
El miércoles 26, en la sala 1º de Julio de EL TELEGRAFO, tendrá lugar la clínica de batería titulada “La versatilidad rítmica en la batería”, a cargo del músico César Durañona. Oriundo de Colonia del Sacramento, Durañona es un baterista reconocido por su talento y su versatilidad para tocar diferentes tipos de estilos con la misma solvencia. Proviene de una familia cuyos integrantes, desde su bisabuelo, se han dedicado todos profesionalmente a la música, tocando diversos instrumentos. Baterista desde los 5 años, desde muy temprana edad se ha venido formando y participando en innumerables proyectos musicales. Ha tocado junto a reconocidos artistas como los hermanos Martín y Nicolás Ibarburu, Luis Salinas, Daniel Maza, Federico Britos, Daniel “Lobito” Lagarde, Diane Denoir, Julio Frade o José Reinoso. Ha sido premiado en encuentros y concursos vinculados a ese instrumento, y ha dictado clínicas para importantes marcas mundiales de instrumentos.
“Siempre fui músico de sesión, de tocar con todo el mundo. Con todos los que pueda, toco”, dice Durañona desde Colonia, donde se desempeña como músico estable de la Banda Municipal. “Esto de enseñar dando clínicas es como un poco nuevo, pero he hecho varias clínicas, por suerte, acá y en otras partes del mundo. He podido llevar un poco lo que tocamos acá a otras partes del mundo”, expresa. Su visita a Paysandú se da a partir de una charla con el guitarrista sanducero Caco Pauletti y de la intención de hacer música juntos, que finalmente concluyó con la invitación a viajar a Paysandú.
Abierta a todo público
La clínica abordará los mismos temas que otras que ofreció hace poco tiempo en la Escuela Universitaria de Música (EUM), en Montevideo, explica. “Fue como un desafío que tomé a través de otro percusionista, Nicolás Arnicho, que fue quien me incentivó a hacer esa movida. Y descubrí una veta importante también ahí. Se me despertó otra parte linda que tengo, que es un poco la de mostrar cómo yo llevé la batería, o la música, a un determinado nivel, con la poca información, como la que tuve”.
Más allá de la formación académica, dice, “a la preparación musical la tuve más en el ambiente de tocar en la calle, de tocar con músicos. Mi formación fue siempre de tocar, de buscar herramientas no tanto de estudio sino de la vida cotidiana, que llevan a tener una formación musical más profesional. La clínica será un poco sobre eso: siempre hay otras opciones, para estar a un nivel profesional”.
Considera que propuestas como estas clínicas son muy productivas e inspiradoras. En su experiencia en la EUM, otros docentes le comentaban “que los alumnos salían súper motivados, con ganas de tocar, de sentarse en el instrumento, de estar en contacto con la batería. Eso se contagia. A veces en el Interior es como que no tenemos esas motivaciones, que la capital tiene siempre, porque allá hay más movimiento. Es más difícil para nosotros tener ese contagio, mantener prendida esa llamita de la motivación. Siempre cuesta mucho más en el Interior, pero se puede hacer”.
La clínica será abierta a todos quienes quieran sumarse, enfatizó, “los que tocan más, los que tocan más o menos, los que quieran ir a escuchar, los que tocan otros instrumentos… Es abierta a todo público. No hay limitaciones tampoco con el tema de la edad, pueden ir todas las personas que quieran, a escuchar música, a tocar, compartir y charlar un poco”.