Madrugar para ejercitar ¿imposible?

Jennifer Aniston a los 54. Entrenar de madrugada sirve.

Entrenar cada día sin duda es beneficioso y algunos preferimos ejercitarnos por la tarde o noche mientras que otros lo hacemos bien temprano por la mañana.
Más allá de nuestras preferencias personales para ejercitarnos, en determinadas ocasiones nuestra agenda apretada nos obliga a entrenar en horarios poco habituales para no pasar por alto la actividad física diaria.

Este es el caso de la actriz Jennifer Aniston quien ha entrenado a las 3 de la mañana de la mano de su entrenador personal Leyon Azubuike, quién explicó el motivo por el cual la actriz hace ejercicio a esa hora.

Básicamente, la razón por la cual Jennifer Aniston entrena a las 3 de la mañana es debido a su agenda apretada, ya que tiene muchísimos compromisos y no siempre es fácil encontrar huecos para entrenar. Por eso, si el lugar se encuentra en plena madrugada, se respeta.
La actriz realiza ejercicio físico durante una hora y media casi todos los días y sus entrenamientos son verdaderamente efectivos, ya que le permiten mantenerse en forma a sus 54 años, aún cuando ello implica despertarse un poco más temprano de lo habitual y entrenar por la madrugada.

Poco a poco

Pero claro, puede decir quien lee, si ya resulta complicado volver al horario laboral después de las vacaciones, la idea de madrugar todavía más para entrenar es casi inconcebible. Por ello, puede ser buena idea ir adaptando nuestro horario poco a poco, tanto el de despertarnos como el de dormir.
Ir modificando progresivamente la hora de acostarnos y de levantarnos en 15-20 minutos puede ser todo lo que necesitamos, hasta que lleguemos a la hora deseada para poder entrenar con tiempo de sobra. No quiere decir que sean las 3 de Jennifer Aniston, pero levantarnos antes puede ser de gran ayuda.
Uno de los trucos más antiguos en lo que a madrugar se refiere es alejar el despertador. Cuando lo tenemos al lado corremos la tentación de apagar la alarma y seguir durmiendo. Una vez que estamos de pies es menos probable que nos volvamos a la cama.

Dormir bien

Desde luego, es mucho más difícil despertarse temprano cuando no hemos descansado correctamente. No solo se trata de dormir las horas necesarias, si no descansarlas bien. Por ello, evitar los aparatos electrónicos antes de dormir, intentar no tomar alimentos excitantes, asegurarnos de que la habitación tenga una iluminación y temperatura adecuada, así como de conseguir una buena relajación antes de dormir pueden ser trucos que nos ayuden.
Igual que en los cambios de horario, es recomendable que nos enfrentemos a la realización de deporte poco a poco y nos lo tomemos con calma. Sobrecargarnos con el entrenamiento el primer día y acabar agotados o absolutamente doloridos no animará a que a la mañana siguiente nos levantemos con ganas de más. Por ello, iniciar despacio e ir avanzando en nuestra rutina nos permitirá conseguir objetivos y seguir motivados.

Eligir los días y las horas en que vamos a entrenar, ponerlo en la agenda y crear una alarma para ello es un buen método. Que sea, cuanto antes, parte de tu rutina de vida, como ducharte, ir al trabajo, o a la compra los lunes. Al principio costará, pero en unas semanas será parte de la vida normal.