Estados Unidos consultó a Uruguay por cambio de material militar ruso

Como parte de una estrategia de Estados Unidos para debilitar la influencia de Rusia en Latinoamérica y colaborar con Ucrania en la guerra, varios gobiernos de la región han descartado equipamiento militar ruso a cambio de material estadounidense.

Así lo informó Laura J. Richardson, comandante del Comando Sur, la rama militar de las Fuerzas Armadas norteamericanas encargada de Latinoamérica.

“Estamos trabajando agresivamente con países que tienen equipamiento ruso para que lo donen o lo cambien por equipamiento nuestro. Y estamos teniendo éxito”, dijo Richardson, sin nombrar a esas naciones, durante un foro en línea organizado el 19 de enero por Atlantic Council, un think tank de análisis geopolítico con sede en Washington.
Fuentes del Poder Ejecutivo dijeron que efectivamente existió un planteo informal de Estados Unidos a Uruguay por este tema, pero “quedó únicamente en eso”.

El oficial superior del Departamento de Defensa de los Estados Unidos en Uruguay, Gary B. Symon, afirmó que antes de que Estados Unidos preguntara a los países latinoamericanos si estaban dispuestos a donar material ruso para ayudar a Ucrania en sus esfuerzos de defensa, se les consultó a los altos mandos militares y políticos de esos países si deseaban revelar si poseían material militar ruso. “Uruguay no comunicó que dispusiera de material ruso para intercambio, transferencia o donación. Por lo tanto, no se hicieron peticiones de seguimiento. En ningún momento se presionó a ningún país socio para que donara armas a Ucrania. Todas las donaciones e intercambios que se produjeron fueron voluntarios”, dijo Symon.

En su oratoria Richardson calificó de “muy, muy preocupante” para Estados Unidos el avance de Rusia y, principalmente, China en la región. Mencionó por ejemplo a los medios de comunicación rusos que “desinforman” en asuntos como elecciones nacionales y a las inversiones chinas en tecnologías móviles, infraestructura y aeroespaciales, su crecimiento como socio comercial de varios países y la consolidación de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, un proyecto de cooperación de escala global que abarca buena parte de Latinoamérica, sumó a Argentina el año pasado e incluye a Uruguay desde 2018.