Edila De Agostini: “capricho imperdonable” no disponer del Bibliobús en Paysandú

El bibliobús cuando recorría los barrios de la ciudad.

La edila del Frente Amplio, Mabel de Agostini, recordó el Día del Libro, “sustentada en un hecho histórico de gran trascendencia en la vida del país”, con la fundación de la primera biblioteca pública en Uruguay el 26 de mayo de 1816. Luego Biblioteca Nacional, “instalada en aquel entonces en los altos del Fuerte de Montevideo”.

En su exposición, señaló que José Artigas desde Purificación, “se sumó al pedido del Presbítero Dámaso A. Larrañaga” y en “años donde no había instituciones públicas ni privadas para instruir a quienes en definitiva eran sus aliados en la defensa de nuestra libertad”, expresó el 30 de mayo “su tan magistral frase ‘Sean los orientales tan ilustrados como valientes’. Santo y seña de su ejército a partir de entonces”.

La docente reseñó que “han pasado 207 años de esa celebración. Deberíamos pensar que en más de dos siglos, el amor al saber, al libro, a la cultura de la lectura, debería ser un bastión de todo gobierno nacional o departamental que siga por la senda de la ‘ilustración’ de su pueblo. Porque es un mandato de José Artigas”.

Sin embargo, la edila opinó que con la Transformación Educativa “sugiere el aprendizaje por competencias y una de la generales es la comunicación. Y para comunicar tenemos que tener palabras, muchas palabras. Y saber que la mayor puerta de entrada de nuevas palabras se da solo para quienes tienen acceso al libro y a la lectura”.

De Agostini remarcó que los esfuerzos de las instituciones públicas y privadas “no alcanza, si al egresar” los niños y jóvenes “no encuentran dónde continuar leyendo, donde seguir encontrándose con sí mismos y con el mundo, para el desarrollo pleno de sus subjetividades”.

Expuso que “quienes gestionan la cultura de la lectura no lo han entendido así y siguen haciendo de ella –de la lectura– un privilegio para aquellos que pueden llegar a una biblioteca o tienen libros en su casa, pero se olvidan de rascar donde pica, allí en las periferias donde el libro no existe y donde es más necesario que en cualquier otro contexto, generan profundas iniquidades. Porque para esa población se hace muy difícil acceder al libro. Y la exclusión se vuelve muy notoria”.

“Responsables”

La edila subrayó que “en este sentido hay caprichos y caprichos. Algunos son imperdonables. Se me podrá tildar a mí de ser caprichosa en perseguir que la lectura llegue a los barrios y comunidades del interior y que llegue de la mano del libro. Entonces sí acepto se me tilde de terca y porfiada. Yo agregaría perseverante”.

En este sentido, remarcó que “es un capricho imperdonable del señor director de Cultura de Paysandú haber decidido privar a niños, jóvenes y adultos de la posibilidad de leer. Porque la mejor herramienta de que dispone que es el bibliobús lleno de libros y de recursos para salir a llevar cultura a las periferias, por un capricho imperdonable sigue sin moverse en el corralón, deteriorándose cada día un poco más”.

De Agostini señaló que “también hago responsable al señor intendente departamental, Nicolás Olivera. Porque las pobres excusas que ha dado el señor director Eugenio Pozzolo han sido fragilidad, escasa autonomía –porque recordemos que es eléctrico–, no tener chofer, pero sobre todo falta de recursos económicos para la compra de baterías”.

De Agostini cuestionó si “tan poco le importa la cultura a este ejecutivo que pudo pagar algo así como millones a OMA por un plano en papel y no tiene chirolas frente a esta suma, para poner en marcha el Bibliobús. Lamentable”. Según la representante frenteamplista, “tampoco es ese el motivo. Porque se pidió como Biblioteca fija para el parquizado del Hospital de Paysandú y tampoco sirvió la propuesta. ¡Cuánta mezquindad! Por eso reitero frente a un nuevo 26 de mayo, hay caprichos imperdonables. Y este es uno realmente”.

En su exposición, la edila agregó que este “capricho no es ajeno al gobierno nacional donde la cultura es la Cenicienta porque a veces leer se torna peligroso. Y donde hay un Plan Nacional de Lectura que se sostiene por la capacidad técnica y humana de quien lo gestiona, pero no por los recursos asignados por el MEC”.

De Agostini resaltó que en estos tiempos, la frase de Artigas debería recordar “que gestionar la cultura es un acto político –no partidario– y que ese acto tiene por principio la igualdad de oportunidades para todos, en contraposición a gestiones que son productoras de desigualdades. Propias del Partido Nacional”.