Envejecimiento en las cooperativas; necesidad de intercooperación y mirada inclusiva de organismos

Integrantes del equipo técnico del CCU presentaron su trabajo de investigación en el salón comunal de Covisan 8.

El Centro Cooperativista Uruguayo (CCU) presentó un trabajo de investigación denominado “Envejecimiento en las cooperativas de vivienda” a cargo de un equipo técnico conformado por las arquitectas Fiorella Bregante y Nadia Frid, la licenciada en Comunicación María García, la licenciada en Trabajo Social Noela Pandulli y la ingeniera agrónoma Andrea Politi, en el salón comunal de Covisan 8.

El documento, financiado por el Programa de Formación Cooperativa (Procoop), indica que las preocupaciones de las cooperativas encuestadas se basan dos ejes. “La convivencia, vinculada al cambio generacional, la organización y la participación en espacios colectivos” y, en segundo lugar, “las condiciones edilicias de las viviendas, relacionadas con la movilidad y la accesibilidad”. El 31% de las cooperativas está en conocimiento de la preocupación sobre el envejecimiento. Sin embargo, “es un tema que no se aborda en el colectivo. Por el contrario, como ejemplo positivo se destaca un 11% donde no habiendo una preocupación actual y explícita respecto al envejecimiento las comisiones sí se encuentran trabajando el tema”

EVOLUCIÓN

El presidente del CCU, Arq. Ismael Castellanos, señaló a EL TELEGRAFO que la investigación apunta a la evolución de las cooperativas, “pensando en su población y cómo se adaptan a lo que construyeron con el paso del tiempo y el envejecimietno de las cooperativas. Hace 50 años, cuando se comenzaron a construir, se estaba muy lejos de pensar lo que iba a pasar en el futuro. Tenemos las primeras generaciones que culminan sus vidas en las cooperativas con muchas dificultades y con el tema de la accesibilidad, han tenido que dejar el sistema. Por eso, este trabajo de investigación es un proceso de reflexión sobre el tema para ver lo que estamos construyendo”.

VARIADAS TIPOLOGÍAS

Pandulli recordó que a lo largo de los años se brindaron diversas soluciones y presentaron distintas tipologías, con escalones, espacios entre cocina y living y accesibilidad al dormitorio. “Tenemos cooperativas con distintas soluciones y se buscan alternativas que llevan un costo. Dentro de la investigación se establecen cómo se buscan los fondos o quiénes pueden hacerse cargo de esas reformas”.

Destacó que, “a pesar de que las cooperativas están habitadas, aún mantenemos el vínculo como CCU. Seguimos estando presentes y con los intercambios sabemos las dificultades porque nos cuentan sus problemas de accesibilidad y convivencia. No somos un instituto que nos fuimos cuando la cooperativa finalizó su proceso de obra, sino que seguimos vinculados”.

El documento señala que “el 75% de las cooperativas con la tipología dúplex tienen algún escalón en planta baja y el 79% tienen el baño en planta alta, mientras que el 56% del total de las cooperativas encuestadas, independientemente de su tipología, respondieron que sus viviendas (de un nivel o dúplex) tienen escalones en planta baja”.

Agrega que “el 56% de las cooperativas encuestadas construidas en altura (edificios) cuentan con ascensor y no tienen obstáculos como escalones para acceder a dichos ascensores. La mayoría de estos edificios han sido construidos con la nueva reglamentación, recibiendo un subsidio por altura para la incorporación de los ascensores”.

LA INVESTIGACIÓN

“Entendemos que el cooperativismo es una herramienta solidaria desde el aspecto social y hay fondos que son opciones para hacer frente a esta barrera desde el punto de vista de las normativas, que no es única a nivel nacional. Por eso trae estos temas sobre la mesa, aportando a estas generaciones una política pública que pueda contemplar todo el ciclo de vida de las las personas y termine cambiando un modelo que expulsa a quienes no pueden con las barreras cuando entendemos que puede seguir abrazándolos”, precisó García.

Explicó que “no hay una normativa que regule la accesibilidad, pero puede establecerse algún intercambio entre cooperativas o entre viviendas, ante el caso de las existencia de casas accesibles. No hay una única solución y cualquier solución puede implicar dinero. Por eso, el planteo viene de la mano de la solidaridad”.

MECANISMOS POCO UTILIZADOS

Castellanos planteó “una reflexión a los organismos públicos responsables de las políticas de viviendas a incorporar el financiamiento y hacer intervenciones con otros organismos como el Ministerio de Desarrollo Social, BPS, Agencia Nacional de Vivienda o Ministerio de Vivienda y que sean partícipes de esta preocupación. En su conjunto pueden abordar soluciones o propuestas para evitar que los viejos tengan que ser expulsados de las cooperativas por el tema de la accesibilidad. La reflexión debe partir de la base de cómo proyectamos pensando en estas cosas vinculadas a la inclusión”.

De acuerdo al referente, esta mirada inclusiva “hace jugar mecanismos que ya existen pero son poco utilizados con los usuarios. Como permitir la movilidad interna y entre socios o permitir el intercambio con personas con dificultades en la propia cooperativa o en otras”.

FALTA INTERCOOPERACIÓN

El documento, que cuenta con 60 páginas y encuestas efectuadas en diversas cooperativas, señala que el 90 % de las consultadas “no han desarrollado estrategias de intercooperación con otra cooperativa para brindarles a estos socios servicios o productos, o para acceder juntas a mejores precios, por ejemplo, contratar a otra cooperativa el servicio de cuidados o acompañantes, de odontología o realizar una compra conjunta de productos de cuidado personal, etcétera”.