Aportes para lograr un acuerdo sobre seguridad social con amplio respaldo político

Los anuncios del presidente de la República, Dr. Luis Lacalle Pou, en el sentido de haber acordado “con los socios de la coalición de gobierno el proyecto de ley para reformar la seguridad social”, es un paso más que se da por el Poder Ejecutivo en una iniciativa controvertida y signada de consideraciones que van mucho más allá del tema en sí, desde que es eminentemente un punto de inflexión para el sistema político.
Según Lacalle, este jueves el proyecto será firmado en el Consejo de Ministros, en tanto el viernes el texto acordado ingresará al Parlamento para su debate final. Más allá del acuerdo interpartidario interno en la coalición, en el Frente Amplio se han seguido de cerca los pormenores de la negociación en el oficialismo, y sus dirigentes habían anunciado que esperarían a que el proyecto final de la Coalición ingresara al Palacio Legislativo para dar su opinión.
A la reunión en Torre Ejecutiva con el mandatario concurrieron el presidente del Directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde; el secretario general del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti; el senador de Cabildo Abierto Guido Manini Ríos; el ministro del Partido Independiente, Pablo Mieres; y el diputado del Partido de la Gente, Daniel Peña. También estuvo presente en la sede de Gobierno el presidente de la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS), Dr. Rodolfo Saldain.

En torno a este tema, el ministro de Trabajo y Seguridad Social y a la vez líder del Partido Independiente, socio de la coalición de gobierno, Dr. Pablo Mieres, reflexionó que “los partidos de la coalición hemos acordado un proyecto de ley, ahora ya no es un anteproyecto, es un texto final que ratifica la convicción que tenemos de ir para adelante con un cambio que está pensado en términos del futuro del país”.
En este sentido, lamentó que el Frente Amplio “no haya acercado ninguna propuesta que pudiera servir de pie para un diálogo” y subrayó que los partidos de la coalición habían acordado que era necesaria “una reforma de la seguridad social pensando en las nuevas generaciones, pensando en el largo plazo”. Acerca de la redacción final, Mieres anunció que uno de los principales cambios respecto al anteproyecto redactado por el Poder Ejecutivo es que “la edad de retiro se va a mover a los 65 años pero más tarde”, en el sentido de que “las personas que hoy tienen desde 49 años para adelante no van a tener modificaciones”. En concreto, el aumento de la edad jubilatoria se aplicará a aquellos que nacieron “a partir del ‘73” (en el anteproyecto, era para los nacidos a partir de 1967).
En suma, la iniciativa establece que los nacidos en 1973 se podrán jubilar con 63 años; en 1974, con 64; y desde 1975 en adelante con 65, entre otros aspectos. El su momento, el presidente de la coalición de izquierdas, Fernando Pereira, había dicho que hasta no conocer la postura de los integrantes de la coalición, el Frente Amplio no iba a dar su punto de vista sobre la reforma de la seguridad social.

Por su parte, el secretario general del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti, sugirió que lo mejor es que se apruebe “antes de fin de año. Sería lo deseable, esto ha sido muy largo”, según dijo en rueda de prensa, y agregó que “confía” que el tratamiento del proyecto en el Parlamento sea “breve”.
A su vez el senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, sostuvo que su partido va a apoyar todo lo que sea bueno para el país. “Si entendemos que esta reforma mejora la situación del país, le da más sostenibilidad en el tiempo y deja de lado los grandes riesgos que hoy tiene todo el sistema de la seguridad social, creemos entonces que es una buena reforma”.
Consideró en su análisis que las principales propuestas de Cabildo fueron consideradas, y dijo que espera que si hay cosas para mejorar, que se mejoren en el Parlamento, pero que se tiene que aprobar “lo antes posible” porque está en juego “el futuro del país”.
También hubo aportes del presidente del Directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde, al aclarar que las personas jubiladas no tendrán “ningún cambio. Tienen derechos adquiridos y no van a ser modificados”, agregó.
Afirmó que el nuevo régimen de jubilaciones regirá para las personas nacidas después de 1973 y a partir de 2036. En este sentido, expresó que hay detalles que todavía se están puliendo.

El proceso de reforma de la seguridad social fue uno de los temas de campaña electoral del mandatario y dio lugar en su momento a la convocatoria de una comisión de trabajo por el Poder Ejecutivo, con una amplia participación de técnicos expertos en el tema y el posterior análisis político de la iniciativa, pero en realidad el Frente Amplio, incluyendo a técnicos que integraron anteriores gobiernos de la coalición de izquierdas, siempre estuvo en contra de los términos del planteo.
Las motivaciones han sido fundamentalmente de carácter ideológico antes que técnico –llámese financiación del sistema– por cuanto el hincapié lo ha hecho siempre en contar con un sistema solidario de reparto, lo que está muy bien, pero sin para ello plantear una forma sustentable de financiación y en los hechos, lo que se hace es seguir pateando la pelota hacia adelante hasta que la inviabilidad del sistema hace crujir las estructuras y deba salirse desesperadamente a la búsqueda de cómo financiarlo.
Es que no hace falta mucho más que saber sumar dos más dos para asumir que cuando crece la base de beneficiarios y se reducen los trabajadores y empresas que aportan, se va generando una masa crítica de déficit que va a estallar más temprano que tarde si no se le lanza un salvavidas a tiempo.
Los voluntarismos son realmente muy simpáticos para la tribuna, acarrean votos cuando lo único que cuenta es acumular fuerzas para hacerse del poder, pero después terminan pasando facturas a los que precisamente son señalados como los beneficiarios, porque hay que salir a buscar plata para financiarlo cueste lo que cueste, y todos los tientos salen del mismo cuero.
Pero una reforma de la seguridad social es una problemática de importancia tal que trasciende a los partidos y a un único período de gobierno, porque contempla escenarios de mediano y largo plazo por lo cual es imprescindible integrar al Frente Amplio, que representa prácticamente a la mitad de la población, para que en el Parlamento aporte al proyecto propuestas válidas para los uruguayos y generar un consenso mínimo, por lo menos, para que salga de esta negociación un proyecto que resulte con respaldo político.
Nunca se va a llegar al ideal cuando hay visiones ideológicas encontradas y sobre todo en un tema que tiene tantas puntas y es tan impopular como el de la seguridad social, pero es por lo menos una señal de madurez que debe dar el sistema político para que el futuro no nos depare una gran frustración, cuando ya sea tarde para las soluciones.