Uruguay sin estudios de prevalencia ni formación en violencia; tampoco atención a explotación sexual

El seminario para sensibilizar y promocionar infancias libres de violencia se realizó en el Espacio Cultural Gobbi.

La oenegé El Paso hace dos años trabaja en Paysandú con la Red interinstitucional de explotación sexual, conformada por organizaciones de la sociedad civil y organismos públicos. Enmarcado en una articulación entre sus distintos integrantes, participaron en el seminario “Sensibilización y herramientas para la promoción de infancias libres de violencia” en el Espacio Cultural Gobbi, con la organización del INAU, la Intendencia de Paysandú, Aldeas Infantiles y el apoyo de la red.

“La violencia hacia niños y adolescentes es grave en nuestro país. Los datos en Uruguay los genera el Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia (Sipiav) o el Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia (Conapees), dependiendo de la expresión o el tipo de violencia, y viene de registros adminsitrativos. Es decir, son las situaciones que llegan al Estado de una forma o de otra”, dijo la licenciada Cristina Prego.
La referente de El Paso expuso sobre uno de los indicadores de riesgo de las situaciones de violencia, como el abuso sexual y la explotación sexual comercial.

Sin registros

“Es importante aclarar que nuestro país no tiene un estudio de prevalencia sobre violencia hacia los niños y tenemos que tenerlo. El estudio de prevalencia significa que debemos ver toda la situación y no solo los casos que llegan a pedir ayuda a través de los servicios, desde la educación o la salud”.
Explicó la necesidad de analizar las situaciones de violencia desde ese punto de vista y posicionarlo en la agenda política y de gobierno. “Que nos hagamos cargo de responder como país a las necesidades de estos niños. Hay avances importantes que deben reconocerse, como por ejemplo, la detección”.
El Sipiav identificó 7.473 situaciones de violencia y la cifra se traduce en unos 20 casos por día. “Es un valor importante pero nos muestra el nivel del problema. Si eso es lo que solo llega al Estado, imaginemos lo que pasa cuando la mayoría de las situaciones no se denuncian”.

Sin formación

Prego reclamó “respuestas de protección, prevención y reparación. Cuando hablamos de prevención es necesario exponer este tema en las escuelas, la formación de profesionales en las áreas de la salud, educación, el Derecho, la Psicología y las áreas sociales. No hay una sola carrera en la Universidad de la República que tenga dentro de su currícula básica la materia de violencia. Se puede tomar como opción en alguna carrera, pero no es la currícula básica cuando es uno de los problemas más grandes que sufren los niños y mujeres. Y eso está comprobado”.
Según la referente, “para prevenir hay que generar servicios al alcance de los niños, acordes a su lenguaje. Que se animen a decir y sea en un horario en que puedan ir los niños. Que las personas adultas podamos entender su lenguaje y lo que dicen, porque a veces no lo dicen directamente. Los niños plantean indicadores, generan vínculos en las escuelas o quizás va a ejercer la misma violencia con otros compañeros”.

Prego recordó que “la violencia se aprende y como forma de daño, se replica. Hay que analizar, por ejemplo, todas las situaciones de embarazos de niñas y adolescentes que en Uruguay son altísimos”.
La licenciada animó a “cuestionarnos por qué ocurren, quién es el padre y cuando en una pareja hay una diferencia de 20 años o más, jamás vamos a hablar de una situación consentida, si hablamos de menores de 18 años. Hay que empezar a mirar esos vínculos que no son adecuados, sino realidades muy distintas las que vive una adolescente que un hombre de 40. Todo está muy naturalizado en nuestra sociedad, incluso como una estrategia económica en familias que necesitan una ayuda o que alguien soporte a una de sus hijas en términos económicos. No puede ser un argumento el hecho de que esto ha pasado siempre”.

Explotación sexual y comercial


La semana que viene estará en Uruguay la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la venta y la explotación sexual de niños, Mama Fatima Singhateh, y vendrá a Paysandú para analizar esta situación a nivel país. “Es un problema que se debate y visibiliza. Hoy podemos hablar porque se entiende cuando alguien habla de explotación. Hace 20 años decíamos que en Uruguay eso no existía sino que era un problema de otros países”.

En Uruguay, “hay algunos espacios interinstitucionales que están pensado el problema, pero todavía no tenemos las respuestas adecuadas. Estamos lejos de tenerlas porque no contamos con servicios especializados en todos los departamentos que puedan responder a estas situaciones para proteger a niños en contexto de explotación, tanto en sus familias como dentro del crimen organizado”.

Prego subrayó que “necesitamos respuestas adecuadas en salud y que no traten la situación específica del efecto en salud por una enfermedad de transmisión sexual en una adolescente, sino que tengan la mirada integral. Necesitamos que abarque el tema de salud mental porque la explotación sexual es una bomba. Se necesitan respuestas muy especializadas que nuestro país no tiene”.

Los procesos de ayuda a niños y adolescentes, “son largos. Esto no se arregla con 15 días de terapia o cinco encuentros con sicólogo que da el Sistema Integrado de Salud. Tiene que haber mucho tiempo de soporte a nivel emocional, físico y muchas veces a nivel económico. Son situaciones que se dan en general porque también existe la explotación en las clases medias y altas. Pero tiene una gran prevalencia en situaciones de pobreza”.

Prego detalló que la respuesta integral implica “educación, trabajo para la familia, una vivienda digna, el acceso a la recreación y la cultura. Porque estas adolescentes no acceden y por eso viven estas situaciones”.