Lionel Messi posteó esta mañana una foto durmiendo con la Copa del Mundo. Pero a esa hora la locura por la selección argentina en Buenos Aires ya se había desatado.
La Albiceleste llegó en la madrugada desde Qatar, y se trasladó al predio de la AFA en Ezeiza en un ómnibus de dos pisos, abierto, rodeado por miles de hinchas a los que poco les importó la hora.
Messi, de Paul, Di María, Otamendi y Paredes se llevaron un susto ya que tuvieron que agacharse para no llevarse puestos algunos cables de distribucióndeenergíaeléctrica, pero luego todo siguió con normalidad.
Eso sí: a esta hora, Buenos Aires es una locura. Miles, miles y miles de personas ocupan autopistas, la 9 de Julio y el Obelisco. Y la enormidad de gente llevó a que se tuviera que cambiar el recorrido de la caravana previsto inicialmente.
Los jugadores disfrutan arriba del ómnibus. Tenían claro que no podían fallarle a la gente, pero en todo momento se preocuparon por la seguridad de los hinchas. Y también manifestaron la intención de no estar horas y horas arriba del ómnibus.
Por eso las autoridades decidieron que no se llegará al obelisco porteño como estaba previsto inicialmente, dado que se especula que el ómnibus no tendría salida.
Y tampoco se llegará a la Casa Rosada como había planteado el gobierno de Alberto Fernández, por el mismo motivo.
La Albiceleste está arriba del ómnibus festejando con la gente. Pero nadie sabe a ciencia cierta dónde terminará el camino, en medio de un caos, de cientos de miles de personas que son mojadas por las autobombas de bomberos ante las altas temperaturas.
