Dr. Ricardo Diez: Neumonía

La neumonía es una infección aguda que afecta un pulmón o los dos. Hace que los sacos de aire, o alvéolos, de los pulmones se llenen de líquido o pus. Puede ser causada por múltiples microorganismos (bacterias, virus y hongos). Los gérmenes se propagan por vía aérea, al toser o estornudar. Ingresan por la nariz o la garganta, y al ser inhalados pueden infectar los pulmones: el tejido pulmonar se inflama y permite que cualquier bacteria allí se reproduzca. Las neumonías se clasifican en: 1) adquiridas en la comunidad, 2) adquiridas en el hospital (intrahospitalarias).
En nuestro país la neumonía es la principal causa de sepsis. Un 30-40 % requieren hospitalización. Tiene una incidencia de 3-20 casos por 1.000 habitantes/año. La neumonía es la causa principal de muerte de niños menores de 5 años en todo el mundo.

Factores de riesgo

Tabaquismo.
Enfermedades crónicas o patologías pulmonares: diabetes mellitus, EPOC.
Enfermedad por COVID-19.
Inmunosupresión.
Infección viral respiratoria previa.
Exceso de peso.
Demencia.
Edad (menores de dos años y las personas de más de 65 años).
Alcoholismo.
Residentes en centros de tercera edad.
Adicción a drogas intravenosas.

Síntomas

Inicio brusco de tos, en general con presencia de flema. Fiebre. Escalofríos.
Dolor tipo puntada de tórax. Dificultad respiratoria.

Complicaciones

Neumonía crónica: síntomas durante más de un mes sin resolución.
Formación de cavidades múltiples a nivel pulmonar.
Sepsis respiratoria: Infección generalizada grave.
Derrame pleural.

Diagnóstico

Se basa en cuatro pilares: Cuadro clínico, imágenes: Rx. de tórax, TAC de tórax, microbiología y biología molecular.

Tratamiento

Antibióticos, durante 10 a 14 días, hospitalizar casos severos-graves.

En suma

El pronóstico de la neumonía se determina por tres factores principales: edad del paciente, estado general de salud (presencia de comorbilidades) y la severidad o gravedad en cómo se presenta la neumonía. La neumonía puede prevenirse mediante inmunización, una alimentación adecuada y mediante el control de factores ambientales.
Practicar una buena higiene. Lavarse las manos regularmente.
Evitar el consumo de tabaco y la exposición a su humo. Mantener fuerte el sistema inmunitario, durmiendo lo suficiente, ejercicio físico regular y llevar una dieta saludable.

 

Dr. Ricardo Diez