Clausura: vergonzoso “espectáculo” en el fútbol local

Comenzó a disputarse la 4ª fecha del Torneo Clausura de la Primera División sanducera. En el complejo Luis Alfredo Collares Juventud Unida recibía a Bella Vista, en partido programado para la hora 19 de la víspera.

Ustedes, estimados lectores, buscarán informarse sobre esas cosas que hacen lindo a este deporte: goles, atajadas, juego asociado, alguna que otra gambeta y cierres milagrosos de los defensas. Pero hubo poco de eso y mucho de lo que no nos gusta.

¿El partido? Chato, mal jugado, con dos equipos que últimamente no se han caracterizado por el buen juego; la ubicación de ambos en ambas tablas lo dice todo.

Sobre los 20’ de la primera parte Fort conectó un certero cabezazo para poner el único gol del juego, que a la postre le daría el triunfo al verdolaga.

Bella Vista intentó llegar al empate en la segunda mitad, con más ganas que fútbol, en un campo de juego que, vale decirlo, no permitía elaborar demasiado.

Bordet se mantuvo firme en su arco y le dio seguridad a Juventud en esos momentos en los que parecía que llegaba el empate papal.
Pero el título de la nota habla de vergüenza, y es que no podemos utilizar otra palabra para expresar lo que sentimos anoche en el Complejo Collares.

Otra vez la violencia en el fútbol: no le busquemos eufemismos.

No es “folclore” ni nada parecido. Cuando se iba la primera mitad, empujones entre jugadores derivaron en corridas y gente saliendo de su sector para agredir a otros simpatizantes, con intento de robo de banderas incluido.

La terna arbitral debió solicitar más presencia policial en la cancha, en un momento en el que además estaban llegando simpatizantes de los clubes que disputaban el partido de segunda hora.

Pero a nuestro entender, el partido debió suspenderse, y este cronista no se mueve de esa postura. M.R.