Una puerta por lateral, una ventanilla corrediza, un portón trasero, la auxiliar sobre el capot, pintado de color verde oscuro, así apareció ante nuestro fotógrafo este Land Rover 300 TDI fabricado en el año 2005.
Un vehículo todo terreno impulsado por un motor que ofrece 122 CV de potencia según lo que se le expresara, y que llegara a Paysandú proveniente de Alemania, cumpliendo un largo periplo.
Este Land Rover recorrió buena parte de América, anduvo por el sur de Brasil, estuvo transitando por Bolivia, Argentina y finalmente arribó a Paysandú para seguir luego recorriendo Uruguay.
Un Land Rover que, como lo decía su conductor, fue respondiendo siempre de muy buena manera a las exigencias del viaje, más allá de distancias, topografía y condiciones climáticas.
Un vehículo de altas prestaciones, ideal para este tipo de periplos, buenas respuestas en cuanto a suspensión y frenos, adecuada capacidad de maniobra aún en suelos complicados y por lo tanto ideal para llevar adelante este tipo de viajes de turismo que siempre resultan exigentes.
Sobre el techo se observa una parrilla porta cargas y una gran valija. En la parte trasera el portón y una escalera, asimismo un “enganche” como para situar un remolque.
En el frontal se deja ver una gran defensa de metal y un aparato especial diseñado para casos en que deba ser remolcado. Un Land Rover, marca que se ha distinguido precisamente en la fabricación de este tipo de vehículos.
