“Es una patraña total que el propio sentido común dice que no puede ser. Si así fue, ¿(el Instituto (Nacional de Colonización) qué hizo en 52 años? ¿Nunca se dio cuenta?”, dijo el senador Guido Manini Ríos al visitar EL TELEGRAFO, donde fue recibido por su director Alberto Baccaro.
En los últimos días resurgió la acusación de que fue colono –extremo que en su caso hubiera sido ilegal– y si bien Manini Ríos salió rápidamente a desmentirlo, en el caso de la entrevista en EL TELEGRAFO, por primera vez, explicó con lujo detalles lo ocurrido durante más de medio siglo con el campo en el departamento de Artigas que ha provocado un escándalo político, tras la acusación del director del INC, Andrés Berterreche.
“La verdad que es increíble que un tema de estos vuelva a estar arriba del tapete, porque es algo tan burdo, tan inverosímil, estructurado a partir de un informe totalmente politizado que se hizo para ser publicado una semana antes del referéndum (para derogar la LUC)”, indicó.
“Que se diga esto livianamente y se vuelva a repetir es algo increíble. A mí me están pidiendo que pruebe que soy inocente. Es realmente un atropello al estado de derecho. Cualquiera levanta cualquier acusación y luego lo quieren obligar a que demuestre que es inocente”, destacó el senador de Cabildo Abierto.
Hace unos diez días “recibimos el informe de Jurídica de Colonización al que ya se le dio vista. Podría haberse hecho en dos días, pero demoraron desde marzo hasta diez días atrás. Consulté a la persona que creo que en este país nadie puede discutir, Enrique Guerra, catedrático Grado 5 en Derecho Agrario y claramente sostiene lo que es obvio para cualquier persona con algo de sentido común: nunca fui colono porque el predio que ahora me pertenece nunca estuvo afectado al Instituto”.
Manini Ríos comenzó a explicar la complicada maraña indicando que “el predio en cuestión fue comprado por el Instituto en 1970, hace 52 años. A los cinco meses un informe de los técnicos de Colonización dan cuenta de que ese predio no reúne las condiciones para los fines de Colonización. Es un predio inundable que en la mayor parte de la extensión está tapado de monte nativo. Decide entonces desprenderse de ese bien para con ese dinero comprar otra cosa. Llama a una licitación pública en la que se presentan 32 oferentes. El predio originalmente de 2.900 hectáreas se divide en dos fracciones, una de 1.660 y otras de 1.300. Ésta última le es adjudicada a Roque Moreira, mi suegro”.
Dijo que luego se hizo “un contrato por el cual Moreira pasa a ser el propietario, en el año 1971. Como ese compromiso tuvo algunas expresiones que no correspondían, en enero de 1975 se hace de vuelta el compromiso con carácter retroactivo y queda firme. Queda perfectamente claro que Moreira es propietario, no colono. De hecho no podía serlo porque era militar, entonces en actividad. Y por definición para ser colono había que vivir en el predio”.
Explicó también que “el predio es de 1.300 hectáreas excede a lo que por ley se le puede dar a un colono, que máximo es de 1.000. Es decir, se le daba más de lo que podía darse, a alguien que no podía ser colono un predio que no es apto para colonización”.
“Entonces –como dice el doctor Guerra y nadie puede contradecirlo– no hay acta de desafectación que es el gran argumento que esgrimen quienes inventaron toda esta patraña, porque el predio nunca fue afectado. Esto es no hay ningún documento que determine que determinada persona es colono en tal bien”, subrayó el líder de Cabildo Abierto.
“Decir que había un colono hace más de 51 años y que eso nunca lo supo Colonización, es tratar de ineptos por lo menos a todos los Directorios de Colonización en más de medio siglo. ¿Nadie se dio cuenta que tenían un militar en actividad primero y luego no en actividad, pero que nunca vivió en el predio?”, se preguntó.
Posteriormente, “a lo largo de esos años, ese predio fue enajenado, comprado nuevamente, pasó a una sociedad anónima; todas operaciones inmobiliarias debidamente registradas por diferentes escribanos. Entonces, en 1991, yo vendí el campo que heredé de mi padre, que había fallecido 20 años antes, en Treinta y Tres, lindero al que hoy tienen mis hermanos. Le vendí ese campo a mis hermanos y con ese dinero compré el predio en Artigas, contiguo al campo de mi suegro”.
“Compré ese campo, tengo ganado ahí desde hace 31 años. Pero ese campo que yo compré había sido también una fracción de aquel de 1971 que durante cinco meses estuvo en Colonización, pero que nunca fue afectado porque nunca hubo un colono en ese predio”, aseguró. “En mi caso no solamente era militar en actividad sino además fui muy conocido por ser Comandante en Jefe. Y ocupé ese cargo precisamente cuando este director denunciante era Presidente del Instituto. ¿Es posible que el Presidente de Colonización no se diera cuenta que el Comandante en Jefe del Ejército era colono? ¿En todo el Instituto, que tiene más de 200 funcionarios, no hubo uno solo que encontrara mi nombre como colono? No lo encontraron porque jamás fui colono, hubiera sido un escándalo en su momento”, culminó en referencia a este tema el senador Guido Manini Ríos, quien además conversó de otros temas que hacen a la actualidad nacional con el director de EL TELEGRAFO Alberto Baccaro, que en la edición de mañana serán publicados.
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