El presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Robert Silva, descendió de su vehículo en la puerta de Casa de Cultura, en donde lo estaba esperando el sindicato de docentes con pancartas que decían “Transformación del terror” (haciendo alusión a la Transformación Educativa que propone el Gobierno). Con palmas y algunos gritos (sin faltar el respeto a ninguna de las partes), ingresó a Casa de Cultura acompañado de parte de su equipo de Gobierno.
Silva llegó a Paysandú para participar de un nuevo encuentro “Cara a Cara con la comunidad”, con el que está recorriendo todo el país explicando la Transformación Educativa que se pretende llevar adelante. En este sentido, ya han recorrido seis localidades con la participación de más de mil personas, y esperan llegar a 30 en todo el país antes de fin de año.
“Nos llena de esperanza en cuanto a la imperiosa necesidad de llevar un cambio en la educación, la Transformación Educativa es un sentir de la gente, hay conciencia colectiva y de su necesidad”, aseguró en diálogo con EL TELEGRAFO.
El presidente del Codicen resaltó la importancia de la participación de la ciudadanía en esta transformación, por lo que se ha convocado también a partidos políticos, universidades, al Pit Cnt, a sectores empresariales, a las Asambleas Técnico Docentes (ATD) y a referentes de diferentes ámbitos, “para hacer la transformación entre todos”.
QUÉ, CÓMO Y PARA QUÉ
Durante la presentación, Silva brindó datos sobre resultados de diferentes evaluaciones que se han realizado en diferentes niveles educativos, demostrando una gran disparidad entre los niveles socioeconómicos de la sociedad.
Según señaló se debe hacer una “transformación curricular, de planes, programas, prácticas y evaluación en niveles educativos”. Esto significa “qué enseñamos, cómo lo enseñamos y para qué lo enseñamos, en una lógica de planes de estudio que tiene muchas décadas, por ejemplo en Ciclo Básico de Secundaria, el plan es similar al de 1947, y en Bachillerato al de 1986”, explicó.
En este sentido, el presidente del Codicen señaló que se debe trabajar en generar otros contenidos en la educación. “Debemos hablar de tecnología, de programación, de inteligencia artificial, de habilidades socioemocionales, todas cuestiones para poner en el ámbito educativo y motivar a los estudiantes para que lo que aprenden en la educación les sirva para insertarse en la sociedad”.
Conjuntamente con esta modificación, se construye una política nacional docente, pasando a ser universitarios, cambiando “el mal plan que tenemos de 2008”, para llevar adelante “un desarrollo profesional, con cursos de ascensos y que no solamente valga la antigüedad, mejorar las condiciones de trabajo, los salarios de docentes, todo eso implica este proceso de cambio”, resumió.
POTENCIAR EL ARTE
Dentro de los cambios en las políticas educativas, se había señalado en un comienzo la intención de eliminar el Bachillerato Artístico. “Eso es mentira, como muchas de las que ha habido”, aseguró Silva a EL TELEGRAFO.
“No está pensado eliminar el arte, al contrario, queremos potenciarlo, que sea transversal a todas las formaciones así como lo tecnológico, no se van a quitar derechos. Asimismo, puso como ejemplo que “decían que íbamos a eliminar el Plan Ceibal, y lo que hicimos fue potenciarlo, distribuyendo los dispositivos mejor que antes, entregamos computadoras en Bachillerato, también a docentes de Bachillerato, a los secretarios de escuelas que antes no tenían, entre otros cambios”.
“A lo que se dijo del liceo nocturno respondimos con fortalecimiento de educación para jóvenes y adultos”, aseguró. “Estamos convencidos que hay que cambiar, si seguimos haciendo lo mismo que hasta ahora, los resultados están a la vista”.
“REDIRECCIONAR RECURSOS”
“Lo que hemos hecho es optimizar recursos”, reafirmó Silva ante la consulta sobre los recortes que se reclaman desde Secundaria. “Si en un mismo turno hay un mismo trayecto educativo con 10 estudiantes cada uno, esta administración lleva a un único grado con 20 alumnos y esa optimización de recursos que tenemos nos sirve para abrir grupos en otros establecimientos educativos o a desarrollar tutorías o acompañamientos a estudiantes”, explicó.
“Lo que estamos haciendo es redireccionar recursos para utilizar de mejor forma, con efectivo impacto en estudiantes. No hay recortes”, aseveró.
En este sentido, reconoció que los sindicatos y las ATD no están de acuerdo con los cambios, pero “les pedimos que traigan propuestas, la oposición por oposición misma en este Gobierno de la educación no tiene más lugar”, concluyó.
