En media hora previa de la Junta Departamental de Paysandú, la edila frenteamplista Mabel De Agostini expuso sobre “Justicia para el Dr. Vladimir Roslik”, indicando que hay “luz verde para la Justicia. Quienes estamos acá no necesitamos que se nos cuente la historia del doctor Vladimir Roslik, médico uruguayo que hizo su carrera becado en la URSS, en la Universidad Patricio Lumumba –que ya eso lo hizo sospechoso–. Luego, como buen ciudadano, nacido en San Javier, vino a ejercer su profesión a su tierra natal –allí, a 50 kilómetros de Paysandú–. En 1976 empezó a cerrarse un cerco sobre la población de San Javier, y junto a otros jóvenes de la comunidad Vladimir Roslik sufre un primer período de cárcel y tortura. Durante un tiempo ejerció como médico en el penal”.
Acotó que “Mary Zabalkin, su esposa, se empleó como administrativa y como mucama en Montevideo, para mantenerse con su hijo. Una vez liberado, fue muy poco lo que pudo ofrecer como médico a su gente. Como sabemos, en la noche del 15 abril de 1984, en pleno proceso de retorno a la democracia uruguaya, Vladimir fue nuevamente detenido, bajo falsa acusación”.
“A las 6 de la mañana del lunes 16 de abril, Miguel Zabalkin llegó a la casa de su hija con la noticia: ‘avisaron de la comisaría que tenemos que ir a Fray Bentos a retirar el cuerpo de Vladimir’. Había muerto en el Cuartel N.º 9 de Fray Bentos, por la cruel tortura recibida. Su muerte conmocionó no solo al Uruguay sino al mundo, porque estábamos en puertas de la tan deseada vida democrática”.
Destacó que el 17 de agosto de este año, la Suprema Corte de Justicia “desestimó los recursos de inconstitucionalidad presentados por los abogados que asumieron la defensa de los militares involucrados en la causa Roslik. La Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad a cargo del doctor Ricardo Perciballe, amplió el pedido de formalización sobre quienes integraban los escuadrones que perseguían a los sanjavierinos, y habrá justicia sobre el caso del doctor Roslik”.
Consideró que “próximamente, habrá una audiencia donde vendrán múltiples procesamientos de militares que cometieron los delitos de lesa humanidad, de una manera totalmente despiadada y, hasta ahora, con total impunidad viviendo tranquilos en sus privilegiados hogares”.
Dijo que “se trata de siete”, incluyendo “algunos profesionales que mintieron sobre su autopsia, diciendo que la muerte había sido producto de un paro cardíaco. ¡Cobardes!”, para acotar que “la Federación Médica del Interior (FEMI), cuando se archivó el caso, dos años atrás, se expresó sobre este hecho diciendo que la muerte por tortura de su colega significó un antes y un después en su federación”.
“Llega así el fin de la impunidad: se desarchiva el caso, vendrán formalizaciones, procesamientos; ojalá se incendien algunas conciencias al tener que poner en palabras lo que hicieron de la manera más despiadada y ruin. Finalmente habrá luz verde para la justicia, que reabre puertas de investigación seria y objetiva”.
Reflexionó asimismo que “resignificar este hecho hoy, para nosotros, es continuar dándole vida a aquel río de libertad que en 1983 alimentó la esperanza de uruguayos y uruguayas”.
