¿Qué tipo de dinosaurio será? Difícil saberlo, pero de lo que no quedan dudas es que los niños se divirtieron construyéndolo en arena. Hay mucha creatividad en ellos. Junto al río, es además una especie de ofrenda, porque pronto el agua se llevará su escultura.
Pues sí, ¿quién iba a pensarlo? El verano está aprontando su mudanza. Si hasta el carnaval se termina, y eso que es largo, largo. Al pasar por las vidrieras de los comercios se destacan las túnicas que en días los niños usarán, felices del reencuentro con su escuela, sus compañeros, sus maestras.
El calendario aun estira un par de semanas el tiempo de verano, pero se aprecia que hay menos concurrentes a la playa, se le dedica menos tiempo a la costa, sin por eso dejar de recorrerla, de hacer ejercicios, de disfrutar esa zona tan atrapante de la ciudad.
La lluvia se sigue haciendo esperar, aun cuando han sido escasos chaparrones. Y sigue siendo tan necesaria para todos los sectores, más allá que su falta nos regala un Uruguay con una tonalidad extraña para esta zona.
El verano como temporada se va, hay que aprovechar sus últimos días. Para el caso, esta página se despide. Ya vendrá otro verano, ya volverá EL TELEGRAFO a mostrar lo mejor de la temporada estival en este trozo del planeta, tan querido, tan nuestro.
Lentamente, con pocas ganas, las familias comienzan a prepararse para retornar a sus hogares. Han disfrutado de una tarde en la playa. En estos días finales del verano, cada tarde bien vivida en la costa, es un placer.Luciana Cabrera, de 26 años, pronto será abogada, cuando culmine el estudio de Abogacía en la ciudad de Salto, donde reside. Pero es bien sanducera y mucho le gusta la costa del paterno vista desde aquí. Aprovechó que su hermano participaba ayer la travesía del Río Uruguay para alentarlo y –además– pasar el fin de semana en familia.
Muchos aprovechan la temporada para ofrecer diferentes productos. Después claro, de obtener los permisos necesarios. Sebastián Casanova y María Noel Ortíz caminan por la playa, con delicias de comida saludable.Sin dudas que habrá que informarse mejor del yoga en el agua o aqua yoga que también ha llegado a nuestra costa, pero esa foto ya es un adelanto. La posibilidad de realizar este tipo de clases escuchando y tocando las aguas del Uruguay, ciertamente llenan de energía.
Juliana Olivera aprovecha la cristalinidad del Uruguay para posar para el fotógrafo. Sabe que se terminan las vacaciones, sabe que deberá volver a estudiar. Piensa que con esfuerzo y dedicación podrá convertirse en lo que sueña, una médica.Es habitual que al estar largo rato al sol, llegue el sueño, aun a pleno día. El conocido Richard “Capitán” Alonso, se toma un descanso en su venta cotidiana de helados en el Balneario Municipal.
