Falleció el célebre diseñador Paco Rabanne

El diseñador español Paco Rabanne, que introdujo el uso del metal en la moda y que fundó una conocida línea de perfumes, murió el viernes a los 88 años, informó la casa matriz, Puig.

“Paco Rabanne hizo de la transgresión algo magnético. ¿Quién sino él podía convencer a la mujer parisina para que exigiera vestidos hechos de plástico y metal?”, explicó Puig en su comunicado.

Bautizado por Coco Chanel como el “metalúrgico” de la moda, Rabanne se labró un lugar especial en ese selecto mundo, armado simplemente con unas pinzas y planchas de metal. Adepto al esoterismo, también se hizo un nombre a través de sus declaraciones excéntricas.

“Me gusta el esoterismo desde mi más tierna infancia. Mi madre era muy pragmática, pero mi abuela era chamán, me inició muy pronto en el conocimiento del mundo. La moda me permitió ganarme la vida, pero no era realmente mi centro de interés”, explicaba en una entrevista en 2005.

Nacido Francisco Rabaneda-Cuervo el 18 de febrero de 1934 en San Sebastián, su madre trabajó como costurera para Cristóbal Balenciaga. Su padre, el general Rabaneda-Postigo, estaba a cargo del cuartel militar de Guernica durante la guerra civil española. Fue fusilado por las tropas franquistas en 1936. En 1939, la familia buscó refugio en Francia.

Rabanne estudió y se diplomó en Bellas Artes en París (sección arquitectura). Empezó diseñando accesorios, joyas, corbatas y botones para Dior, Saint-Laurent o Cardin. Luego decidió lanzarse por su cuenta al mundo de la moda, con la idea de introducir nuevos materiales y técnicas.

En un desfile que causó sensación en 1966 presentó 12 vestidos hechos “con materiales contemporáneos”. El show, provocador, presenta por primera vez en la pasarela modelos negras, que bailan con los pies desnudos. El éxito es fulminante. Pero sus primeros vestidos metálicos pesaban más de 30 kilos.
La modelo y cantante Françoise Hardy posó ese mismo año para la revista Elle con un traje de baño rectangular, de plástico blanco.

En 1968 firmó un contrato con la marca de perfumes española Puig y lanzó “Calandre”. Tuvo éxito y esa incursión en el mundo de los perfumes no solamente se mantuvo, sino que con el tiempo pasó a ser su nueva identidad.

En 1986, Puig, que ya tenía en su haber las marcas Nina Ricci o Carolina Herrera, así como los perfumes de Prada y Comme des Garçons, compró la totalidad de la casa Rabanne.

El costurero trabajaba igualmente para el cine. Se encargó del vestuario de películas como Dos o tres cosas que sé de ella, de Jean-Luc Godard o Barbarella, de Roger Vadim.
Poco a poco Paco Rabanne se alejó del diseño, pero siguió apegado al mundo de la moda al formar parte de jurados de festivales, donde le gustaba dirigirse a las generaciones más jóvenes.
“¡Sean audaces como lo fuimos en nuestra época con Pierre Cardin, Saint Laurent o Courrèges! ¡Sean osados! ¡Busquen sin cesar! Para hacerse un nombre e imponerse no pueden copiar”, explicaba.