El sanducero Andrés Canciani se prepara a fin de alcanzar la cumbre del monte Aconcagua este mes

Hasta el 15 de febrero se encuentra activa la temporada de ascenso a la cumbre del Aconcagua, el pico más alto del hemisferio occidental y una de las más imponentes elevaciones de la cordillera de los Andes, en Sudamérica.

Su pico se halla a 6.960 metros de altitud sobre el nivel del mar, y su base –entre Chile y Argentina– se extiende a suelo argentino y ostenta un amplio terreno que culmina con el pico en pleno territorio de la provincia de Mendoza. Al norte y al sur se encuentra una zona conocida como el Valle de las Vacas, y en las zonas oeste y sur se aprecia el Valle de Horcones Inferior. Es la más alta de toda América, por delante del monte Denali (Alaska), y el punto más alto del hemisferio oeste y del hemisferio sur. Esta formación rocosa, que concita la atención de andinistas de todo el mundo, forma parte de las Seven Summit (Siete Cumbres) que integran las montañas más elevadas de cada uno de los continentes.

En realidad, la montaña posee dos cumbres: una al sur y otra al norte, que se conectan por una cresta conocida como la Cresta o Filo de Guanaco, la cual mide aproximadamente 1 kilómetro de longitud. Su superficie superior aloja varios glaciares menos pronunciados que los de la Patagonia; algunos de ellos son Los Polacos, en el lado Este; Horcones Superior y Horcones Inferior. Los Polacos corresponde a la ruta de ascenso más frecuentada en esta montaña llena de peñascos.

Siguiendo su espíritu aventurero, el sanducero Andrés Canciani se encuentra en preparativos para –en los próximos días– poder hacer la travesía que le permitirá recorrer diferentes niveles y –si las condiciones así lo permiten– llegar a la cumbre levantando la bandera de nuestro país. Para Canciani este tipo de actividades, que bien podría encuadrarse en una filosofía de vida, no es nueva; ya que hace varios años que se dedica a recorrer diferentes escenarios naturales donde la fortaleza física y mental son más que necesarias. En noviembre de 2021, junto a un grupo de apasionados por el deporte extremo, el sanducero concretó una de sus aspiraciones al viajar a Nepal para poder escalar el Everest. Si bien no logró llegar a la cumbre, debido a las inclemencias del tiempo que ponen recurrentemente en riesgo a los aventureros, vivió la hazaña de escalar un buen tramo y pasar por diferentes situaciones.

Al regresar a Argentina (donde reside hace varios años) no dudó en planificar su próxima aventura: hacer cumbre en el Aconcagua. En contacto con EL TELEGRAFO, Canciani contó que la idea “surgió luego de haber ido al Everest, que es una experiencia increíble, se viven cosas que son imposibles de contar si no estás en el lugar y lo experimentás. La posibilidad se dio porque con Juan Martín, uno de mis amigos y quien estuvo conmigo en Everest, nos propusimos hacer los picos más altos de todos los continentes”.

Sobre la preparación, precisó que es un entrenamiento muy particular. “Si bien es una montaña que no tiene las dificultades del Everest, hay que estar muy preparado, muy entrenado porque demanda mucho estado físico, mucha oxigenación de la parte de pulmones y demás. Por eso parte del entrenamiento final que estoy haciendo ahora se basa en ejercicio aeróbico y salir a correr unos 25 kilómetros por día. Previamente hago mucho ejercicio de crossfit para agarrar un poco de potencia en las piernas más que nada, y por supuesto que uno se prepara desde la parte mental, que termina de cerrar todo el círculo del entrenamiento y creo es lo más importante”, dijo.

¿16 DÍAS PARA LLEGAR?

La expedición de la que será parte Canciani lleva una hoja de ruta de aproximadamente 21 días, ya que pese a que se estime hacer cumbre al 16º día, las inclemencias del tiempo pueden hacerla más duradera. Así, el sanducero contó que los dos primeros días son la llegada, conocerse con los demás integrantes del grupo y chequear que tengan todos los implementos; en caso de algún faltante hay tiendas para poder adquirir equipamiento.

“El tercer día después del desayuno nos vamos hacia ‘Las Cuevas’, que es un pueblo ubicado en la frontera con Chile, de unos 200 kilómetros, para ir aclimatándonos. El cuarto día se hará un trekking hacia el Cerro Bermejo y luego un poco más para llegar a una altura de 4.250 metros, donde vamos a poder ver los cerros Juncal, Plomo, Tolosa, entre otros”, señaló sobre el itinerario.
Al día siguiente “vamos a hacer trekking por unas cuatro horas hasta llegar a la cumbre del Tolosa y descansaremos en el refugio de Portezuelo del Viento. Lo importante será el sexto día, porque vamos a estar haciendo la aclimatación del organismo a la altura. Recién al séptimo día vamos a ingresar al Parque Nacional de Aconcagua, ya aclimatados y después de un recorrido de unas cuatro horas para hacer base en el campamento Confluencia”.

Canciani contó que después hay tres días en que la exigencia seguirá estando presente, al tener que caminar alrededor de 8 horas para trasladarse a la Plaza de Mulas y también la posibilidad de descender hasta Mendoza o bien permanecer descansando en la altura. El 12º día “será el comienzo del ataque a la cumbre, vamos a ir hasta el Campamento I. Después de descansar vamos a seguir con el ascenso por las paredes del Aconcagua, más o menos por unas cinco horas para llegar a mirador Nido de Cóndores”, donde harán base por dos noches. El 15º día “serán otras cinco horas de recorrido en ascenso hasta llegar al Campamento III, que está a 6.000 metros de altura”.

La gran proeza será el día 16, cuando desde temprano el grupo parta hacia la ansiada cumbre. “Si todo sale bien, este será el gran día, el momento más esperado. La idea es salir a las 4 de la mañana hacia el techo de América, que nos demandará unas seis horas. Como el camino es sinuoso y con partes muy expuestas al viento y al frío, sabemos que tener buenos equipos, preparación y una excelente aclimatación valdrá la pena”, dijo el sanducero.

En tanto, el andinista precisó a este medio que “el equipo que integro para esta expedición está formado por guías experimentados de la montaña. Cada montaña es diferente, tiene retos y dificultades distintas, por lo que es prudente acceder con gente que conozca muy bien la zona y haya subido muchas veces. Hay nieve como nunca, según nos han comentado parte del equipo que ya se encuentra allá, así que todo suma al desafío”.

Vale destacar que cada persona que integra la expedición debe contar con varios seguros: emergencia de helicóptero por si es necesaria una evacuación; seguros de vida por si sucede algo inesperado; y seguros de emergencia médica total.