysandú es el resultado de una trama que se creó no solamente entre los trabajadores de las fábricas, sino también con los trabajadores de todos los comercios que abastecían a esas fábricas: esa lucha nos condicionó para otras que vinieron más adelante, como el plebiscito de 1980” cerró la profesora.