Totalmente en forma: cómo adelgazar sin hacer dieta

Okey, el título es un poco engañoso. No estamos hablando de comer cualquier cosa y hacer como si no pasara nada, pero lo cierto es que año a año aparece un terrible bombardeo de dietas, productos milagros, promesas, etcétera, que nos intentan persuadir para conseguir nuestro objetivo.
Pero debemos abrir los ojos y saber que todas estas dietas detox, batidos adelgazantes o productos que nos prometen milagros, son totalmente inefectivos. No vamos a conseguir nuestro objetivo, que es mantenerlo a largo plazo.

Efecto rebote

Es cierto que con este tipo de dietas tan restrictivas a las que estamos acostumbrados o a las que nos sometemos son efectivas a corto plazo. No tiene engaño, si dejamos de comer o comemos muy poca cantidad de alimentos, bajaremos de peso.

¿Pero qué pasa cuando llegamos al peso que queríamos o ya nos hemos cansado de la dieta? Que aparece el temido efecto rebote, volvemos a subir de peso… Este tipo de dietas es pan para hoy y hambre para mañana, como dice el refrán.

Lo que tenemos que conseguir es llegar al peso que nos propongamos y mantenerlo a largo plazo. Para ello, la dieta X no es suficiente, lo que tenemos que cambiar es el estilo de vida en general, que sea efectivo para la meta que nos hemos propuesto, que sea realista y sobre todo que sea factible de llevar a cabo, que podamos mantenerlo durante toda nuestra vida.
No debemos comenzar una dieta que acabe en unas semanas, si no comenzar un estilo de vida que dure para siempre.

Estilo de vida

A la hora de mantener un estilo de vida saludable, debemos tener en cuenta varios factores. El deporte, la alimentación, la salud mental y la interacción social.
Las interacciones sociales nos dan la vida, hablar con personas, socializar y crear vínculos afectivos con personas también es parte de tener una vida saludable. Al igual que la salud mental; si no cuidamos nuestra salud mental, no servirá de nada comer bien o hacer ejercicio.

Por otro lado, el deporte es salud. No debe faltar. Siempre debe estar adaptado a nuestra condición física y a las posibilidades que tengamos cada uno, pero el deporte no debe fallar. Tener una vida activa previene problemas de salud, tales como la hipertensión, colesterol elevado, diabetes, ictus, sobrepeso y obesidad (además de todo lo que puede conllevar el exceso de peso). Por ello, sacar mínimo una hora al día sería lo ideal para poder practicar el ejercicio que más nos guste.

Y por último, pero no menos importante, está la alimentación. No es el único factor que determina si tenemos o no que adelgazar. Evidentemente, los factores que acabamos de ver también influyen muchísimo si subimos o no de peso.

Olvida la palabra dieta

Debemos quitarnos de la mente el concepto de dieta. La palabra dieta tiene muchas connotaciones negativas y está relacionado con pasar hambre, sufrir, genera ansiedad y sobre todo, si estamos a dieta, parece que no podemos tener vida social. Nada más lejos de la realidad. Llevar una alimentación saludable no es sinónimo de dieta.

Llevar una alimentación saludable, junto con los factores anteriores que hemos visto, nos permitirá adelgazar y mantener un peso adecuado.
Una alimentación sana consta de alimentos reales y de calidad; esta debe estar basada en alimentos de origen vegetal como las frutas, las verduras, las legumbres, los frutos secos, las semillas y los cereales integrales de calidad (los de desayuno, no). Además si se quiere, podemos completarlo con alimentos de origen animal, como los huevos, los lácteos, el pescado o la carne.

Por el contrario, es conveniente evitar todo lo posible los productos ultraprocesados que encontramos en el supermercado. Estos vienen cargados de azúcar, harinas refinadas y grasas de mala calidad que consiguen aumentar las probabilidades de padecer problemas de salud y también de aumentar de peso, entre otras cosas. Además, consiguen “apagar” el organismo y hacen que estemos más débiles, sin ganas de hacer ejercicio, durmamos mal, etcétera.