¡Qué verano! Excelente para quienes están de vacaciones y para el sector turístico, pero muy malo para todo el sistema productivo, que ve avanzar la seca, que consume cultivos y ganado. Hace muchos años que no se vivía una sequía de estas características. Como siempre, lo que es bueno para unos, es perjudicial para otros. Pero resulta tan grave la sequía que ni siquiera ha llovido en estas noches de carnaval pasadas. Un clásico es suspender jornadas del concurso de carnaval por lluvia. Pues, no en este febrero. En las ciudades el verano sofoca y en los centros turísticos se disfruta al máximo con las diferentes atracciones, playas, piscinas y más. Solo por las noches en los centros urbanos se reduce algo la temperatura y hay tiempo para una bebida refrescante, para una caminata por la costa. El verano tiene muchas cosas buenas y hay que disfrutarlas, porque precisamente cuando se disfruta, el tiempo parece volar. Y que incluya lluvia, la agropecuaria realmente lo necesita.