Presupuesto Participativo es un “modelo superado”; caída de votantes y proyectos

La administración del intendente Nicolás Olivera evidenció “resultados oscilantes” en las ediciones anteriores del Presupuesto Participativo (PP), profundas caídas en las voluntades que apoyaban proyectos en distintas ediciones y una reducción de propuestas que, a su vez, registraban un acotado ámbito de aplicación.

El PP, aplicado por primera vez en el año 2005, facultaba a la presentación de proyectos de índole social o de infraestructura en la ciudad e Interior, que eran sometidos a la consulta ciudadana, con el fin de obtener recursos que se entregaban por etapas a los proyectos ganadores. Con el paso de las sucesivas ediciones, se registraron atrasos en las partidas, en rendiciones de cuentas o avances de las obras.

Consultado el secretario general de la Intendencia, Fermín Farinha, sobre futuros análisis en el modelo de ejecución, señaló que “en su oportunidad informamos que la herramienta del Presupuesto Participativo se encontraba sujeta a un análisis, teniendo presente el lapso temporal en que la misma estuvo en ejecución, con resultados y valoraciones disímiles”.

Al “proceso de diagnóstico que ha tenido diversas instancias”, se incorporaron “elementos exógenos de gran impacto social como lo fue la pandemia del COVID, que sin lugar a dudas, nos golpeó duramente. Del estudio realizado, se ha evidenciado que previo a la instancia a la que hacía referencia, ya era palpable que el Presupuesto Participativo padecía una importante disminución en su elemento capital como lo es la participación”, dijo a EL TELEGRAFO.

Explicó que “los datos recabados dan cuenta de resultados oscilantes” y, así como se alcanzaron “picos de alrededor de 23.000 voluntades votando por diferentes proyectos, se obtuvieron caídas a pisos de 7.000 votantes en algunas ediciones, sin poder retomar el aumento antes mencionado. Siendo contestes que la esencia de este tipo de herramientas es la participación ciudadana, el empoderamiento y la profundización del involucramiento de los vecinos en la definición de problemas y sus alternativas de solución, es claro que la disminución en la interacción y participación implica una evidente erosión que hace necesario replantearse opciones”.

Desdibujado

Farinha subrayó que las últimas ediciones registraron una menor cantidad de proyectos presentados, así como “una menor extensión en su ámbito de aplicación, pero por sobre todo un claro desdibujamiento en la identificación de objetivos, asumiéndose temáticas que buscaban tapar o disimular las ineficiencias de la autoridad departamental al gestionar”.

El jerarca ejemplificó que se destinaban “recursos para la instalación de luminarias”, así como “es un dato de la realidad, que al recibir la administración existían proyectos con ejecución pendiente y con una clara demora en la articulación de los proyectos que generó un desfasaje en los presupuestos” que “hicieron naufragar los objetivos iniciales”.

Luego de un análisis de los resultados, la administración de Olivera “ha puesto foco en aplicar un modelo de gestión donde lo relevante no es sólo diseñar buenas políticas para resolver los problemas de la gente, sino implicar a los vecinos en la definición y resolución de los problemas, teniendo presente que siempre se deben administrar prioridades”.

Acciones

El secretario general informó que llevan adelante “acciones concretas que dejan entrever una práctica que busca potenciar la legitimidad de la acción gubernativa a partir de la presencia permanente en el territorio de las autoridades departamentales y locales, con el único fin de escuchar al vecino en su entorno, y desde ese lugar comenzar a acercar las soluciones a través de diversas acciones”.

En este sentido, resaltó “la llegada del agua potable a los vecinos de Puntas de Buricayupí y la incorporación de mejoras habitacionales para los vecinos de la localidad. En la misma línea, la instalación del agua potable al Pueblo El Eucalipto viejo, histórico reclamo que a partir de la participación y perseverancia de los vecinos y el apoyo de la Intendencia, se logra concretar”.

Según Farinha, “es indiscutible que en la actualidad pueden identificarse diferentes dimensiones de participación social, sea a nivel vecinal, local o departamental. Ese extremo no ha sido ajeno a esta administración, que ha sabido llevar a la práctica un gobierno de cercanía encabezada por el propio Intendente Departamental, recorriendo en forma permanente los barrios y la totalidad de las localidades del interior. En cada caso, se generan instancias de diálogo colectivo, tomando contacto directo con los problemas locales”.

Modelo superado

El secretario general afirmó que “no caben dudas que el modelo de Presupuesto Participativo difundido desde el año 1988 en Latinoamérica hoy se encuentra superado. Sobre todo a partir del impacto de los múltiples cambios sociales que nos interpelan”. En tal sentido, expuso que las comunidades “nos enfrentamos a un cambio de paradigma en los mecanismos de participación social, donde es prioridad ineludible para esta administración, que las acciones de gobierno sean adoptadas junto a los vecinos, por entender que de esta forma se enriquece el proceso de toma de decisiones que permitan mejorar la calidad de vida de la gente”.