Invierten casi cuatro millones de dólares en operativo contra incendios forestales en el litoral y Durazno

Una inversión cercana a los cuatro millones de dólares que se invertirán en esta temporada, la mejora de equipamientos y tecnología, como la instalación de 15 cámaras inteligentes de detección de humo en el Litoral, y la inauguración de una Central de Monitoreo y Despacho (CMD) en Durazno, fueron los aspectos más sobresalientes del lanzamiento del Operativo de Protección Anti Incendios Forestales 2022 – 2023, realizado este miércoles. De acuerdo a lo adelantado a EL TELEGRAFO por el presidente de la Sociedad de Productores Forestales (SPF), Nelson Ledesma, las acciones encaradas para mejorar el plan de combate de incendios pusieron el foco en aumentar la velocidad de detección de humo –y consecuentemente un despacho de las brigadas más rápido– así como mejorar la coordinación en las etapas de combate, en función de un estudio realizado por la SPF y corroborado por auditorías externas.

Durante el lanzamiento se dio a conocer la incorporación de estos “grandes cambios”, entre otros, en acto que se realizó en la CMD y que contó con la participación, además del presidente de la SPF, del director general forestal del MGAP, Carlos Faroppa, el comandante de los servicios de Bomberos del Interior, comisario Mayor Martín Bogado, autoridades de Inumet y del Cecoed Departamental de Durazno.
Luego de los incendios ocurridos en la temporada pasada, “la SPF hizo una evaluación muy exhaustiva con el equipo técnico que conforma el grupo forestal para lo que es el plan de protección de incendios forestales y también contratamos dos auditorías externas, una proveniente de Chile y otra de España, expertas en incendios forestales para que de alguna forma nos corroboraran lo que habíamos identificado dentro de la SPF, para ver las posibilidades de mejora que tenía nuestro plan de combate de incendios. Tanto el estudio interno como las auditorías pusieron énfasis en dos puntos: la posibilidad de aumentar la velocidad de detección de humo cuando ocurren principios de incendio y mejorar la coordinación en las etapas de combate”, describió Ledesma. Al mismo tiempo, se llegó a la conclusión de que hubo disponibilidad suficiente de equipos.

“Dadas las condiciones del clima –teníamos cerca de 38-40 grados de temperatura diaria durante muchos días, la humedad relativa estaba debajo del 20% y los vientos arriba de 30 km por hora–, la posibilidad de adelantar algunos minutos la detección del fuego sería de suma importancia”, resaltó.

“Nos hemos puesto a trabajar durante el año en esos puntos, además de otros, como también mejorar la inversión de equipamiento y en tecnología”, indicó, precisando que “para la zona del Litoral, que cubre unas 250 mil hectáreas forestadas, hemos hecho un acuerdo con la empresa sudafricana Working on Fire –experta en detección de humo– y ya invertimos en la instalación de 15 cámaras de detección de humo, que funcionan con un sistema de inteligencia artificial en base a un software y algoritmo que permite identificar los humos y hacer un seguimiento bastante exhaustivo con la cámara de aproximación. Ello significó una inversión arriba de los 300.000 dólares”.

CENTRAL DE MONITOREO Y DESPACHO

Se creó, a la vez, una Central de Monitoreo y Despacho unificado en Durazno, desde donde se realiza el monitoreo de la detección en todo el país, ya sea por cámaras, avionetas, reporte de las torres o avisos que lleguen vía telefónica. “Vamos a tener no solo el control y el monitoreo de las cámaras con inteligencia artificial, sino del sistema de torre de vigilancia, que hay en la zona de Tacuarembó y Rivera, más el sistema de las 6 o 7 vías que tenemos de detección a través de avionetas, que ya están funcionando dado que empezó la temporada”, puntualizó.

“Todo eso va a estar centralizado en la base de Durazno, que también de alguna forma monitorea y procede al despacho de los helicópteros”, sostuvo, recordando que existen tres bases con unidades dotadas con una brigada integrada por 7 bomberos cada una.

CAPACITACIÓN

Al mismo tiempo, se ha trabajado en la capacitación del “personal de las empresas forestales. Bomberos capacitó al personal en lo que se llama el Sistema Unificado de Incidentes, que es lo que se usa en el mundo en todos los sistemas de emergencia, no sólo de incendios forestales sino en otras catástrofes, basado en los protocolos exigidos”, informó Ledesma.
Ello permitirá que en “algunas circunstancias como la que hemos vivido, podamos actuar y ser mucho más exigentes en lo que tiene que ver con la operación y con el uso de los recursos”, resaltó.

INVERSIÓN MILLONARIA

En este operativo 2022-2023 “estamos invirtiendo casi cuatro millones”, sostuvo Ledesma, precisando que la suma asciende a “3 millones ochocientos mil dólares que el sector a través de las empresas forestales está invirtiendo”.
“Estamos cubriendo aproximadamente el 83% del área total forestal del país –unas 900.000 hectáreas de bosques–, a través de lo que es la inversión del sector privado, más o menos el 90% de productores y algo más de 3.300 predios forestales en todo el país”, detalló el entrevistado.

“Estamos con una inversión muy fuerte y cubriendo una gran parte del área forestada de todo el país, con lo cual estamos satisfechos desde ese punto de vista, por la cobertura y la proyección que le podemos dar al recurso forestal del Uruguay”, concluyó.

NOVENO VERANO DE OPERACIONES

Para este año además, se incorporó, como recursos de combate, aviones aeroagrícolas debidamente acondicionados, los que operarán desde pistas cercanas a los bosques, provistas de agua y medios para cargarla a las aeronaves.
Según se destacó durante el lanzamiento, este sistema de prevención y respuesta ingresa al noveno verano consecutivo de operaciones a nivel nacional, resultado de la evolución de diferentes iniciativas asociativas regionales, con antecedentes desde hace por lo menos 20 años. Además de los cambios ya mencionados, el operativo sigue utilizando: 5 rutas de detección área de focos, con otros tantos aviones, que recorren hasta tres veces por día las diferentes zonas ocupadas por los predios protegidos; sistema de torres de vigilancia (norte de Tacuarembó y Rivera); 3 bases helitransportadas para dar una respuesta rápida al detectar un foco; 3 vehículos para repostaje de combustible a los helicópteros en los puntos de combate; recursos de diferente tipo, pertenecientes a las empresas forestales, los que integrarán un catastro a disposición de la CMD.

Trabajan directa o indirectamente en los operativos de cada verano aproximadamente 100 personas de tres nacionalidades.